TRATADO ESOTÉRICO DE TEÚRGIA

SAMAEL AUN WEOR

PRIMERA EDICIÓN, Cúcuta, COLOMBIA – 1959


Índice

Proemio

Capítulo 1.- Teúrgia

Capítulo 2.- La Conjuración de los Siete. Primera Invocación

Capítulo 3.- Segunda Invocación

Capítulo 4.- Tercera Invocación

Capítulo 5.- Cuarta Invocación

Capítulo 6.- Quinta Invocación

Capítulo 7.- Sexta Invocación

Capítulo 8.- Séptima Invocación

Última Conclusión


PROEMIO

(Por Guillermo Servin Ménez)


Llegamos a mi pueblo. El Maestro acudió en auxilio de una querida familia mía. Dejola material y espiritual lenitivo. Entre tanto, el pueblo hizo al Maestro el presente de su alucinada paisajería. Las callejas, de azulino y apretado y pulido empedrado, ofertaron su cordialidad a la presencia grave y amigable, majestuosa y sencilla a la vez, del Maestro. Y el Maestro hundió en sus pupilas absortas de misterios, la hialina prestancia de las marañas rústicas y el encendido fervor de los atardeceres fastuosos de ese poblado. Y el Maestro convino místicamente en que el Xinantecatl al norte, y el Iztaccihuatl y el Popocatepetl al oriente, contemplados desde cualquier paraje del poblado, que es una verdadera atalaya y un lírico mirador, y envueltos en las gasas incendiadas de la tarde y hundidos en la transparencia atónita de las alturas, eran como tres Templos de los Planos Superiores en estado de "Jinas", en donde se oficiarán ofertorios de paz y se escucharan Evangelios de luz.

Ya de regreso, sobre la carretera estragada y el pertinaz jadeo del destartalado vehículo, la voz del Maestro era Sabiduría.

Y el Maestro, reencarnado Mensajero Superior, Avatara de la actual quinta Raza y de la Era de Acuario, antiguo Hierofante de la Sabiduría Esotérica de Egipto, SAMAEL AUN WEOR, Maestro de Misterios de la Gran Logia Blanca y verdadero esteta de la palabra en las revelaciones del Más Allá, Mago Blanco Investigador de todos los Arcanos de la Vida Superior, me concedió el privilegio amigable de sus confidencias desconcertantes. Y éstas, si bien serían grotescos absurdos para el mundo cotidiano de la mente, sujeta a la lógica condescendiente que, como acertadamente afirma el Maestro, revela un proceso que "va de lo conocido a lo conocido", para el espíritu, tal como lo entiende, no la Psicología oficial y académica y docta sino el menospreciado, pero avanzado y divino Esoterismo, son la verdad sublime que se encumbra hasta lo desconocido ¡y aún hasta lo Inmanifestado!.

Y fue así cómo, durante muchas horas de camino carretero que en otras circunstancias podría obligar a cansancio y a fastidio en una atmósfera de ronquidos estridentes escapados de las entrañas del vejancón vehículo, el Maestro, Teúrgo maravilloso, regaló a mis oídos la fastuosidad de los prodigios más raros al narrarme la "Conjuración de los siete" del Sabio Salomón, realizada en el plano astral, hacia cuya proyección el Maestro es habilidoso peregrino. Si el Maestro Samael Aun Weor es artista consumado en la expresión oral, al impartir su Cátedra de Esoterismo, profunda, nutrida de erudición y de clarividencias, y la cual en nada envidia ni a Krishnamurti ni a la Blavatsky, ni a Leadbeater, sin menosprecio e irreverencia para estos Sublimes Iluminados, lo es tanto en la conversación como en la narración.

Y al escucharlo verdaderamente arrobado, le insinué, con el fervor de quien considera que algo de suma validez pudiera ser perdido para la humanidad si no se le humaniza en forma corpórea, que volviera a repetirme sus experiencias teúrgicas, con calma y en lugar más propicio, en tanto yo asentaba a máquina sus palabras.

Y el Maestro condescendió. El trabajo no fue un verdadero dictado, sino esto: una sencilla repetición. El Maestro se paseaba en tanto la torrentera armoniosa de su palabra era un sonoro "film" de revelaciones esotéricas. Por eso, su estilo es el de la narración en tertulia amigable: confidencial, fogoso, devoto de la verdad y, a veces, encantadoramente desaliñado por la sencillez de lo maravilloso vivido por él sin esfuerzo, pero que es el resultado de unas inquietas pupilas atisbando perpetuamente lo Ignoto, lo Supraterrenal, en cuyos ámbitos el Maestro ha adquirido carta de naturaleza. Y por ello el lenguaje resulta espontáneo, natural, sin retorcidas ni relumbronas retóricas... Fue un milagro seguirlo dactilográficamente. El Ignoraba mis apuros, ensimismado en el prodigio de evocaciones insólitas.

El presente relato es la experiencia personal del Maestro Samael Aun Weor, como Adepto Investigador esotérico de los Planos Superiores. Y así como el investigador científico de los hechos del espacio posee ciertas cualidades necesarias, ya precisadas por Ramón y Cajal, para sus trabajos de laboratorio, el Maestro Samael Aun Weor cultivó sus preciosas capacidades metafísicas para sus propios experimentos, a las que sumó las que son producto de la ley del Samsara. ¡Y su laboratorio está ubicado en los "estados de conciencia" supraterrenal que integran los Planos Superiores de los Elegidos de la Luz!

México, D.F. a 25 de noviembre de 1958
Guillermo Servin Ménez



Capítulo 1.- Teúrgia

La teúrgia es una ciencia que nos permite invocar a los Seres Inefables de los Mundo Superiores, para recibir de ellos sublimes enseñanzas.

Distingamos entre Teúrgia, Goecia y Espiritismo.

La Goecia nos enseña a invocar a las Entidades puramente tenebrosas. Entonces, los invocadores quedan esclavizados por las potencias del Mal.

El Espiritismo, mediante ciertos sujetos pasivos, permite comunicarnos con el Más Allá. Empero, a los centros espiritistas realmente sólo concurren las sombras de los fallecidos. Es bueno saber que esas sombras de los fallecidos constituyen el “Yo psicológico”. Así pues, muy rara vez entra el Alma o el Espíritu de un fallecido dentro del cuerpo de un Médium. Sólo penetra en los cuerpos de los Médiums, el Yo psicológico de los desencarnados, la sombra de los seres queridos que han desencarnado. Eso es todo.

Las sombras de los fallecidos, manifestándose a través de los cuerpos astral, mental y físico de los Médiums, llegan hasta producir la disolución de los vehículos mental y astral. Las consecuencias pueden ser la locura, la parálisis, etc.

Después de este pequeño preámbulo, vamos a entrar de lleno a nuestros Estudios Superiores de Teúrgia.

El Teúrgo tiene que saber moverse conscientemente en cuerpo astral. Las invocaciones teúrgicas se realizan en el Plano Astral. También pueden hacerse invocaciones de Alta Teúrgia en los más elevados Mundos de Conciencia Cósmica.

El Teúrgo tiene que ser diestro en el Mundo Astral. El Teúrgo tiene que salir conscientemente en cuerpo astral. Así pues, antes de entrar en el terreno de las invocaciones teúrgicas, debemos, primero aprender a "entrar" y "salir" del cuerpo físico a voluntad. Realmente, el Cuerpo Astral es el “Traje del Alma”. Dentro del Cuerpo Astral, tenemos la Mente, la Voluntad, la Conciencia y el Espíritu.

Hay un instante en que podemos nosotros abandonar nuestro cuerpo físico a voluntad. Y ese instante es el momento aquél en que nos hallamos dormitando. En esos momentos de transición entre la vigilia y el sueño, todo ser humano, envuelto en su cuerpo astral, se escapa del cuerpo físico. Hay una Clave que permite escaparnos conscientemente del cuerpo físico, para trabajar en los Mundos Superiores. El Divino Maestro, Jesucristo, utilizaba esa Clave cuando estudiaba en la Pirámide de Kefrén. El Gran Maestro se acostaba en su lecho, boca arriba, horizontalmente, con las palmas de los pies colocadas sobre su lecho, y las rodillas levantadas. Después, el Maestro levantaba sus brazos sobre la cabeza hasta que las palmas de sus manos se tocaban entre sí; luego las bajaba extendiéndolas a derecha e izquierda; y por último, las cruzaba sobre el pecho, formando así la Estrella del Microcosmos. Luego, el Maestro se adormecía vocalizando el poderoso Mantram "FARAON". Ese Mantram se vocaliza en tres sílabas, así:

FAAAAAAA... RAAAAAAA... ONNNNNNN...

Vocalizaba el Maestro este Mantram muchísimas veces, hasta quedar dormido.

Entonces, en los Mundos Internos despertamos conciencia. Nos sentimos sutiles, flotamos deliciosamente. Este procedimiento, sencillo y fácil, es la llave maravillosa que nos permite despertar conciencia en los Mundos Superiores.

