EL MATRIMONIO PERFECTO O PUERTA DE ENTRADA A LA INICIACIÓN

Con el Secreto para despertar el Kundalini y conseguir Poderes Ocultos

Aun Weor

Segunda Edición 1950


Índice

Introducción

Capítulo 1.- El Amor

Capítulo 2.- [El Íntimo]

Capítulo 3.- La Gran Batalla

Capítulo 4.- Las Siete Iglesias

Capítulo 5.- La Alegría, la Música, el Baile y el Beso

Capítulo 6.- Gaio

Capítulo 7.- Dos Rituales

Capítulo 8.- Las Dos Marías

Capítulo 9.- Reencarnación y Karma

Capítulo 10.- Esferas Voladoras

Capítulo 11.- El Absoluto

Capítulo 12.- La Iniciación

Conclusión


Introducción

Hace algunos años llegó a estas tierras colombianas un personaje misterioso. El señor Israel Rojas R. levantó el dedo diciendo que aquel ser misterioso era el gran Avatar de Acuario, el Venerable Maestro de Sabiduría Kout Humi, hijo del rey Khan de Mongolia. Se decía que aquel ser misterioso era gran delegado de Agartha, gran delegado de la Orden del Cisne en Europa, gran iluminado “Budate” en la India, doctor en Divinidad, jefe de los Caballeros Templarios de Oriente y Occidente en París, jefe de la universidad espiritual de Dagerling (India), miembro de las principales sociedades científicas del mundo, etc. Es decir, aquel ser misterioso según el señor Rojas era un auténtico Maestro de la Logia Blanca, un pozo de sabiduría y omnisciencia.

Ese misterioso personaje decía llamarse “su alteza” el príncipe Omar Cherenzi Lind. Y dictó Cherenzi algunas conferencias en varias ciudades de Colombia. Pero he aquí que como un torrente que arrasa con todo lo que se encuentra a su paso, así sucedió con Cherenzi y su doctrina.

Mas pronto surgieron discrepancias y luchas personales entre Israel Rojas y Cherenzi. Allí hubo panfletos de lado a lado combatiéndose mutuamente los dos líderes espiritualistas, tachándose mutuamente con los adjetivos más degradantes y sucios.

Yo estaba aún muy joven y no hacía otra cosa sino observar y callar, porque mis vehículos no estaban todavía listos para expresarme a través de ellos y me contentaba únicamente mirando los toros desde la valla. Mas me avergüenzo todavía al recordar ciertas reuniones de rosacrucistas, que a mí no me importaban un comino. Todos hablaban, todos murmuraban, todos soltaban la lengua terriblemente, para barrer con ella el honor y la dignidad tanto de Cherenzi como la de Rojas. Allí no se respetaba el honor ni la vida privada de nadie; allí sólo se pensaba en hablar y hablar, todos como locos, sin acordarse para nada de la terrible responsabilidad del verbo. Parecían aquellos espiritualistas de Colombia como presos de una demencia extraña. Aquello era una vocinglería de loros hablando a diestra y siniestra. Hablaban de todo cuanto les venía a la cabeza, sin tener en cuenta para nada la responsabilidad kármica del lenguaje. Yo sólo me limitaba a escuchar porque me daba vergüenza tomar parte en esa clase de difamaciones personalistas.

Mientras unos aseguraban que Cherenzi era el auténtico K.H., otros decían que eso no era así. Los teósofos por su parte aseguraban que Cherenzi era un estafador cubano. Allí no se respetaba el honor de nadie. Al fin se fue el rompecabezas de los espiritualistas de Colombia, dejando fundada la Universidad Espiritual de Colombia, con sus Centros Luminares y su Sanctums de meditación.

Todos los ataques que se hicieron contra Cherenzi fueron de carácter absolutamente personales. Se habló contra su honor, contra su dignidad, se le trató con los calificativos de estafador, ladrón, etc., pero nadie en Colombia, absolutamente nadie, fue capaz de combatirlo doctrinariamente, porque en Colombia no había entonces elementos debidamente preparados para combatir a Cherenzi doctrinariamente.

El espiritualista colombiano estaba totalmente ciego y sus líderes eran tan solo ciegos guías de ciegos, seres llenos de orgullo y vanidad, elementos autoritarios y déspotas. No había elementos profundos en la mente, capaces de veras de combatirlo doctrinariamente. No había sino ignorantes y tontos, incapaces de hacer un análisis de aquella doctrina que se les presentaba, y optaban por el ataque personalista y el lenguaje soez para así disfrazar su ignorancia. Porque es una tremenda verdad que el que no es capaz de dar razones da patadas.

Yo me convencí entonces que las teorías no conducen al hombre a ninguna parte y que las escuelas de espiritualistas que para ese tiempo había en Colombia, eran sólo jaulas de loros que a ninguna parte me conducirían.

Desilusionado, pues, de esas escuelas de “sabihondos” me retiré al silencio y a la meditación, me consagré de lleno al desarrollo de mis propios poderes internos a fin de adquirir el conocimiento directo y librarme de tantas teorías y de tantos insultos autoritarios. Y al fin de muchos y terribles esfuerzos tuve la dicha, la inmensa dicha, de despertar sobre el altar de la Iniciación. Fue entonces cuando me vine a dar cuenta exacta de que yo, Aun Weor, no necesitaba para nada de aquellas escuelas, porque yo había transitado en pasadas reencarnaciones por todos los Misterios Menores y en Egipto, durante la dinastía del faraón Kefren, había llegado al grado de Hierofante de Misterios Menores.

Me di cuenta que había necesidad de abrir las santas puertas de la Iglesia Gnóstica a la humanidad entera. Pero que también me tocaba mostrar el peligro a la humanidad. Comprendía que había que enseñarle a la pobre humanidad doliente a despertar el Kundalini, pero que también me tocaba mostrarle a la humanidad todos los peligros de la magia negra.