Cuando ya nos hemos hecho conscientes en los mundos internos, entonces podemos dedicarnos de lleno a los trabajos de la Alta Teúrgia. El Dr. Krumm-Heller aconsejaba también que, para las prácticas de salida en astral, era muy conveniente perfumar la habitación o recámara con buen incienso, o esencia de rosas, etc.

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Capítulo 2.- La Conjuración de los Siete. Primera Invocación

Una de las Conjuraciones más poderosas que nos dejó el Rey Salomón, es la "Conjuración de los Siete".

Nosotros nos propusimos investigar, personalmente, todo el contenido esotérico de la "Conjuración de los Siete". Estas investigaciones de Alta Teúrgia, las realizamos en los Mundos Superiores. Necesitamos tener plena conciencia del contenido esencial de esa Oración que el Sabio Salomón nos legara desde los antiguos tiempos. Son muchos los Magos que, tanto en el pasado como en el presente, utilizan estas Conjuraciones. Empero, el contenido esencial de ellas, hay que conocerlo para trabajar en forma consciente en los rituales de Alta Magia. Por todos estos motivos, necesitábamos investigar a fondo el esoterismo de la "Conjuración de los siete".

A continuación, damos a nuestros lectores la "Conjuración de los Siete".

Veámosla:

CONJURACIÓN DE LOS SIETE DEL SABIO SALOMÓN:

¡En nombre de Michael, que Jehová te mande y te aleje de aquí, Chavajoth!

¡En nombre de Gabriel, que Adonaí te mande y te aleje de aquí, Bael!

¡En nombre de Raphael, desaparece ante Elial, Samgabiel!

¡Por Samael Sabaoth y en nombre de Elohim Gibor, aléjate, Andramelek!

¡Por Zachariel et Sachiel-Meleck, obedece ante el Elvah, Sanagabril!

¡En el nombre Divino y humano de Shaddai y por el signo del Pentagrama que tengo en la mano derecha, en nombre del ángel Anael, por el poder de Adán y de Eva, que son Jotchavah, retírate, Lilith, Déjanos en paz, Nahemah!

Por los santos Elohim y en el nombre de los genios Cashiel, Shaltiel, Aphiel y Zarahiel, al mandato de Orifiel; ¡retírate Moloch! Nosotros no te daremos nuestros hijos para que los devores.

Examinando cuidadosamente esta "CONJURACIÓN DE LOS SIETE", podrán ver nuestros amados lectores el estilo en que está escrita.

Ciertamente, el trabajo que teníamos por delante era bastante dispendioso, arduo y difícil. El Espiritismo, con sus Médiums, francamente no nos hubiera servido, porque nosotros queríamos ver, tocar y palpar a todas las Entidades que figuran en esta Conjuración del Sabio Salomón. El Círculo Goético de las Evocaciones negras y de los Pactos, tampoco nos hubiera servido, porque ninguno de nosotros quería caer en los abismos de la Magia Negra.

Así pues, sólo la Alta Teúrgia podía resolvernos estos problemas.

Empezamos por estudiar en los Mundos Superiores la Primera Conjuración que a la letra dice así:

¡En nombre de Michael, que Jehová te mande y te aleje de aquí, Chavajoth!.

Michael es el Genio del Sol, y eso lo sabe todo ocultista avanzado. Jehová es el Regente de la Luna, gobierna el Edén, y nos aguarda a todos en el Paraíso.

Nos faltaba, pues, conocer a Chavajoth. ¿Quién sería ese extraño personaje? ¿Por qué había que conjurarlo en nombre de Jehová? ¿Por qué había que nombrar a Michael en esta Conjuración? ¿Qué entidad tenebrosa sería esta?. Indudablemente, todos estos enigmas nos tenían inquietos. Queríamos aclarar esta cuestión. No queríamos seguir siendo autómatas, repitiendo una Conjuración, cuyo contenido ignorábamos.

Fue entonces cuando decidimos investigar.

Salimos del cuerpo a voluntad. En nuestro cuerpo astral nos fuimos andando a lo largo de un camino solitario. Conforme caminábamos, invocábamos al misterioso personaje Chavajoth, mencionado por el Gran Rey Salomón. Hemos de confesar que en esa Invocación tuvimos que utilizar la grande y suprema Llamada de Pedro de Apono.

Veámosla:

"¡HEMEN ETAN! ¡HEMEN ETAN! ¡HEMEN ETAN!

El Ati, Titeip, Azia, Hin, Teu, MINOSEL, vay, ACHADON, vay, vaa, EYE, Aaa, Eie, Exe, A EL EL EL A ¡Hg! ¡HAU! ¡HAU! ¡HAU! ¡HAU! ¡va! ¡va! ¡va! ¡va! ¡CHAVAJOTH!

¡Aie Saraye, aie Saraye, aie Saraye! per Eloym Archima, Raburs, Bathas Super ABRAC ruens superveniens ABEOR SUPER ABEOR, ¡CHAVAJOTH! ¡CHAVAJOTH! impero tibi per clavem SALOMONIS et nomen magnum SEMHAMPHORAS!"

¡El resultado fue maravilloso!. A la orilla del camino nos encontramos con una escultura olímpica, solemne. Parecía cincelada por un Praxíteles. Su rostro era semejante al del Apolo griego. La curvatura de sus pies, el perfil de sus manos... Toda la euritmia de aquella escultura podría competir con la Venus de Milo. Empero, algo extraño había en aquella hermosísima escultura. Aquella preciosa efigie humana estaba vestida con una túnica de color de sangre que, formando hermosos pliegues exóticos y fatales, llegaba hasta los pies. Comprendimos que nos hallábamos frente al polo opuesto a Jehová. ¡Nos encontrábamos frente al espantoso y terrible Chavajoth! Extendiendo la mano derecha hacia aquella belleza maligna y seductora, con gran voz la conjuramos diciendo:

-¡En nombre del TETRAGRAMMATON, yo te conjuro, Chavajoth!

En acabando de pronunciar estas palabras, vimos con gran sorpresa a aquella escultura maligna y bella airarse contra nosotros en forma terrible. Luego, avanzando hacia nosotros nos atacó con su poder hipnótico horrible. Y nos insultó en gran manera. Sus palabras eran realmente asqueantes, dignas solamente de la Gran Ramera, cuyo número es el 666.

La lucha fue terrible. Nosotros hubimos de defendernos con todas nuestras fuerzas espirituales para retirar a aquel terrible demonio de belleza maligna. Al fin triunfamos, y el espantoso personaje, que había tomado la figura de una ramera, se escondió entre una taberna, sobre cuyo mostrador sólo se veían vasos y botellas de licor.

He ahí la Magia Negra. ¡He ahí el abismo!

Regresamos a nuestro cuerpo físico, después de haber conocido a este personaje de las Tinieblas. Por el color de su túnica, por el lenguaje sucio, y por todas las actitudes de aquel siniestro personaje, llegamos a la conclusión de que este era exactamente la Antítesis del Señor Jehová.

Ahora, queríamos ahondar algo más. Queríamos conocer las labores concretas a las cuales se dedicaba Chavajoth.

Otra noche, los investigadores abandonamos el cuerpo con el propósito de platicar más de cerca con la Antítesis del Señor Jehová. Hicimos, como siempre, uso de la Gran Llamada de Pedro de Apono. Después de algunos instantes, llegamos a la calle de un pueblo desconocido. Multitud de personas iban y venían allá y acullá. Conforme llamábamos, podíamos apreciar fácilmente el poder de la Palabra. El Verbo iba transformando todas las cosas. Cambiábamos de Plano. Nos sumergimos en esas regiones atómicas a donde habitan los Príncipes de las Tinieblas. Observando atentamente, notamos que alguien se dirigía hacia nosotros con paso firme y decidido. ¡Era Chavajoth!. Aquel siniestro personaje se revistió con su túnica color de sangre y se dirigió a nosotros. Entonces lo conjuramos diciendo así:

"¡En nombre de Júpiter, el Padre de los Dioses, yo te conjuro, Chavajoth, TE VIGOS CO SILIM!".