Me di cuenta que Cherenzi es un terrible mago negro, que la doctrina que él predica es la doctrina de la magia negra. Pudo fundar en Colombia su Universidad Espiritual porque los pobres espiritualistas colombianos estaban totalmente ciegos. De inmediato me di cuenta que debía escribir un libro para ayudar a mis hermanos de Colombia y a la humanidad, un libro que le permitiera a cada ser humano encontrar la Iniciación en su propio hogar, libre de autoritarismos, teorías confusas, cuotas y regaños de pseudosapientes, que desde todas las logias y aulas martirizan a sus educandos.

Me di cuenta que había que combatir el cherenzismo para dar luz a la humanidad, y con este libro ciertamente yo refuto la doctrina de Cherenzi. Yo no ataco a Cherenzi personalmente, yo lo que ataco es su doctrina funesta. Yo personalmente nada tengo que ver con Cherenzi y no me interesa saber su vida privada ni pública; lo que ataco es su doctrina o la que él enseña, y al atacar su doctrina, lo hago de un modo ilustrativo para la humanidad, llevándola hacia la luz, así podrá ver el Abismo y evitar que caiga en él. Así pues, si yo le entrego a la humanidad el secreto del Kundalini, debo también mostrarle el peligro. Yo estoy absolutamente convencido que el que enseña magia blanca debe también mostrarle a la humanidad el peligro de la magia negra y cómo evitar caer en ella.

Israel Rojas le hizo un gran daño a Colombia por haber presentado a Cherenzi como el auténtico Maestro de sabiduría K.H. Él ha debido examinar internamente a Cherenzi, interiormente antes de presentarlo como tal. Ningún trabajo cuesta a un simple chela sacar el Íntimo de una persona por el sistema central y observarlo. Sacar el Yo animal o Satán y examinarlo y sacar el Astral y observarlo. Si Rojas hubiera hecho esto con Cherenzi, se habría evitado tan grave error. El señor Rojas hubiera podido hacer esto porque él es un hermano de quinta Iniciación de Misterios Menores. Yo, como Iniciado de novena Iniciación de Menores, sé que eso es así.

Así, querido lector, en este libro le enseño a la humanidad el camino de todas las conquistas y la llave de todos los poderes, pero también le muestro el Abismo para que no caiga en él. Este libro está sólidamente fundado en mis observaciones clarividentes y ha sido autorizado por los Maestros de la Logia Blanca de quien he recibido estas enseñanzas. A los Maestros debo todo. Sí, mi querido lector, lo que escribo aquí para bien de la humanidad se lo debo todo a los Maestros. Yo, Aun Weor, soy solamente un mediador entre la humanidad y la Logia Blanca, y las enseñanzas que yo entrego a la humanidad yo las he recibido de la Logia Blanca. Es la primera vez en la historia de nuestra vida que se escribe un libro con esta clase de enseñanzas. Pero ya llegó el tiempo en que debían darse estas enseñanzas y a mí me ha tocado dar estos conocimientos a la humanidad porque ya se acerca la edad de Acuario. Así que el que quiera despertar el Kundalini y unirse con el Íntimo, que estudie este libro y vívalo. Yo me cansé de regaños y conferencias en las logias y nada conseguí con eso.

Los sacerdotes católicos me insultaron mucho y nada saqué con sus amonestaciones que solamente me obscurecieron y llenaron de lágrimas los bellos años de mi infancia.

Los teosofistas me calificaron de “mago negro” cuando, hastiado de tantas teorías, conferencias y autoritarismos, les pedí que me enseñaran cómo despertar mis poderes internos.

Krishnamurti con sus enseñanzas me llegó a seducir, porque sentí que me sacaba de todas esas “jaulas”, pero ya en la práctica me di cuenta de que sus enseñanzas hacían de mí un ente negativo, lleno de negaciones y más negaciones que a nada me conducían.

Practiqué la Yoga hasta la extenuación y las prácticas yogas solamente consiguieron debilitar mi organismo y dañar mi salud.

Al fin, cansado de todo, vino a mí la Luz, y me di cuenta de que la redención del hombre radica exclusivamente en el acto sexual. Al fin vine a darme cuenta que sólo las enseñanzas secretas del Divino Redentor del mundo, encerradas en el augusto santuario de la Santa Iglesia Gnóstica, eran las únicas que podían consolar mi adolorido corazón.

¡Cristo es la Luz del mundo! Y por ello él dijo: “El que cree en mí, nunca andará en tinieblas”, y yo creí en Cristo y me vino la luz. La Santa Iglesia Gnóstica es la depositaria fiel de todas las enseñanzas secretas del Maestro.

ella fue la única que pudo colmar mis ansias de luz y en este libro que hoy ofrezco a la humanidad doliente, entrego las llaves de la Iniciación a todos los seres, sin distinción de sexo, raza, casta y color.

Así, todos los seres humanos podrán llegar hasta el altar de la Iniciación, lejos de tantos autoritarismos, cuotas, conferencias y regaños. Pues no hay mejor escuela que el sagrado santuario del hogar, ni mejor sacerdote que el Amor.

Después de meterme un millón de teorías en la cabeza, llegué a la conclusión de que yo había perdido el tiempo miserablemente, porque la Iniciación no es cuestión de teorías ni de autoritarismos, ni de leer libros.

La Iniciación es únicamente cuestión de sacar el maximum de provecho de la médula y del semen, y para esto el único camino es “querer” intensamente a la mujer –esposa–. Uno no tiene más manera de salvación sino unirse con el Íntimo, y para conseguirlo es la mujer adorada el único remedio. Lo importante es despertar el Kundalini, pues en el Kundalini está la salvación. Así pues, en este libro doy el secreto para despertar el Kundalini y unirse con el Íntimo. En este libro le entrego al ser humano el secreto del Amor y del paraíso.

Yo le aconsejo al lector que no lea más libros, porque con este sólo libro tiene para llegar a la alta Iniciación y lograr la suprema felicidad.

Hay que ser “prácticos”. Las teorías no hacen sino dañarle al hombre sus poderes internos y el cerebro. El intelecto es luciférico y demoníaco y causa grandes daños al hombre. Así pues, el que se entregue de lleno a las prácticas de este libro, yo, Aun Weor, le aseguro que se convertirá en un DIOS omnipotente. Lo juro.

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Capítulo 1.- El Amor

El Amor es el Summum de la sabiduría. El Amor es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol.

El Amor no se puede definir, porque si se define se desfigura. El Amor se siente en lo hondo del corazón, como una vivencia íntima y deliciosa, como una música inefable, como un néctar embriagador, indefinible y místico. Un pañuelito, un retrato del ser amado, una carta, exalta nuestro espíritu y nos hacen comulgar con la música inefable de las esferas.

El Amor es un quinto elemento de la Naturaleza en proceso de evolución. Día llegará en que ese quinto elemento de la Naturaleza transformará la faz de la Tierra y se manifestará materialmente como la tierra, como el aire, como el agua y como el fuego. Entonces podremos fabricar objetos de Amor, y aunque a muchos parecerá una fantasía este concepto del autor, el místico ocultista sabe que eso es así.

Los cuatro elementos de la Naturaleza: tierra, agua, aire y fuego, tuvieron, a través de siglos y de los eones, que pasar por un largo proceso de evolución y transformación. El Amor está pasando actualmente por ese análogo proceso de evolución milenaria.

Ese quinto elemento de la Naturaleza fue traído a nuestro planeta por el divino Rabí de Galilea, allá en los tiempos antiguos de la vieja Palestina. El Amor es, pues, la fuerza crística que anima todo lo creado y que embellece la vida. El Amor dignifica los hogares y los alimenta con su fuerza sagrada.

El matrimonio que se realiza sin Amor, únicamente por motivos de interés personal, es un insulto a la vida, un sarcasmo, una ironía que a nada conduce. Esos matrimonios fracasan inevitablemente y fracasan porque no tienen base para sostenerse.

Hay que hacer una diferencia entre el Amor y la pasión. El Amor es puro y santo. La pasión es una manifestación morbosa de la sexualidad, una aberración de la bestia humana. El Amor es absolutamente desinteresado. El que ama se siente capaz de sacrificarse por el ser amado.

No estoy de acuerdo con las frases del mago negro Omar Cherenzi Lind cuando dice que el Amor no correspondido no es Amor, sino un capricho, un síncope de la sexualidad reprimida y nada más. Ello no es así. Cristo, el divino Rabí de Galilea amó a la humanidad entera a pesar de que la humanidad no le correspondió su Amor; Él amó a sus peores enemigos y dijo: “Señor, Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Hay muchos seres que aman sin ser correspondidos en el Amor y sin embargo aman. Y en la alta Iniciación hay que llegar hasta besar el látigo del verdugo.

El hogar es un altar donde oficia la mujer. El hombre actual ha prostituido a la mujer con su fornicación y sus instintos pasionales depravados. El hogar moderno se ha degenerado por la fornicación.

En los antiguos tiempos el acto sexual se llevaba a cabo cuando se deseaba engendrar un hijo, y esto se hacía como un sacrificio en el altar del matrimonio, para brindar cuerpo a alguna alma que deseaba venir al mundo.

Hoy la fornicación pasional se ha adueñado de los hogares y el ser humano se ha rebajado peor que el animal. Ha convertido en vicio el acto más santo mediante el cual es el hombre un dios creador. Y así los hogares se están llenando de enfermedades y de miseria, todo por falta de una educación sexual que debiéramos haber recibido desde los mismos bancos de la escuela.

Sucede que muchos hombres se casan por pura pasión carnal y después de cierto tiempo, como es natural, viene el hastío, el cansancio, el Amor se aleja, o mejor dicho, no necesita alejarse de allí, porque allí no estaba, allí no resplandecía esa luz inefable; digo más bien que lo que se aleja de allí es esa apariencia de amor, con la cual se disfraza el ansia de coito. De allí se aleja el hombre coitoso ya satisfecho y desilusionado. Nuevas ilusiones pasionales le sonríen por la calle y el castillo de ese falso hogar matrimonial se derrumba como castillo de naipes.

No confundas, hombre enamorado, el Amor con la pasión. Fijaos muy bien si tu amada te pertenece en espíritu; fíjate bien si eres capaz de amarla con toda la pureza de un místico, con toda la exaltación de un Francisco de Asís, o con toda la poesía de un auténtico poeta.

El hogar es sagrado, no lo profanes con el vicio repugnante del coito. El hogar es santo. Sigamos el ejemplo de la Sagrada Familia: Jesús, José, y María. Adornemos nuestros hogares con el cuadro de la Sagrada Familia y que ella se convierta en una fuente de inspiración constante, como símbolo viviente del Matrimonio Perfecto.

Jesús, José y María simbolizan el hogar santo. Santifiquemos los hogares imitando el ejemplo de la Sagrada Familia.

María era una sacerdotisa del templo de Salomón, que desde muy niña había hecho voto de castidad, y José era un sacerdote iniciado en los grandes misterios hebreos, completamente puro y santo. Sucedió que por aquellos tiempos Cristo necesitaba venir al mundo para redimir con su sangre redentora a la humanidad y entonces Jehová, que es el que dirige la reproducción por medio del rayo positivo de la Luna, envió un ángel llamado Gabriel para avisar a María sobre la misión de madre que le correspondía. Este acto así se realizó sin pasión carnal, como un sacrificio en el altar del matrimonio, una sola vez y nada más.

Este sacrificio se verificó bajo los auspicios del ángel Gabriel, y el esposo de María fue también escogido por Jehová, por ser José el varón más puro.

Sucede que cuando dos seres están unidos durante el acto sexual, los videntes pueden observar una luz que los envuelve a ambos, y es que es la luz más divina del Universo. Las fuerzas más sutiles del cosmos vienen a servir de medio para la creación de un nuevo ser.

Por eso es que en ese momento el hombre es un dios, porque puede crear un nuevo ser e infundirle soplo de vida. Pero si el Amor es desplazado por la pasión, esa luz divina se retira y penetra en ese hogar una luz rojiza, sanguinolenta, llena de parásitos, invisibles a simple vista, pero perfectamente perceptibles para la vista del clarividente.