Estos Mantrams son de un efecto tremendo. Chavajoth, como herido por un rayo mortal, levantó el brazo como para defenderse. Nosotros, avanzamos unos pasos, nos dirigimos a él y le dimos la mano en señal amistosa. Él entonces, en tono descomedido y usando calificativos aplicables sólo a las prostitutas, nos preguntó por nuestras esposas. Nosotros, con ánimo sereno y sin dejarnos llevar de ninguna reacción emotiva o sentimental, le contestamos a aquel personaje que nuestras esposas estaban muy bien, ¡Gracias!. Luego, le manifestamos que nosotros queríamos ser sus amigos. El siniestro personaje se mostró satisfecho, y luego caminó con nosotros rumbo a su caverna tenebrosa. Anduvimos mucho hasta que llegamos a la cumbre de una elevada montaña. Allí tenía su caverna tenebrosa. Y allí enseñaba a sus discípulos. Nos manifestó que él vivía en Alemania; que tenía cuerpo físico; que trabajaba para la Gran Logia Negra; que se hacia pasar como veterano de la Guerra, etc. etc. Ciertamente, encontramos la caverna de Chavajoth llena de discípulos de la raza alemana. Esos discípulos concurrían en su cuerpo astral a dicha caverna. Chavajoth les enseñaba la doctrina de los Nicolaítas. Esa tenebrosa doctrina enseña un Sistema de Magia Sexual siniestra, durante la cual el Mago comete el crimen de eyacular el licor seminal.

¡El resultado de esas prácticas es siempre desastroso!. La Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes, entonces, en lugar de subir, desciende a los infiernos atómicos del hombre y se convierte en la cola Satán. Este Sistema de Magia Sexual Negra fue practicado por los monstruos Lemur-Atlantes. También fue practicado por los Brujos de la Atlántida. En ese viejo Continente desaparecido existía el culto a la diosa Kali. Más tarde, después del sumergimiento de la Atlántida, la secta de la diosa Kali se estableció en la India. Esa es la secta de los Estranguladores. Los fanáticos de esa secta estrangulan a sus víctimas. La policía inglesa tuvo que intervenir muchas veces, en la India, para juzgar a esa clase de homicidas.

¡Ese es el Tantrismo Negro!. En nuestro mundo Occidental, muchos fueron los instructores que, después de haber estado en la Logia Blanca, se extraviaron por la horrible senda del Tantrismo Negro. Así pues, llegamos a la conclusión de que Chavajoth es un Adepto de la Sombra, es la Antítesis del Señor Jehová. ¡Es Cabeza de Legión Fatal!. Trabaja para la Fraternidad Tenebrosa. ¡Hay que conjurarlo en nombre de Jehová!

Algunos días después, los investigadores, en cuerpo astral, resolvimos invocar a este par de Opuestos de la Filosofía: JEHOVÁ Y CHAVAJOTH. E hicimos un círculo en nuestro derredor. Los dos seres invocados concurrieron al llamado. El Señor Jehová, como una blanca Paloma de inmaculada blancura, flotaba sobre nuestras cabezas. Chavajoth, su Antítesis, se mantenía fuera del círculo. Hallábase abatido. ¡La presencia del Señor Jehová lo hería de muerte! Jehová trabaja por la castidad del Mundo. La Sabiduría Divina de Jehová está encerrada en el "ARCANO A Z F". ¡Esa es la Llave del Edén! ¡Esa es la Llave del Arca de la Ciencia! Chavajoth trabaja por el Tantrismo Negro, por la Doctrina de los Nicolaítas, por la Ciencia fatal que convierte a los hombres en bestias

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Capítulo 3.- Segunda Invocación

Después de haber terminado nosotros la investigación esotérica de la Primera Invocación de esa gran "CONJURACIÓN DE LOS SIETE" que en otro tiempo nos legara el Sabio Rey Salomón, nos propusimos investigar la Segunda Invocación que a la letra dice así:

¡En nombre de Gabriel, que Adonaí te mande y te aleje de aquí, Bael!

Sabemos que Gabriel es un Ángel Lunar. Sabemos que Adonaí es un Ángel precioso. Empero, ignorábamos quién sería Bael, por qué había que conjurarlo en nombre de Adonaí. Estos eran enigmas para nosotros y teníamos que descubrirlos.

Una noche, en cuerpo astral, invocamos a Bael. Bael era un rey tenebroso que vivía en una caverna del desierto de Gobi. Allí instruía a sus discípulos. Enseñaba la Magia Negra de las Esferas Sublunares. Adonai, el Hijo de la Luz y de la Alegría, era su opuesto. Estas dos Antítesis de la Filosofía estaban íntimamente relacionadas con los rayos de la Luna. La presencia de Bael era, por demás, tenebrosa en gran manera. Coronado de rey, sus ojos separados y firmes, sus espesas cejas, su nariz roma, sus labios gruesos, su rostro redondo. Vestía túnica de Mago Negro. Herido por nuestra conjuración, temblaba ante nosotros. No hicimos con él mucha amistad. Su carácter fue inabordable.

Otra noche, los investigadores invocamos a Adonaí, el Hijo de la Luz y de la Alegría. Un niño, como de pocos meses de nacido, concurrió a nuestro llamado, y nos atacó con una fuerza terrible y siniestra. Nosotros tuvimos que valernos de todas nuestras fuerzas anímicas y espirituales para tratar de vencerlo. Empero, todo fue inútil. Aquel niño estaba dotado de una fuerza omnipotente. Alguien nos dijo que amistosamente le diéramos la mano. Así lo hicimos. Extendimos nuestra mano a él con ánimo de saludarlo. Él entonces correspondió fraternalmente y estrechó su mano con la nuestra. ¡Este era el “Guardián del Umbral” del Ángel Adonai, el Hijo de la Luz y de la Alegría! Lo más interesante es pensar que el Ángel Adonaí, a pesar de su inmensa perfección, todavía conserva al “Guardián del Umbral”, al “Yo psicológico”, al “Ego reencarnante” que todos debemos decapitar y disolver para encarnar, dentro de nosotros mismos, al Cristo Interno.

¡Cuán difícil es lograr la perfección!

Un Ángel tan precioso como Adonaí y, sin embargo, es duro pensar que todavía conserva el “Yo psicológico”, manojo de viejos recuerdos.

Otra noche, la más profunda, la más callada..., nosotros, los investigadores, invocamos al Ángel Adonaí. El precioso Ángel nos envió, con otros ángeles, un regalo divino. ¡Un medallón que pendía de una cadena de oro!. Dicho medallón nos confiere el poder de cambiar de Plano Cósmico instantáneamente. Con ese tesoro precioso podemos entrar en cualquier Departamento del Reino. Nos hicimos muy amigos del precioso Ángel Adonai, el Hijo de la Luz y de la Alegría, el Maestro de Zanoni. Todos sabemos que Zanoni recibió iniciación cósmica en la Torre de Fuego de la Vieja Caldea de los sabios. Desde entonces, Zanoni recibió el Elixir de Larga Vida. Él pudo conservar su cuerpo físico durante millones de años. ¡El gran Maestro Zanoni se dejó caer porque se enamoró de una artista de Nápoles! El resultado de su error fue la guillotina. ¡Allí murió el Gran Maestro!

Nosotros, los investigadores, hubimos de aprender muchas cosas del Ángel Adonaí. ¡Sabiduría inefable!

En cierta ocasión, concurrieron a nosotros Adonaí, el Hijo de la Luz y de la Alegría, y el Maestro Zanoni. Uno de nosotros, algo sorprendido, aguardó. Entonces, ambos, Adonai y Zanoni, le dijeron al sorprendido investigador que cortara con su espada un extraño hilo que había en el suelo. El sorprendido investigador, entre perplejo y grato, obedeció y corto el hilo aquel con su Espada Flamígera. Hecha esa obra, entendimos que había sido liberado de un hechizo fatal, de una mala corriente, de un acto de magia negra. Alguien lo había perjudicado con esas malas artes, y le había causado gran daño. Luego, el Maestro Zanoni y Adonaí, entre ambos, curaron el cuerpo astral del investigador y lo sanaron.

Al Rey Bael, obedeciendo órdenes supremas, en subsiguientes trabajos tuvimos que sumergirlo en el Abismo. Ese tenebroso personaje utilizaba los poderes para causar gran daño a la Humanidad. Realmente, Bael es Cabeza de Legión, y hay que conjurarlo en nombre de su Antítesis, Adonaí, el Hijo de la Luz y la Alegría.

Para finalizar el presente capítulo, hemos de advertir a los imprudentes que jamás se debe invocar a los tenebrosos, porque eso es extremadamente peligroso. Nosotros nos vimos en la necesidad de invocar a esos tenebrosos para investigar la CONJURACIÓN DE LOS SIETE del Sabio Rey Salomón. Era un caso importante y había que hacer ese género de investigaciones. A esa clase de Tenebrosos se invoca con la Conjuración de Pedro de Apono. Empero, advertimos que a los Ángeles de la Luz, a los Seres Inefables, no se puede invocar con la Llamada de Pedro de Apono. A los Ángeles se invoca en Nombre de Cristo, por el Poder del Cristo, por la Gloria del Cristo.

¡Que se cuiden los imprudentes!. ¡Que no cometan el error de invocar Demonios!. ¡Esto podría conducirlos a la desgracia!. Nosotros, los investigadores, pudimos hacer estas investigaciones porque estamos muy ejercitados en el uso y manejo del cuerpo astral. Empero, ¡siempre nos vimos en grandes y terribles peligros!.