Se nubla el hogar con esas siniestras fuerzas del mal, y como consecuencia de ello viene la ruina, las enfermedades, el hambre, el cansancio y el hastío.

José y María sólo efectuaron el acto sexual para engendrar un hijo, una sola vez en la vida y nada más. Y es que el acto sexual sólo debe ejecutarse cuando se desea tener un hijo, y es como un raro sacrificio en el altar del matrimonio.

¿Por qué se acaban los hogares? Por la fornicación. ¿Por qué existe la miseria en los hogares? Por la fornicación. Pero sucede que cuando las cosas andan mal dentro del hogar, la mujer y el hombre le echan la culpa a todo; por todas partes encuentran causas, pero no se les ocurre pensar en la verdadera causa; no se quieren dar cuenta de que su atmósfera está puerca por la fornicación.

En un hogar puro y casto, en un lugar santificado por la santidad, no existe la miseria, ni el disgusto, ni el cansancio.

En un hogar casto sólo existe la armonía; la música y el Amor. Allí, solamente la dicha de amar. Allí, las flores sublimes del jardín del Amor. Allí, los dedos de armiño que tocan el piano delicioso. Allí, los juegos de niños y el beso infinito de los labios tan puros que sólo saben orar.

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Capítulo 2.- [El Íntimo]

“Y apareciósele el ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza, y él miró y vio que la zarza ardía en fuego y que la zarza no se consumía”. Capítulo tercero, versículo 2, del Éxodo.

La llama ardiente entre la Zarza del Oreb, es el espíritu humano. El espíritu humano es el Hombre Real y verdadero, el hombre de fuego, nuestro Real Yo, aquel Ruach Elohim que según Moisés labrara las aguas en el principio del mundo, el mago triunfador de la Serpiente, nuestra divina Seidad ardiendo en nuestro sistema nervioso central.

Continúa el santo de la revelación diciendo en el Apocalipsis, versículo 12: “Y me volví a ver la voz que hablaba conmigo, y vuelto vi siete candelabros, uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba a los pies”.

Versículo 14: “Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos como llama de fuego”.

Versículo 15: “Y sus pies semejantes al latón fino, ardientes como un horno, y su voz como un ruido de muchas aguas”.

Versículo 16: “Y tenía en su diestra siete estrellas y de su boca salía una espada aguda de dos filos y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”.

Versículo 17: “Y cuando yo le vi, caí como muerto a sus pies, y él puso su diestra sobre mí diciéndome: no temas, yo soy el primero y el último”.

Versículo 18: “Y el que vivo y he sido muerto y he aquí que vivo por siglos de siglos amén, tengo las llaves del infierno y de la muerte”.

El Hijo del Hombre de que nos habla el santo de la revelación es nuestro espíritu divino al cual llamaremos en esta obra el Íntimo. Y los siete candelabros son siete soles que tenemos en nuestra Alma.

El Íntimo es el Padre en nosotros y el Alma es nuestro Crestos, mientras que nuestro cuerpo es el diablo en nosotros. Nuestra Alma tiene un hermoso Cuerpo Astral y le decimos cuerpo astral porque tiene el brillo y luz de los astros. Ese Astral es nuestro mediador, y sólo por medio de ese Astral llegamos a nuestro Padre, es decir a nuestro Íntimo.

Un Alma se tiene y un Espíritu se es. Nuestros siete candelabros son siete poderes que tenemos en el Cuerpo Astral, son siete poderes que sólo el Íntimo debe encender. Y los enciende con el fuego sagrado de nuestro Kundalini, con el fuego sagrado de la castidad. Razón tiene el santo de la revelación al decir que sus ojos eran como llamas de fuego.

Pues el Íntimo es puro fuego. Y el santo de la revelación nos dice que sus cabellos y su cabeza eran blancos, para darnos a comprender que el Íntimo es casto, puro fuego. Sí, el Íntimo está hecho del mismo aroma del fuego. Es fuego en esencia, fuego santo. Es la llama ardiendo en la Zarza del Oreb, es decir en nuestro sistema nervioso, cerebro-espinal.

Ese sistema es el timón desde donde él maneja su cuerpo. Esa columna espinal es su cetro. La columna espinal es el bastón de Brahma, el báculo de los patriarcas, la vara de Aarón, la vara mágica de los magos.

Las siete estrellas son los siete planetas que gobiernan a nuestros siete soles de nuestro organismo Astral. Cada uno de esos soles se halla relacionado con una glándula de secreción interna de nuestro organismo; esas siete glándulas se hallan relacionadas todas con nuestra columna espinal, esas siete glándulas son las siete Iglesias del Apocalipsis. Y la espada aguda de dos filos de la cual nos habla el santo de la revelación, es el fuego sagrado que nos redime cuando nos hemos purificado por medio de la castidad. Es la espada de la justicia que sólo el ángel interior, es decir, nuestro Íntimo, debe manejar, porque nadie sino él, tiene derecho a manejarla. Ese fuego se llama el Kundalini.

El Kundalini es la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes, es la espada de dos filos que aquel ser semejante al Hijo del Hombre tenía sobre sus labios. El Kundalini, la Serpiente de fuego se halla enroscada en las treinta y tres vértebras de la columna vertebral, en la médula, en el llamado plexo sacro. Cuando el Íntimo despierta su Kundalini, éste, semejante a una espada ígnea, rompe la bolsa membranosa en que se halla encerrado y sube por la columna vertebral a lo largo de un canal, llamado canal de Sushumna, hasta llegar a la cabeza. Entonces se encienden los siete candelabros de nuestras siete iglesias y nos unimos con el Íntimo. Más adelante en los próximos capítulos trataremos extensamente sobre el Kundalini, ahora sólo nos proponemos hablar en este capítulo sobre el Íntimo, es decir, sobre el espíritu humano.

Hay personas que dicen que hay espíritus malignos; eso no es así. El espíritu es ese ser semejante al Hijo del Hombre que reside en nosotros, y por lo tanto no puede haber espíritus malignos. Lo que sí hay son almas malignas, almas demoníacas, pero jamás el Íntimo de nadie puede ser maligno. El Íntimo es el Real Hombre, todo lo demás es añadidura. Antes de que todo existiera existía el Íntimo, y después que todo haya dejado de existir, el Íntimo seguirá existiendo. Es el primero y el último; es el que vive por siempre jamás, amén; él es Dios dentro de nosotros, por ello es que san Pablo nos dice: “recordad que nuestros cuerpos son el templo del Dios vivo, y que el Altísimo mora en nosotros”.

Cuando el Espíritu, es decir, el Íntimo no tenía Alma, era totalmente inocente, no conocía el bien ni el mal, pero tampoco tenía derecho a formar parte de las jerarquías cósmicas, porque el Íntimo que no tiene Alma, no tiene derecho a formar parte de las jerarquías cósmicas.

Para ser Maestro del cosmos se necesita poseer un Alma de Diamante, y para poseer un Alma de Diamante hay que venir al mundo a sufrir y a gozar, a batallar y a conocer el bien y el mal, la alegría y el dolor.

El Alma no tiene, pues, más salvación que fusionarse con el Íntimo, para convertirse en Alma de Diamante y hacerse inmortal. El Alma que se entrega a la fornicación se desintegra, y por ello es que exclama el Apocalipsis en el capítulo 21: “su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre que es la muerte segunda”.

Para el Alma no hay más salvación que unirse con el Íntimo y convertirse así en el Alma de Diamante, en el Alma Pájaro, en el Alma Golondrina de que nos hablan los egipcios en el Libro de los Muertos. Y así podremos exclamar con el Apocalipsis: “al que venciere le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más de allí”. Así nos convertimos en reyes y sacerdotes del Universo, y no en pobres pecadores como nos dice la Iglesia Católica. Así nos llenaremos de felicidad eterna y ganaremos la dicha de vivir felices en el inalterable Íntimo.

Para el mago blanco, el Alma y el Espíritu son un par de novios que se aman. Salomón es el Íntimo y la bella Sulamita es el Alma. Sí, amado lector, ésos son los amores de Salomón con la bella Sulamita. Él la adora, él la viste para que sea, y él se desposa con ella en la alta Iniciación. Ése es desposorio eterno, la gran boda, la fiesta nupcial más grande de nuestra vida. La unión del Alma con su Esposo eterno, con el único amor que jamás nos decepciona. Ésa es la fiesta más solemne de nuestra vida, la fusión del Alma con su Espíritu. Pero he aquí que al Alma se le presentan dos caminos: el de la vida y el de la muerte. Y es precisamente sobre esos dos caminos, sobre lo que vamos a tratar en el próximo capítulo.

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Capítulo 3.- La Gran Batalla

En Jeremías, capítulo 21, versículo 8, se lee: “he aquí que yo pongo delante de vosotros dos caminos: el de la vida y el de la muerte”.

El hombre puede aprovechar la mujer para redimirse o para hundirse en las tinieblas donde existe el llanto y el crujir de dientes.

Desde el amanecer de la vida existe una gran batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. Esa gran batalla entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre los dioses del crepúsculo y los terribles señores de las cavernas tenebrosas, es la lucha entre el bien y el mal. Esa lucha se efectúa en nuestra atmósfera planetaria, en esa esencia brillante que palpita en el aire y que se mezcla con el aire que respiramos, pero sin confundirse con el aire.

Esa esencia también es material y se llama la Luz Astral. Precisamente de esa esencia material está hecho el Cuerpo Astral de nuestra Alma. La Luz Astral es el depósito de todas las formas pasadas, presentes y futuras de la Naturaleza, es el Azoe y la Magnesia de los antiguos alquimistas, el Dragón volador de Medea, el INRI de los cristianos, el Tarot de los bohemios.

Es un fuego desprendido del nimbo del Sol y fijado en la Tierra por la fuerza de la gravedad y por el peso de la atmósfera, el Sol la atrae y la repele. Ella atrae tras de sí la masa planetaria al ser inhalada por el Sol y repele la masa planetaria al ser exhalada por el Sol, siendo esto la causa de la repulsión planetaria. Es la palanca de Arquímedes: “Dadme un punto de apoyo y moveré el Universo”, decía Arquímedes. La Luz Astral es el secreto de todos los poderes y la llave de todos los imperios. Tiene dos polos: uno positivo y otro negativo; el positivo es la Serpiente de bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto, y el negativo es la Serpiente tentadora del Edén. El positivo es la Luz, el negativo son las tinieblas donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

En la Luz moran los hermanos del Amor, en las tinieblas moran las almas extraviadas por los terribles senderos del mal. En la Luz moran los hijos de Dios, en las tinieblas los hijos de las sombras.

Nuestra Tierra está dirigida por Cristo y Yahvé, que viven en lucha eterna.

Yahvé es aquel demonio terriblemente perverso que tentó a Cristo en la montaña y tentándole le decía: “Itababo, todos estos reinos del mundo te los entrego si te arrodillas y me adoras”. Y Cristo le decía: “Satán, Satán, escrito está, al Señor tu Dios no tentarás y sólo a él obedecerás”.

Yahvé es el jefe de la fraternidad negra y Cristo es el jefe de la fraternidad blanca. Los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas en eterna lucha. Cristo tiene sus planes; Yahvé también tiene los suyos. La mitad de la humanidad va con Cristo, la otra mitad con Yahvé.

Todos estos seres buenos y malos viven en la atmósfera astral de nuestro planeta; todos ellos tienen Cuerpo Astral. Allí también moran las Almas de los muertos. El Cuerpo Astral es un organismo que tiene su fisiología, su biología y sus centros de percepción sensorial. El Cuerpo Astral es un cuerpo material, que también necesita comer alimentos afines para su conservación; los muertos también comen, ellos también necesitan nutrir sus Cuerpos Astrales.

El Cuerpo Astral del hombre es femenino, tiene su fisiología y biología femenina y ultrasensible. El Cuerpo Astral de la mujer es masculino, el Cuerpo Astral de la mujer es varón.