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Capítulo 4.- Tercera Invocación

Después de haber investigado nosotros nuestras anteriores invocaciones, nos propusimos investigar la Tercera Invocación de la CONJURACIÓN DE LOS SIETE, que a la letra dice así:

¡En nombre de Raphael, desaparece ante Elial, Samgabiel!

Cuando investigamos a Samgabiel (no se confunda con San Gabriel), nos encontramos con un terrible demonio del Mundo de la Mente Cósmica. El Ángel Elial, es exactamente su opuesto divino e inefable. Cierto día, invocamos a Raphael. Entonces, el Gran Maestro concurrió a nuestro llamado. El Maestro llevaba en su mano derecha el Tridente del Mundo de la Mente. Su rostro era sonrosado como el fuego. Su barba blanca, cayendo sobre su pecho, estaba toda llena de majestad y de luz. La amplia frente del Gran Maestro, nos indicaba su profunda Sabiduría. Uno de los nuestros pidió algo al Gran Maestro. El Maestro contestó diciendo:

—¡Tú ya no necesitas pedir nada!

Realmente, se trataba de un Iniciado con pleno conocimiento de la Ciencia del Bien y del Mal.

Causará mucho asombro a nuestros lectores saber que el Alma humana del Gran Maestro, el Bodhisattva de Raphael, tiene cuerpo físico. Lo más grave es saber que ese Bodhisattva... ¡Está caído!. Empero, lucha terriblemente por levantarse. Debemos distinguir entre el Maestro y su Alma humana. El Maestro, es el Dios Interno. El Alma humana del Maestro está ahora caída. En el Mundo de la Mente Cósmica, viven muchos demonios peligrosísimos.

En cierta ocasión, entramos nosotros en un Templo muy luminoso del Mundo de la Mente. Todos los investigadores estábamos actuando con nuestro cuerpo mental. Había allí, en ese Templo, un grupo venerable de ancianos. Ellos estaban vestidos con túnicas de Maestros y usaban sandalias. Sobre sus hombros caían, en hermosos bucles, sus blancas cabelleras. Su luenga barba blanca y sus amplias frentes daban a todos esos ancianos una presencia magnífica. Nosotros, los investigadores, creíamos encontrarnos en un Templo de la Magia Blanca, ante un grupo de Santos Maestros. Esa era la creencia que teníamos. Uno de aquellos ancianos pronunció un discurso inefable.

¡Habló cosas divinas! Habló del Amor, del Bien, de la Belleza, de la Caridad, etc., etc. De pronto, comenzó el Gran Maestro a tocar delicadamente el problema del Sexo, y entonces en forma sublime dijo:

—¡Creced y multiplicaos! El acto sexual no tiene nada de malo, la eyaculación seminal no es mala, se necesita para la reproducción, porque Dios dijo: ¡creced y multiplicaos!

Este y muchos otros términos usó aquel anciano venerable, para defender la eyaculación seminal. Fue entonces cuando nosotros comenzamos a sospechar de la santidad de aquel "santo". Comenzamos a dudar. ¿Sería este anciano un Mago Negro?. Empero, al mirar en derredor nuestro, sólo veíamos venerables ancianos, luz esplendorosa, cosas inefables. ¡Hasta nos parecía un sacrilegio dudar de este Maestro y de ese lugar tan Santo!

Pero la mortificante duda, a pesar de todo, a pesar de nuestros razonamientos, continuaba afligiéndonos hondamente. Entonces fue cuando uno de nosotros, queriendo salir de la duda, se puso de pie y lanzó estas frases:

&mdach;¡Viva el Cristo! ¡Abajo Yahvé!

Cristo y Yahvé son las dos Antítesis: Luz y Tinieblas, Magia Blanca y Magia Negra. Yahvé es aquel demonio que tentó a Cristo en la Montaña. ¡Yahvé es un demonio terriblemente perverso! Es el jefe de la Magistratura Negra. Cuando nosotros gritamos “VIVA” al Cristo, y “ABAJO” a Yahvé, entonces la Logia Negra se vuelve contra nosotros llena de ira. Los Magos Negros adoran a Yahvé, siguen a Yahvé. ¡Eso fue lo que sucedió aquella noche, en ese Templo del Mundo de la Mente!

Cuando aquellos "santos" varones de venerable y augusta presencia, escucharon ese ¡VIVA! y ese ¡ABAJO!, sucedió algo horrible. El rostro "santo" del venerable anciano que hablaba se demudó todo, se airó totalmente, se transformó. Entonces vimos lo insospechado. ¡Aquella faz se volvió horrible!. Aquellos "santos" ancianos se desenmascararon. ¡Eran verdaderos Príncipes de las Tinieblas, terribles Magos Negros del Mundo de la Mente Cósmica! Nos insultaron con frases y palabras propias de la Gran Ramera, cuyo número es 666. Nos atacaron violentamente. ¡Nosotros hubimos de desenvainar la Espada Flamígera para defendernos! Luego, nos retiramos de aquel antro de Magia Negra, que nosotros creíamos antes ser un Templo de Santidad.

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Capítulo 5.- Cuarta Invocación

Continuando nuestras investigaciones de Alta Teúrgia, vamos a estudiar la Cuarta Invocación de la CONJURACIÓN DE LOS SIETE.

Esta Invocación es la siguiente:

¡Por Samael Sabaoth y en nombre de Elohim Gibor, aléjate Andramelek!

¿Quién sería Andramelek? ¿Quién Elohim Gibor? ¿Por qué figuran estos genios en esta Cuarta Plegaria del Rey Salomón? Todos estos enigmas nos tenían inquietos. Sólo por medio de la Alta Teúrgia se puede hacer esta clase de Investigaciones.

Samael es el Genio de Marte. Pero ¿quién sería Elohim Gibor y quién Andramelek?

Una noche nos salimos en cuerpo astral. Entramos a una caverna subterránea. Entonces allí, haciendo uso de la Gran Llamada de Pedro de Apono, invocamos a Andramelek. Largo tiempo permanecimos entre aquella caverna subterránea de la Tierra invocando a Andramelek. Al fin, en la mitad de la caverna apareció un extraño personaje negro como el carbón. Un personaje gigantesco, tenebroso y horrible. Extendiendo nosotros la mano derecha hacia aquel monstruo horrible, dijimos:

¡En nombre de Júpiter, el Padre de los Dioses, yo te conjuro, Andramelek! ¡TE VIGOS CO SILIM!

El resultado fue formidable. Aquel demonio, herido de muerte por el rayo terrible de la Justicia Divina, quedó bajo nuestro dominio. Entonces fue cuando Andramelek habló y dijo:

—¡No sabía que eras tú quien me llamaba! ¡Si lo hubiera sabido, ya hubiera venido antes!. ¿Qué es lo que yo no puedo hacer por ti?

Estas palabras de Andramelek parecían salir de entre las cavernas profundas de la Tierra toda. Parecía como si esa voz terrible y poderosa brotase de entre las mismas entrañas íntimas de la Tierra. Entonces, nosotros hablamos valerosamente a Andramelek, diciéndole:

—Dame la mano, Andramelek.

El tenebroso personaje se acercó a nosotros y nos dio la mano. El que esto escribe regresó a su cuerpo físico. Entonces aquel demonio, con su túnica roja de sangre, pasando por sobre el techo de su habitación, exclamó diciendo:

—¡Me tuviste miedo!... ¡Me tuviste miedo!...

Yo conteste:

—¡Yo a ti no te tengo miedo, Andramelek!. Regresé a mi cuerpo. Eso es todo.

Otra noche, un grupo de hermanos, en nuestro cuerpo astral, nos reunimos en un Templo para continuar nuestras investigaciones en relación con ese misterioso personaje, Andramelek, mencionado por el Sabio Salomón en la CONJURACIÓN DE LOS SIETE.

Todos los hermanos hicimos una gran cadena para invocar a Andramelek. Utilizamos la Fórmula de Pedro de Apono. Después de un rato de invocaciones, escuchamos allá, a lo lejos, la respuesta de Andramelek. Un viento extraño que helaba profundamente. Un huracán llegaba hasta nosotros. El personaje aquel modulaba la vocal M. Daba a aquella letra una entonación especial, con tonos bajos y altos. Los hermanos permanecían firmes en la cadena. De pronto, uno de los hermanos que dirigía la cadena exclamó con gran voz diciendo:

—¡Hermanos, no suelten la cadena! ¡Permanezcan firmes!... ¡Ya viene Andramelek!...

Algunos instantes después, un gigante apareció en el umbral de la puerta. Ese gigante tendría unos tres o cuatro metros de estatura. Aquel extraño personaje vestía túnica negra. Una franja blanca caía oblicuamente del hombro derecho hasta el muslo izquierdo, pasando por el frente y por la espalda. Tenía un medallón sobre el pecho. Llevaba en su mano derecha un cetro de mando. Aquel personaje era de amplia frente, ojos grandes y azules, donde se reflejaba el cielo estrellado. Su nariz recta, labios finos y delicados. manos blancas con dedos cónicos, manos alargadas de forma mística, como las manos de un Jesús de Nazareth o de un Francisco de Asís.