El Mundo Astral es un mundo completamente material; la Luz Astral la respiramos y penetra nuestro aire sin confundirse.

Cada Alma blanca tiene una Alma gemela que la antagoniza y es su polo contrario. Existe el Amor y existe el contra Amor. El Amor está representado por Anael, el ángel del Amor y el contra Amor está representado por Lilith.

Anael es un ángel rubio y de blanca túnica; es sonrosado su rostro como la aurora. Anael es el ángel de los hogares, el ángel de la música y la belleza. Anael maneja el rayo positivo de Venus; su Alma contraria, Lilith, maneja las furias, trae las decepciones a los hogares.

Lilith, el alma gemela de Anael es un niño terriblemente perverso; sus cabellos desteñidos y su túnica de colores negro y azul, nos hablan de su naturaleza demoníaca. Lilith maneja el rayo negativo de Lucifer Venus. Cuentan las tradiciones que Jámblico, el gran teúrgo, hizo salir de una fuente estos dos genios ante las atónitas multitudes: el Amor y el contra Amor. Eros y Anteros.

Todo ser humano tiene un Alma Gemela que es su polo contrario, ése es el secreto más grande del Amor, ese es el secreto de las Almas Gemelas.

Cada ser humano tiene una estrella bajo la cual evoluciona y progresa; en esa misma estrella también evoluciona su Alma Gemela, su Alma contraria, y cada paso que el Alma luminosa da en la luz, también lo da su alma tenebrosa en las sombras. Cada estrella tiene dos rayos: uno es positivo y el otro es negativo.

Marte tiene como jefe de su rayo positivo a un ángel bello y hermoso, el divino Elohim Gibor, y como jefe de su rayo negativo y destructor al terrible demonio Andrameleck, el cual está encarnado ahora en China.

La Luna tiene como jefe al divino Jehová y como jefe del rayo negativo al horrible demonio Chavajoth. Jehová, por medio del rayo positivo de la Luna, dirige la sexualidad en su forma más pura y santa. Chavajoth, su Alma Gemela, dirige la pasión animal, la fornicación, en su forma más depravada. Cultiva sus misterios en una caverna tenebrosa y está ahora en el siglo XX encarnado en Alemania. Se hace pasar como veterano de la guerra y trabaja para Yahvé. Tiene túnica y turbante rojos; es de belleza maligna. Así sucesivamente todos los planetas del espacio tienen dos polos, uno positivo y otro negativo.

El ser humano sufre porque no se ha polarizado con las fuerzas positivas de las estrellas; el ser humano es malo y por lo tanto está polarizado con las fuerzas negativas y destructoras de las estrellas, por ello sufre, llora y gime. Pero cuando la humanidad haga carne y sangre la doctrina del Salvador del Mundo y todo el mundo se resuelva a seguir el ejemplo de Cristo, entonces nos habremos polarizado con las fuerzas positivas de las estrellas y habrá felicidad sobre la faz de la Tierra.

Los rayos negativos de las estrellas son terriblemente malignos. Polaricémonos con los rayos positivos, sigamos a Cristo y no a Yahvé, y la felicidad será nuestra.

En el Astral hay templos de luz y templos de tinieblas, y donde la luz brilla más claro es allí también donde las tinieblas brillan más espesas.

En España, Cataluña, existe un templo maravilloso en estado de Jinas. En ese templo maravilloso está guardado el Santo Grial, el Santo Cáliz en que Cristo bebió en la última cena. Ese cáliz está lleno de sangre real, sí, lleno de la sangre del Redentor del Mundo, que José de Arimatea recogió al pie de la cruz. Ese cáliz es de plata y no de oro como piensan muchos neófitos. Ese monasterio sagrado está habitado por los hermanos de la fraternidad blanca. Ellos son los fieles custodios del Santo Grial.

Hubo un tiempo en que ese cáliz y ese templo estuvieron en el mundo físico, pero los Maestros de la Logia Blanca los hicieron invisibles. ¿Cómo? Sencillamente pasaron éstos al Mundo Astral. Esto se llama poner un cuerpo o cuerpos en estado de Jinas. El cuerpo puede ser sacado de la región física y ser colocado dentro de la Región Astral sin perder sus características físicas, queda sujeto a las leyes del Plano Astral y protegido por esas leyes. Las tribus indígenas de América son hábiles en esto. Esto es llamado por los indígenas “encanto”, y así hay lagunas, templos, tierras y montañas encantadas. Los sacerdotes indios guardaron sus templos y objetos sagrados más importantes en esta forma, colocaron sus objetos sagrados dentro de la Cuarta Dimensión y en esa forma los protegieron de la profanación de los civilizados españoles que destruyeron y acabaron con todo lo que encontraron a su paso.

Pero no podía faltar en España un templo de tinieblas para antagonizar al Santo Grial. Ese templo de tinieblas está situado en Salamanca, España. Hablo del salón de la brujería. Ese salón es uno de los tantos salones de los tenebrosos caballeros del Grial negro.

Miremos esta curiosa analogía de los contrarios. El templo de Montserrat –España– es un espléndido monasterio. El templo de Salamanca es un espléndido edificio. El templo de Montserrat tiene dos pisos. El edificio de Salamanca también tiene dos pisos. El templo de Montserrat tiene bellos y dulces jardines. El edificio tenebroso de Salamanca tiene también sus jardines hermosos. La analogía de los contrarios reina en todo el Universo.

Ambos edificios son espléndidos. En ambos edificios se habla del bien, de la verdad y de la justicia. En ambos edificios reina el orden y la cultura. En ambos edificios se habla de la santidad y del Amor. Esto causará asombro al lector y dirá: ¿Cómo es posible que en un templo tenebroso del mal se hable de Amor, de santidad y de respeto? Pero amado lector, no se desconcierte, los magos negros son lobos vestidos con piel de ovejas. Para los magos negros, es bueno y santo todo lo que pertenezca a la magia negra, a Yahvé, a las tinieblas, al mal.

para los magos negros lo que pertenezca al Cristo y a la Luz es malo y perverso. Ellos dicen que los magos blancos son diablos blancos y que Cristo y la Virgen María son personas malvadas. Por eso es por lo que en los templos tenebrosos de esos extraviados hijos del mal, jamás se puede nombrar a Cristo ni a la Virgen.

Si el investigador ocultista penetra con su Cuerpo Astral en el salón de la brujería, se encontrará con unas hermosas y elegantes escaleras en espiral que lo conducirán al lugar sagrado del recinto.

Allí verá un elegante salón con todo el espléndido lujo del siglo XVIII, mullidas alfombras, espejos de cristal de roca, y en medio de aquel espléndido lujo y de aquellos muebles estilo siglo XVIII, la famosa mesa redonda con el tapete de la brujería.

Verá allí también ciertos elegantes caballeros escribiendo en máquina; ésos son los señores del Grial negro, lobos vestidos con piel de ovejas, enemigos del plan de Dios. Seres malvados y corrompidos que sólo hablan de santidad y de Amor y así extravían a millares de almas incautas. El gobernador de aquel elegante salón de la brujería es don Ramón Rubí ferro, caballero tenebroso, que ya llegó al grado de demonio. Sin embargo, sus modales son los de un elegante y respetuoso caballero digno y pulcro.

Cada uno de estos tenebrosos señores lleva rigurosa nota de alguna actividad humana, todos ellos están ocupadísimos trabajando con el gran plan de Yahvé. Todos ellos son enemigos del divino Redentor del Mundo; son enemigos de la evolución humana.

Los martes y sábados a la media noche, son los días preferidos para sus reuniones. Celebran sus fiestas y sus bailes con finura y con respeto y así extravían a millares de almas incautas por los tenebrosos senderos del mal.

Allí concurren millares de personas en Cuerpo Astral, personas de todas las edades y posiciones sociales, llamadas vulgarmente brujas, discípulas de los magos negros, hijas del mal, extraviadas por los senderos tenebrosos.

Rinden devoción principal por una maga negra llamada María de la Altina, comúnmente denominada Santamaría. Cargan con el cuerpo físico por el procedimiento de Jinas: ponen su cuerpo en estado de Jinas, es decir, lo sacan de la región química con la ayuda de Santamaría y en esa forma transportan su cuerpo a través del espacio.

El mago blanco también sabe viajar en Cuerpo Astral para trasladarse a la Santa Iglesia Cristiana, llamada la Iglesia Gnóstica, o a cualquiera de los santos templos de misterios, o sencillamente para investigar en los mundos suprasensibles.

siguiendo la analogía de los contrarios, también sabe cargar con su cuerpo y ponerlo en estado de Jinas, pero no con la ayuda de ninguna maga negra o de ningún demonio, sino con la ayuda de ese Ruach Elohim que según Moisés labrara las aguas en el principio del mundo, con ese Ser semejante al Hijo del Hombre de que nos habla el Apocalipsis, es decir, con la ayuda del Íntimo.

Existe en la silla turca un átomo que le permite al Íntimo poner su cuerpo en estado de Jinas. Yo, Aun Weor, el antiguo hierofante de los misterios egipcios, enseño a mis discípulos a viajar en Cuerpo Astral y a transportarse en cuerpo físico a través del espacio, cuando los estoy preparando para la Iniciación.

El cuerpo queda sumergido dentro del Plano Astral y sujeto a las leyes de ese plano sin perder sus características fisiológicas. El cerebro queda en estado pasivo y el cerebelo entra en la más intensa actividad. Claro que lo que estoy diciendo en esta obra causará risa a los escépticos, pero eso a nosotros no nos interesa, a nosotros los ocultistas lo único que nos importa es la Iniciación.

Los escépticos materialistas son seres totalmente ignorantes; nosotros los miramos con piedad y los perdonamos porque la ignorancia es atrevida. Ellos se sienten orgullosos de sus pobres inventos y nosotros nos reímos piadosamente de sus jugueticos. No los despreciamos, porque el desprecio es muy grande para ellos; sentimos compasión.

En los Mundos Astrales se encuentra el investigador con salones de luz y de tinieblas, hospitales de luz y de tinieblas, templos de luz y de tinieblas.

El que vea el elegante salón de Yahvé-semo y lo visite en el Cuerpo Astral, se quedará deslumbrado por el lujo y la alegría. Allí se encontrará con millares de magas negras de extraordinaria belleza, con música exquisita y deliciosa, con elegantes salones nunca vistos y con riqueza y fastuosidad nunca conocidas. El Alma inexperta que penetre allí llegará a extraviarse y adorará a Yahvé; por eso es por lo que se le debe abrir los ojos al discípulo cuando se le está preparando para la Iniciación.

Los magos negros también tienen su símbolo; ellos respetan y veneran la paila de cobre. Si es sagrada la cruz para los cristianos, la paila de cobre también es sagrada para los magos negros.

El mago blanco adora al Íntimo, rinde culto a su Dios Interno, a la llama de Oreb que arde en su corazón. El mago negro adora a su Satán, es decir, a su yo animal cuyo mantram es Satán. Ese yo animal es una especie de astral inferior, una criatura terriblemente malvada que se nutre de nuestras pasiones y apetitos desordenados.

Cuando el mago abandona el cuerpo material para trasladarse al Astral, queda esa criatura dentro del cuerpo o deambula por las regiones inferiores del Mundo Astral. Ella se nutre de pasiones y por lo tanto su forma y tamaño depende de la clase de pasiones con que la nutramos. En un santo esa criatura tendrá la apariencia de un niño y en un malvado la apariencia de un monstruo terriblemente deforme.

El mago negro fortifica su Satán y en él fundamenta su poder. El mago negro no quiere que el hombre se eleve al estado angélico. Omar Cherenzi Lind, terrible mago negro, fundador de la universidad espiritual de Colombia, exclama lo siguiente: “más vale ser un buen hombre y no un mal ángel”. Los magos negros aman el estado humano y odian el estado angélico, son enemigos de la evolución cósmica.