El hermano que dirigía la cadena, soltándose de ella, salió al encuentro de Andramelek para abrazarle y saludarle. Luego, volviéndose hacia los hermanos de la cadena, les dijo:

—¡Hermanos, aquí les presento a mi amigo Andramelek!

Todos los hermanos estaban temblorosos. Uno de ellos, no pudiendo resistir la terrible fuerza eléctrica que irradiaban los ojos de Andramelek, se retiró precipitadamente. ¡Huyó despavorido!

Aquel Gigante maravilloso, lleno de gran decencia y con ademanes finos y delicados, extendió su mano para saludar cortésmente a todos y cada uno de los Hermanos. Luego, se dirigió hacia un escritorio y se sentó allí, ante el escritorio. Era algo interesante contemplar a aquel extraño Gigante, poseedor de tanta cortesía, de tanta decencia y tanta armonía. Lo que sí causaba pesar, era ver tras de aquel maravilloso Gigante, la profundidad, más bien como el recuerdo de una sombra fatal. Empero, el cetro que aquel Gigante portaba, el medallón sobre el pecho y todos sus ademanes, eran realmente de la Logia Blanca. Ya sentado en el escritorio, Andramelek llamó al hermano que dirigía la cadena y le aconsejó con las siguientes palabras:

—Trate usted, hermano, de colocarse en un ambiente lo mejor posible. Vístase decorosamente. Comprenda usted que nosotros somos Ángeles y que, por lo tanto, tenemos pleno derecho a vivir bien.

El hermano interlocutor, pidió un permiso a Andramelek, diciéndole:

—Maestro, le pido un permiso mientras voy a buscar al hermano C. (el hermano que se había retirado antes de la sala).

Fue entonces cuando el hermano que dirigía la cadena, anduvo en cuerpo astral por todos los países de la Tierra, buscando al hermano que había huido. Quería que ese hermano platicara con Andramelek. ¡Todo fue inútil!. La búsqueda resultó infructuosa. Por ninguna parte se pudo localizar al hermano C. ¿Qué se habría hecho? ¿Para dónde se habría ido? ¡Enigmas! ¡Enigmas!... El hermano director de la cadena regresó nuevamente al recinto donde estaba Andramelek. Empero, ya no le fue posible platicar con el Gigante maravilloso, porque muchas personas, en su cuerpo astral, lo estaban consultando. Entonces, el hermano director de la cadena regresó a su cuerpo físico. Ya entre su cuerpo, aquel hermano se levantó muy de mañana, tomó su desayuno y salió a la calle. ¿A dónde se dirigía?. Pues, si no lo sabéis, querido lector, sabedlo ahora. El director de la cadena se fue en busca del hermano C. Aquel hermano era un viejo comerciante y sería muy fácil al director de la cadena localizarlo en su almacén. Ciertamente allí lo encontró. El hermano C. estaba atareado en el comercio de su almacén. El director de la cadena, después de saludar cortésmente a su amigo C., lo interrogó diciéndole:

—Bueno hermano, dígame usted por qué huyó de la vista de Andramelek.

Entonces, el hermano C. contestó diciendo:

—Realmente, yo no pude resistir la vista de Andramelek. Me miró con fuerza eléctrica terrible. Yo no aguanté. Me dio miedo y salí corriendo...

Fue entonces cuando el director de la cadena le dijo al hermano C.:

—¡Hombre, yo lo estuve buscando a usted en cuerpo astral por todas partes y no lo hallé!

El hermano C. respondió:

—No me halló usted porque yo me regresé a mi cuerpo!

Todo aquel domingo, los dos hombres estuvieron comentando el asunto de Andramelek. Aquel Gigante era un enigma para los dos investigadores. ¿Sería Andramelek un Mago Negro? ¿Sería Andramelek un Mago Blanco?... ¡Enigmas! ¡Enigmas! ¡Enigmas!...

Realmente, todo aquello era enigmático. Los dos hombres se propusieron, cada uno por su cuenta, investigar a Andramelek.

Después de algún tiempo, llegaron a la siguiente conclusión:

El Espíritu que concurrió a la cadena, realmente es el Maestro Andramelek, un Maestro de la Logia Blanca, un Maestro de Misterios mayores. Sucedió, que ese Maestro envió su Bodhisattva, "ALMA HUMANA", a la reencarnación.

Recordad que “un Alma se tiene, un Espíritu se es” Y aquel Bodhisattva se reencarnó en China. Desgraciadamente ese Bodhisattva se dejó caer.

He ahí el misterio de la “Doble Personalidad” humana. ¡Uno de los misterios más grandes del ocultismo!. Los Bodhisattvas se caen... ¡Por el Sexo! ¡Fornican! Eyaculan el licor seminal y, entonces, la Serpiente Ígnea de los mágicos poderes, el KUNDALINI, desciende hacia los Infiernos Atómicos del hombre. ¡Así se caen los Bodhisattvas!. Empero, el Maestro, es decir, el ÍNTIMO, el Espíritu, no puede caerse jamás!. ¡Se cayó el Bodhisattva del Maestro Andramelek! Lo peor del caso fue que ese Bodhisattva se dedicó a la Magia Negra. El resultado de todo esto fue que el Maestro recogió su Alma Voluntad, Alma Humana, Quinto Principió del Hombre, Cuerpo Causal o Manas Superior de la Teosofía. Entonces, sólo quedó viviendo, en la China, el Cuaternario Inferior, compuesto por los vehículos Físico, Etérico, Astral y Mental. Ese Cuaternario Inferior es, de hecho, un hombre desalmado. ¡Una corteza kabalística! ¡Una morada vacía, donde ya no vive el Alma, donde ya no habita el Principio Inmortal de todo hombre!. Esas cortezas kabalísticas son moradas del “Yo Psicológico” (Satán). Realmente... ¡Eso son los Demonios!. Así pues, ¡ese hombre se transformó en un Demonio! Cuando el investigador invoca a Andramelek en el astral, puede presentarse Andramelek el Demonio o Andramelek el Gran Maestro Espiritual.

Mucho más tarde, los investigadores invocamos a Andramelek y a Elohim Gibor. Tanto Andramelek como Elohim Gibor concurrieron al llamado. Entonces vimos a las dos Antítesis frente a frente. Elohim Gibor es la Antítesis del Tenebroso Andramelek. Elohim Gibor es todo un Arcángel del Rayo de Marte. Lleva la Espada Flamígera al cinto y es un Varón terriblemente divino. Cuando Andramelek nos atacó, pudimos fácilmente vencerlo. Luego, acostándose en lecho de dolor, nos dijo que en la China él usaba una ampolla llamada KINOCAPOL, con la cual despertaba la Clarividencia a sus discípulos instantáneamente. (Claro que este género de Clarividencia dura mientras no pasa el efecto de la inyección, y eso es todo). El demonio Andramelek es un comerciante en la China. Vive económicamente bien. Ese personaje de las Tinieblas mora en el Abismo.

Un amigo nuestro, después de oír este relato, nos preguntó lo siguiente:

—Luego ¿entonces Andramelek ya no tiene Íntimo? ¿Cuando desencarne, sólo ascenderá al Plano Causal? ¿En nueva reencarnación, tendrá cuerpo?

Nosotros hubimos de responderle al amigo lo siguiente:

—Andramelek ya no tiene cuerpo. Precisamente, el Gigante que concurrió a la cadena es el Íntimo de Andramelek. Ese Íntimo ya no tiene ninguna relación con el hombre tenebroso que vive en la China. Cuando desencarne el hombre Andramelek, el monstruo desalmado, entonces no podrá subir al Plano Causal ni a los Mundos Superiores, porque es un "Desalmado", es una Corteza kabalística, una casa vacía. No tiene Alma ni Espíritu. Esas cortezas kabalísticas se hunden en los Infiernos Atómicos de la Naturaleza, a través de los siglos. Poco a poco van degenerando y perdiendo fuerza. Después, toman las figuras de horribles animales del Abismo. Más tarde, las figuras de plantas y, por último, de minerales que, en proceso de desintegración, estarán desprovistos de Inteligencia. Al fin, se convierten en polvareda cósmica. Esa es la "Muerte Segunda" de que habla el Apocalipsis. Los "fornicarios", al fin y al cabo, tienen que pasar por la "Muerte Segunda". Los fornicarios son gentes de la Magia Negra. Todo aquel que eyacule el Licor Seminal es fornicario, y seguro candidato para el Abismo y la "Muerte Segunda".

Andramelek se volverá polvareda cósmica en el Abismo. La desintegración en el Abismo es muy lenta y horrible. Muchas veces, esos Tenebrosos se sostienen durante eternidades, durante Días y Noches Cósmicas enteros. Pero, poco a poco se van desintegrando y, al fin, mueren. Andramelek no volverá a tener cuerpo. Es un Demonio terriblemente perverso. El Maestro Interno sufre horriblemente y ¡claro!, tendrá que pagar un gran Karma por haber creado a ese Demonio.

Nuestro interlocutor, entonces nos hizo esta otra pregunta:

—¿Es culpable el Íntimo de las malas obras de Andramelek y del Karma que tiene que pagar?

Nosotros hubimos de responderle lo siguiente:

—El Íntimo es un Cordero Inmolado y tendrá que pagar por esa ex-personalidad Tántrica. El Íntimo, el Maestro Interno, tendrá que reencarnar para pagar el Karma de su ex-personalidad. ¡Ley es Ley!. A ese Maestro le faltó fuerza para haber dominado a la tenebrosa personalidad humana. Cuando el Espíritu vence a la Materia, es un Victorioso. Eso es todo.

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Capítulo 6.- Quinta Invocación

El lector que haya seguido atentamente todo el curso de nuestras investigaciones esotéricas, comprenderá que el espiritismo con sus Médiums o la Nigromancia con sus "laboratorios", no nos hubiera servido para hacer estas transcendentales Invocaciones de Alta Teúrgia.

Desgraciadamente, hay muchos estudiantes que quisieran ver, oír, tocar y palpar estas cosas; pero tienen sus facultades complementarias dañadas. Son muchas las personas que quisieran "salir" conscientes en cuerpo astral, y sufren lo indecible porque no lo logran. La CLAVE que dimos en nuestro Primer Capítulo con el Mantram "FARAON", es formidable. Lo importante es no desmayar, perseverar, no cansarse hasta triunfar. Durante las horas normales de sueño, todo ser humano está fuera del cuerpo físico. En los Mundos Internos interviene el Íntimo, para hacernos comprender íntegramente todos los procesos del diario vivir. Por ejemplo: negocios que ejecutamos en el día, palabras que dijimos, emociones que tuvimos, etc., etc. Desgraciadamente, nosotros vivimos diariamente en forma muy inconsciente.

No comprendemos el triple alcance (físico, anímico y espiritual), de cada uno de nuestros actos, de cada una de nuestras palabras, de cada uno de nuestros sentimientos diarios. Entonces, el Íntimo interviene durante el sueño para hacernos ver, en forma simbólica, el triple alcance de todos los acontecimientos que realizamos durante la vida diaria. Así pues, las almas humanas se mueven, durante el sueño, entre esa simbología. Esos símbolos son los llamados SUEÑOS. Si nosotros viviéramos en plena conciencia cada uno de los actos de nuestra vida diaria, si comprendiéramos el triple alcance de cada acto de esa nuestra vida diaria, si, antes de entregarnos al sueño, hiciéramos un ejercicio retrospectivo para hacer "CONCIENCIA CONSCIENTE" de todos los incidentes ocurridos en el día, entonces, durante las horas de sueño estaríamos de "vacaciones", absolutamente libres. Nos moveríamos conscientemente en nuestro cuerpo astral. Actuaríamos en los Mundos Internos con conciencia despierta. Empero, debemos advertir que el ejercicio retrospectivo debe hacerse a través de la meditación profunda. ¡Reconocer nuestros errores, arrepentirnos de ellos, tomar la resolución de no volver a incurrir en ellos! ¡No condenar nuestros errores! ¡No justificar nuestros errores!. Cuando los condenamos o cuando los justificamos, ¡no los hemos comprendido!.

Lo importante es comprenderlos conscientemente. Cuando hacemos "conciencia consciente", total y absoluta, de un determinado defecto, entonces ese defecto se desintegra. ¡Quedamos libres de él!. Lo importante es, pues, que el soñador despierte en los Mundos Internos durante el sueño normal, durante el sueño natural, sin "mediumnismos", sin "hipnotismos", etc.

Después de esta introducción a nuestro presente capítulo, vamos a continuar con la Investigación de la CONJURACIÓN DE LOS SIETE. Nosotros, después de habernos ocupado de la precedente Investigación, nos propusimos estudiar en los Mundos Superiores, la QUINTA CONJURACIÓN DEL GRAN REY SALOMÓN.

Veámosla:

¡Por Zachariel et Sachiel-Meleck, obedece ante Elvah, Sanagabril!

Ya sabemos que Zachariel es el Genio de Júpiter. Lo que ignorábamos era quiénes fuesen Elvah y Sanagabril. A simple vista comprendimos que eran las dos Antítesis del Rayo de Júpiter. A Sanagabril había que llamarlo con la Llamada de Pedro de Apono por tratarse de una Entidad tenebrosa. De que había que conjurarlo para alejarlo, lógicamente se deducía que era un Tenebroso. En cuanto a Elvah, se infería que era un Ángel luminoso, pues ha de utilizarse para alejar a Sanagabril. Así pues, a Elvah no se le podría invocar con la Llamada de Pedro de Apono. Había que llamarlo en Nombre de Cristo, por la Majestad del Cristo, por el Poder del Cristo.

Nosotros, en los Mundos Internos, empezamos por invocar a Sanagabril. La Invocación la hicimos en cuerpo astral, dentro de un pequeño salón. Llamamos muchas veces, y Sanagabril demoraba. Un estrecho corredor, un largo pasadizo lleno de tinieblas conducía hasta el pequeño salón dentro del cual hacíamos la Invocación. Después de un rato de paciente espera, sentimos en el estrecho corredor pasos de alguien que venía. Ciertamente esos pasos no eran muy agradables. El sonido de esos pasos no era sonido de zapatos o sandalias. ¡Era un sonido diferente! ¡Era el sonido de garras y de uñas como de un tigre o de una bestia maligna!

¡Nosotros permanecimos firmes Aguardamos a que Sanagabril se acercase algo más. Estábamos preparados para conjurarlo con gran fuerza. De pronto, un ser extraño llegose hasta el umbral de aquel recinto. Miramos y vimos un rostro tan horrible que sólo la imaginación de un loco de atar o de un idiota podría concebir. ¡Más valiera para nosotros ver salir a los muertos de sus tumbas a media noche, que contemplar el rostro tremendamente horrible de Sanagabril!. Francamente, nos sorprendió tanto el terrible aspecto de esa bestia diabólica, que hubimos de regresar instantáneamente al cuerpo físico. No le tuvimos miedo. Nos sorprendió su horrible fealdad. ¡A ese triste estado llega todo aquél que sigue el Camino Negro!

Empero, no desmayamos y nos propusimos afrontar nuevamente el horrendo espectáculo.

Así pues, con certeza de ánimo, otra noche, en nuestro cuerpo astral, volvimos a hacer la Invocación a Sanagabril. Esta vez lo invocamos en la esquina de una de las calles de una gran ciudad. Concurrió Sanagabril a nuestro llamado; pero, deseoso de platicar con nosotros, asumió la figura de un hombre normal. Parecía un banquero, y llegó hablándonos de dinero. Nos dio el número premiable de la Lotería, dizque para que lo compráramos. Con estas tentaciones pretendía atraernos a sus esferas de influencia tenebrosa. ¡La Lotería es pura Magia Negra!. Se roba a todo un pueblo para enriquecer a unos pocos. Nosotros no nos dejamos encerrar en esa "jaulita de oro". Sólo nos interesaba conocer este aspecto tenebroso, esta Sombra de Júpiter. Después, otra noche nos propusimos investigar a Elvah. ¡Este Ángel es Amor, Altruismo, Caridad, Castidad, Santidad!

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Capítulo 7.- Sexta Invocación

El Sendero de Alta Teúrgia nos permite a nosotros estudiar los Grandes Misterios de la Vida y de la Muerte. Empero, es necesario aprender a salir conscientemente en cuerpo astral. Los que no tienen todavía esta facultad, necesitan adquirirla. Es necesario un entrenamiento diario, riguroso, para lograr esta facultad. Después de regresar al cuerpo, despertamos entre el lecho. Muchos discípulos cometen el error de moverse entre su lecho en el instante preciso de despertar de su sueño normal. Con este movimiento se agita el cuerpo astral y se pierden los recuerdos.

El estudiante de Ocultismo, al despertarse de su sueño normal, no debe moverse. Se debe permanecer en reposo, cerrar los ojos y hacer un ejercicio retrospectivo para recordar minuciosamente todos aquellos lugares donde estuvimos en nuestro cuerpo astral, todas aquellas palabras que oímos, que dijimos, etc. Para esta clase de investigaciones, no sirven los Médiums del Espiritismo. Sucede que los Médiums no tienen suficiente equilibrio mental. Los Médiums son víctimas de las Entidades Tenebrosas. Los Médiums tienen dislocado el Cuerpo Mental. Queremos decir con esto, que los Cuerpos Mental y Astral del Médium están dislocados. Y estando así esos dos vehículos, los Médiums no poseen equilibrio mental, la lógica exacta que se necesita para investigar todas las causas y efectos de la Naturaleza. Ya sabemos que las Leyes naturales se procesan sabiamente. Todo efecto tiene su causa. Toda causa es efecto de otra Causa Superior. A menudo nos ha tocado escuchar a muchos individuos desequilibrados, que dizque se relacionan con las Entidades del más allá. Por lo común, esos sujetos son Médiums. Es necesario saber que el investigador de los Mundos Superiores debe poseer un equilibrio mental a toda prueba, el verdadero investigador es profundamente analítico y rigurosamente exacto. Nosotros somos matemáticos en la investigación y muy exigentes en expresión.

Después de esa introducción a nuestro presente capítulo, vamos a narrar a nuestros lectores la Investigación que hicimos con la Sexta Invocación del Gran Rey Salomón, esa Invocación es la siguiente:

¡En el nombre divino y humano de Shaddaí, y por el signo del Pentagrama que tengo en la mano derecha, en nombre del Ángel Anael, por el poder de Adán y Eva que son Jotchavah, retírate, Lilith, déjanos en paz, Nahemah!

¿Quién sería Lilith? ¿Quién Nahemah? ¿Por qué había que conjurar a esos Tenebrosos en nombre del Ángel Anael, el Ángel del Amor, y por las Potencias de Adán y de Eva que son Jotchavah? Nosotros queríamos conocer al Ángel Anael, el Ángel del Amor.

Un grupo de hermanos, en cuerpo astral, invocamos al Ángel Anael en Nombre del Cristo, por la Majestad del Cristo, por el Poder del Cristo. La Invocación la hicimos en cadena, dentro del patio de una casa. Era la aurora de un amanecer y llamamos con gran voz al Ángel del Amor. Después de algún tiempo, vimos pasar por encima del patio de la casa, a gran altura, algunas aves inefables. ¡Aves de plata! ¡Aves de oro! ¡Aves de fuego!... Una de ellas, la más hermosa, era Anael, el Ángel del Amor, quien, en su Cuerpo Astral, había asumido esa bella figura. Todos nosotros exclamamos: "¡Ya viene Anael, el Ángel del Amor!"

Aguardábamos que esas aves maravillosas y divinas descendieran al patio de aquella casa, a donde todos nosotros, los hermanos, hacíamos la Invocación de Alta Teúrgia. Empero, aquellas aves pasaron en raudo vuelo y no descendieron al patio de aquella casa. ¿Qué sería? ¿Qué habría pasado? De pronto, alguien golpea tres veces, acompasadamente, en la puerta de la casa. Nosotros soltamos la cadena y, en nuestros cuerpos astrales, fuimos a abrir la puerta. Un bello niño, vestido con túnica rosa y azul, se presentó en el umbral. Otros niños le seguían. ¡Este hermoso niño era Anael, el Ángel del Amor, el Ángel de la Aurora, el Ángel de Venus! Los cabellos de aquel niño parecían cascada de oro cayendo sobre sus espaldas inefables.

Parecía un niño de 12 años. Su rostro, sonrosado como la aurora, era de rasgos faciales perfectos, inefables. Todo su cuerpo estaba sonrosado, como la aurora. El niño traía flores en sus brazos. Nosotros nos arrodillamos para que nos bendijese, ¡y él nos bendijo!. En presencia de aquel hermoso niño, sólo siente uno deseos de jugar, siente uno revivir su infancia, ¡siente uno volverse niño!. El director de la cadena, de rodillas ante el Ángel del Amor, le consultó algo. El niño le respondió con gran sabiduría. Observamos cuidadosamente el aura de aquel Ángel: es blanca, pura, inocente, perfecta. ¡El Ángel Anael irradia luz esplendorosa, luz divina, luz inefable!. Aquella luz preciosa irradia de su médula espinal. Realmente, la médula espinal es el Candelabro de Siete Vasos del Templo. El Aceite de oro puro del Candelabro, es el Semen Cristónico que los fornicarios eyaculan miserablemente. Los ángeles están llenos de luz y de fuego porque son absolutamente castos. Los Demonios están llenos de tinieblas, porque derraman el semen miserablemente. Para crear, no hay necesidad de eyacular el Licor Seminal. La semilla siempre pasa a la matriz sin necesidad de eyacular el semen. Las múltiples combinaciones de la Sustancia Infinita (el Semen), son maravillosas.

Después de que nosotros invocáramos al Ángel Anael, nos propusimos conocer a Lilith, su Antítesis Tenebrosa. Y otra noche, la más quieta, la más callada, invocamos a Anael y a Lilith simultáneamente. La invocación la hicimos en cuerpo astral, dentro de un pequeño salón. Después de algunos instantes, concurrió el Ángel Anael a nuestro llamado. El hermoso niño tenía una presencia inefable. Nosotros nos arrodillamos y él nos bendijo. Después, el niño se sentó en una silla. Nosotros, llenos de inmensa veneración y con profundo respeto, pedimos al niño el favor de que invocara a su Antítesis, Lilith. Le dijimos así:

—Maestro, invócame ahora a Lilith. Estamos investigando los Pares de Opuestos de la Filosofía.

El Ángel Anael, mentalmente hizo la invocación a su Antítesis. Sentimos unos pasos fuera y, a los pocos instantes, entró en el salón otro niño, de tamaño absolutamente exacto al de Anael, el Ángel del Amor. Era la Antítesis de Anael. ¡Era Lilith!. Miramos y vimos en la noche un niño terriblemente maligno, un niño de rostro terriblemente perverso. Ese niño vestía túnica de colores negro y azul oscuro. Colores de la gama del infrarrojo. Estos mismos colores son usados por la Logia Blanca; pero dentro de la gama del ultravioleta. El infrarrojo es de la Logia Negra. El ultravioleta es de la Logia Blanca. Lilith es un Demonio y sus vestiduras son de Demonio. Lilith es terriblemente fornicario. De su médula espinal sólo irradian abismos y tinieblas.

Nosotros, los investigadores, ofrecimos silla a Lilith, para que se sentase. Y la silla fue puesta frente al Ángel Anael. Así pues, las dos Antítesis de Venus se sentaron frente a frente. Era de admirarse y ver a estas dos Antítesis frente a frente. ¡Anael y Lilith! El Amor y el Contra-Amor, que Jámblico, el teúrgo, hizo aparecer ante las muchedumbres en los tiempos antiguos. Allí están ahora el Amor y el Contra-Amor, frente a frente. Lilith no se atrevía a mirar el rostro sereno, radiante y luminoso de Anael. Entonces exclamamos nosotros:

—¡He aquí el misterio de las Almas Gemelas! ¡He aquí el Par de Opuestos de la Filosofía!

¡Estábamos embriagados por la Sabiduría. Estábamos en un verdadero estado de terrible exaltación mística! Hay varios géneros de Almas Gemelas.

Lilith y Nahemah son dos Demonios terriblemente perversos. Estos Demonios gobiernan las esferas del Abismo.

El Maestro Hilarius IX, en su Tercer Mensaje del Aryavarta Ashram sobre la Orden Sagrada del Tibet, dice textualmente lo siguiente:

"Hay en los infiernos -dicen los Kabalistas- dos reinos de las Strigias: Lilith, madre de los abortos y Nahemah, belleza fatídica y mortal. Cuando un hombre es infiel a la esposa que le ha dado el cielo y se entrega al desenfreno de una pasión estéril, Dios le quita su legítima esposa para arrojarle en brazos de Nahemah. Esta reina de las Strigias sabe seducirlo con todos los encantos de la virginidad y del amor. Desvía el corazón de los padres empujándolos al abandono de sus hijos. Hace soñar con la viudez a los casados y con el matrimonio a los hombres consagrados a Dios. Cuando usurpa el título de esposa, es fácil reconocerla. El día de la boda aparece calva, pues la cabellera de la mujer, siendo el velo del pudor, le está interceptada este día. Después de la boda es presa de la desesperación y el hastío de la existencia. Predica el suicidio y, por último, abandona violentamente el hogar, dejando marcada su víctima con una estrella infernal entre los dos ojos. Agrega la tradición que, cuando el sexo llega a dominar el cerebro, se invierte esta estrella (la Estrella Pentagonal) y cae la víctima de cabeza, agitando las piernas levantadas en aire".

"Así aparece la imagen del loco en una de las 72 Cartas del Tarot de los Bohemios. Y cuando la ciencia profana, sistemáticamente, ha considerado locos a los Iniciados, basta para nuestra conformidad el hecho notorio de que dicha ciencia se halla totalmente incapacitada para distinguir, en este caso, una caída de una bajada. El alienista ignora por completo la existencia real del Adán Potoplastos".

En el Abismo, Lilith y Nahemah viven en eterna lucha. Las almas depravadas de Lilith no tienen ya ninguna posibilidad de salir del Abismo. Las víctimas de Nahemah, todavía tienen posibilidad de salir del Abismo. El problema es sexual. ¡Los Demonios son terriblemente fornicarios!. El hombre, está simbolizado por la Estrella de Cinco Puntas. El cerebro debe controlar al sexo. Cuando el cerebro ya no puede controlar al sexo, entonces la Estrella Pentagonal queda invertida y se hunde en el Abismo. Los Demonios pueden ser simbolizados por la Estrella Pentagonal invertida.

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Capítulo 8.- Séptima Invocación

Después de haber investigado todas las precedentes invocaciones de la Gran CONJURACIÓN DE LOS SIETE, que nos legara en los antiguos tiempos el Gran Rey Salomón, nos propusimos investigar la última invocación, que a la letra dice:

¡Por los santos Elohim y en nombre de los genios Cashiel, Shaltiel, Aphiel y Zarahiel, al mandato de Orifiel, retírate Moloch. Nosotros no te daremos nuestros hijos para que los devores!.

¿Quién sería ese Moloch? La tradición antigua nos habla de Moloch, un toro de hierro que era calentado al rojo vivo. Cuenta la historia que muchos niños eran arrojados al vientre horrible de ese toro de hierro. Se habla mucho de Moloch y nosotros queríamos investigar el caso.

Fuera del cuerpo físico, llamamos a Moloch con la Gran Llamada de Pedro de Apono. Conforme vocalizábamos los Mantrams, nos hundíamos en los Infiernos Atómicos de la Naturaleza. Entonces vimos inmensas multitudes de seres humanos que viven en los Abismos. De pronto, por entre las multitudes, vimos un jinete sobre su cabalgadura. El jinete montaba un brioso corcel. Aquel jinete parecía un árabe. Vestía túnica roja y cubría su cabeza un turbante oriental. El rostro de aquel hombre era realmente como el de un árabe: ojos grandes y negros, penetrantes, espesas cejas, labios fuertes y gruesos, nariz recta, color moreno. El hombre usaba sandalias. Toda su apostura era realmente como la de un jinete de la Arabia feliz. Era Moloch, el terrible Demonio Moloch. Pronto se dirigió hacia nosotros en su brioso corcel. Se abrió paso por entre las multitudes y, gritándonos con gran voz, se dirigió al director de la cadena de investigadores, y le dijo burlándose y perversamente satisfecho:

—¡Ah!... ¡Ya te hacía yo por allá arriba entre los angelitos! ¡Conque ya volviste!

Entonces, el director de la gran cadena de investigadores, lleno de valor, le contestó:

—Te equivocas, Moloch. Yo aquí no estoy sino de visita. He venido a investigarte, eso es todo.

Moloch se retiró y todos los investigadores retornamos a nuestros cuerpos físicos. Mucho más tarde, invocamos a su Antítesis luminosa, Orifiel, el Ángel de Saturno. Ese Ángel gobierna el maravilloso Rayo luminoso de Saturno.

Terminada esta última invocación de la CONJURACIÓN DE LOS SIETE, llegamos a las siguientes conclusiones:



1.- La CONJURACIÓN DE LOS SIETE del Sabio Salomón es una conjuración kabalística de inmenso poder para combatir a las legiones tenebrosas.

2.- La CONJURACIÓN DE LOS SIETE del Sabio Salomón debiera ser utilizada por todos los estudiantes de Ocultismo antes de sus rituales, o para "limpiar" sus casas, o antes de entregarse al sueño, o antes de realizar todas sus prácticas esotéricas. Así se aleja a los tenebrosos.

3.- Los Demonios son terriblemente fornicarios, eyaculan el Licor Seminal.

4.- Los Ángeles no eyaculan jamás el Licor Seminal.

5.- Cuando el hombre no eyacula su Licor Seminal, despierta el Kundalini, la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes, que se halla encerrada en el chakra coxígeo (Iglesia de Éfeso), base de la médula espinal. Esta Serpiente entra por el orificio inferior de la médula espinal, que en personas comunes y corrientes está cerrado. Los Vapores Seminales abren este orificio para que la Serpiente Ígnea entre por allí. Conforme la Serpiente va subiendo por el canal medular, va abriendo todos nuestros Poderes, desarrollando todas nuestras Facultades. Cuando la Serpiente, después de haber pasado por el tope de la cabeza, llega hasta el entrecejo, entonces viene la PRIMERA GRAN INICIACIÓN DE FUEGO. Tenemos que trabajar con los SIETE GRADOS DE PODER DEL FUEGO. ¡Así es como el Hombre se convierte en un verdadero Ángel, lleno de Poder y de Gloria!

6.- Cuando el hombre eyacula el Licor Seminal en prácticas de Magia Negra, cuando sigue la doctrina de los Nicolaítas, o sencillamente, cuando no se arrepiente jamás de eyacular el Licor Seminal, entonces la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos poderes, en lugar de subir por el canal medular, desciende hacia los Infiernos Atómicos del hombre y se convierte en la horrible cola de Satán.

7.- Resulta terriblemente peligroso invocar Demonios. Nosotros nos vimos en muy graves y tremendos peligros, cuando hacíamos la investigación de la CONJURACIÓN DE LOS SIETE. Si el estudiante no está armado con la Espada de la Justicia, si no es absolutamente casto, si no sigue la Senda de Santificación, fácilmente podría perder la vida en esos trabajos; o bien, podría llegar a la más terrible desesperación, a los más espantosos temores con todas sus consecuencias gravísimas para el cuerpo físico, al arriesgarse a invocar Demonios.

8.- La Alta Teúrgia sólo debe ser utilizada para invocar Ángeles. Por medio de la Alta Teúrgia podemos estudiar a los pies de los Grandes Maestros de Sabiduría, conversar con los Ángeles, hablar con los Constructores del Universo, platicar con nuestro Dios Interior, cara a cara, en los Mundos Superiores.

9.- Debemos sublimar todas nuestras Energías Sexuales hacia el corazón. Debemos hollar la Senda de la Absoluta Santidad.

10.- Después de haber conocido el Abismo, llegamos a la conclusión de que los Demonios, entre los sufrimientos más espantosos y horribles, se van desintegrando en ese Abismo. ¡Esa es la Muerte Segunda!

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ÚLTIMA CONCLUSIÓN

Los investigadores, en cuerpo astral, llegamos a una casa donde solamente se veía lodo, miseria, indigencia, hambre, y lo peor del caso, terrible fornicación.

Vimos una habitación horrible, asqueante. En esa habitación vivió una mujer terriblemente fornicaria. Esa mujer ya entró al Abismo, ya desencarnó, y en esa habitación inmunda donde vivió, sólo se ven trapos, lodo, indigencia, miseria, sufrimiento, suciedad. Cuando nosotros estábamos investigando, pudimos ver intuitivamente la íntima relación que existe entre las Potencias Tenebrosas que figuran en la CONJURACIÓN DE LOS SIETE y la gente fornicaria. Todo eso es una sola cosa: ¡Magia Negra! ¡Fornicación! ¡Asqueante Miseria!. Nosotros, los investigadores, pudimos evidenciar que los fornicarios irredentos, en sus últimas reencarnaciones, pagan el karma de la miseria más atroz, de la miseria más desconcertante y horrible. Todo aquel que eyacula su Licor Seminal, aunque sea casado, es un violador de la Ley, ¡es un Fornicario!.

Así pues, la última reencarnación de todo fornicario que ingresa al Abismo, es la más espantosa y terrible miseria. En el Oriente, el Abismo, es decir, los Infiernos Atómicos de la Naturaleza, son conocidos con el término de Avitchi. En esas tenebrosas regiones se hunden los fornicarios después de su última reencarnación, llena de la más asqueante indigencia conocida por el Género Humano. Todo pecado será perdonado ¡Menos el pecado contra el Espíritu Santo!. La Fuerza Sexual es la Energía Creadora del Tercer Logos. El Tercer Logos es el Espíritu Santo. El Tercer Logos irradia su Energía en el vórtice fundamental de toda Nebulosa, en el centro del ultérrimo átomo y en todo aquello que viene a la vida.

En el Ser humano, la Energía del Tercer Logos es el Poder Creador del Sexo. Cuando el Ser humano se entrega a la fornicación, entonces esa Energía, exteriorizada hacia afuera y hacia abajo, lo liga a las Potencias Tenebrosas y al Avitchi. Nosotros debemos trabajar en el Laboratorio del Espíritu Santo (el Sexo), para transmutar la Potencia Creadora en Luz y Fuego. Nosotros debemos hacer retornar la Energía del Tercer Logos hacia dentro y hacia arriba, para despertar nuestros Poderes Creadores divinos e inefables. ¡Ese es el OPUS MAGNUM! Los Fornicarios se convierten en sombras indigentes y miserables, luego se hunden en el espantoso Abismo.

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Samael Aun Weor

Fin de «Tratado Esotérico de Teúrgia»