Los ángeles son hombres perfectos, y el hombre tendrá que convertirse en hombre perfecto por la sangre del Redentor del Mundo, pero eso es lo que no le gusta a los magos negros. El mago blanco ama la castidad y el mago negro ama el coito y lo presenta como lo más natural, como lo único que puede hacer feliz al ser humano. Cherenzi alaba el coito en su obra titulada «Kundalini o la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes»; esa obra es una solemne apología del coito.

«La Iglesia Gnóstica» de Krumm Heller y «El Kundalini o Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes» de Omar Cherenzi Lind, son las dos antípodas del Kundalini. La obra de Krumm Heller es una obra de magia blanca. La obra de Cherenzi es una obra de magia negra.

Hay dos magias sexuales para despertar el Kundalini: la Magia Sexual de los magos blancos basada en la castidad, y la Magia Sexual de los magos negros basada en la fornicación.

Los magos blancos despiertan el Kundalini positivamente, los negros lo despiertan negativamente. El mago blanco hace subir su energía seminal hacia arriba, de las glándulas sexuales al coxis, y de éste hacia arriba hasta la laringe, y de ésta hasta la cabeza, para descender luego nuevamente hasta el corazón, formando un ocho perfecto. El mago negro, según las enseñanzas que Omar Cherenzi Lind da a sus discípulos en secreto, hace subir su semen de las glándulas sexuales por el tórax hacia arriba hasta la cabeza, para descender luego de ésta hacia abajo, por la columna espinal, hasta llegar al centro del Kundalini, despertándolo y haciéndolo fluir hacia abajo para despertar los centros inferiores de la animalidad y convertir al Alma en un demonio, es decir, en la bestia de siete cabezas del Apocalipsis.

Hay 13 iniciaciones blancas y 13 iniciaciones negras. Cristo es el más alto Iniciado de los magos blancos de nuestro planeta, y Yahvé el más alto Iniciado negro de nuestro planeta.

Belcebú es un demonio de treceava iniciación negra; para llegar al grado de Belcebú hay que descender trece escalones. Belcebú viene evolucionando en el sendero negro desde la época de Saturno.

Los magos negros manejan la mente a la maravilla y en eso se especializa el mago negro Cherenzi. Precisamente Cherenzi es el polo contrario del Maestro K.H. (Kout Humi). Cherenzi es el K.H. negro. Cherenzi cultiva sus misterios tenebrosos en una caverna. El yo animal o Satán de Cherenzi se presenta ante la vista del clarividente terriblemente monstruoso. El Alma de Cherenzi usa túnica azul de la gama del infrarrojo y pertenece al tenebroso templo Anagarika.

Cherenzi tiene un Íntimo que no lleva símbolo alguno de haber recibido jamás iniciación blanca, pues hasta la túnica de su Íntimo a duras penas le da hasta las rodillas. Sin embargo, sus discípulos creen firmemente que este demonio es un Maestro de la Logia Blanca. Éste tiene ya en el Astral unos pequeños cuernos de demonio.

Ernesto Lamí, uno de los más altos dignatarios de la escuela de Cherenzi en Colombia, murió loco y paralítico. Despertó el Kundalini al revés y esa fue la consecuencia.

Cherenzi y todos los magos negros, dan extremada importancia al líquido cefalorraquídeo, que es el polo negativo de nuestra energía creadora, que sirve para construir el cerebro y la laringe. Pero no les interesa conservar el polo positivo, es decir, nuestro semen, porque lo necesitan para fornicar incesantemente.

Los ángeles son hermafroditas; ellos tienen los dos polos de su energía creadora hacia arriba, hacia la cabeza. Los hombres y los demonios tienen un polo para arriba y otro para abajo, son medios seres; están incompletos. Los ángeles son hermafroditas y se hallan íntimamente ligados con el Íntimo. El mago blanco aspira a convertirse en ángel y por eso es puro y casto.

El mago negro aspira a ser un Anagarika. El templo Anagarika es un templo de magia negra situado en el Astral. Es un terrible templo demoníaco. Aquel templo se presenta ante la vista del clarividente ejercitado con un piso de losas blancas y negras, paredes rosadas y magos negros meditando con las piernas montadas, la izquierda sobre la derecha por las pantorrillas, y los brazos arqueados sobre las caderas, posición de los “dizque” santos Anagarikas.

Estos terribles demonios son los Anagarikas que dizque ya se pusieron a tono con las fuerzas cósmicas, según el decir de los cherenzistas. Estas almas negras algún día se desintegrarán entre las tinieblas donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes, y sus Íntimos tendrán que regresar al Absoluto sin su Alma, abatidos y fracasados. En cambio el Íntimo de los magos blancos entra al Absoluto triunfante y victorioso con su Alma de Diamante a gozar de la felicidad eterna.

El Íntimo de los magos negros tiene que regresar en un nuevo Día Cósmico a formar una nueva Alma; sí, a conseguir una nueva Alma, porque la que tenía la perdieron, se les desintegró. Ésa es la segunda muerte de que nos habla el Apocalipsis.

La Tierra tiene dos lunas: La luna blanca y la luna negra. La luna negra es un pequeño satélite de nuestro planeta Tierra, que, visto por telescopio, tiene el tamaño de una pequeña lenteja.

El mago disciplinado que sabe manejarse en Cuerpo Astral puede trasladarse allá y entonces puede observar que la luna negra se divide en dos mitades: una de luz y otra de tinieblas. En la luna negra están las almas más depravadas de nuestro planeta, seres que ya son un estorbo para nuestra evolución planetaria. Esos seres han tenido que ser sacados de nuestro globo por los grandes Señores del Destino, pues ya se convirtieron en un obstáculo gravísimo para nuestra evolución, totalmente enemigos del plan de la evolución cósmica y de la Logia Blanca, por doctrina y por convicción religiosa. Esos seres ya no tienen ninguna posibilidad de redención.

Ambas zonas están separadas por una gran portada, por un gigantesco edificio de belleza terriblemente maligna. Allí están los porteros que custodian la región de las tinieblas. Visten túnicas y turbantes rojos y atacan terriblemente al mago blanco que se atreva a entrar por allí. Todo el peso de su ataque lo lanzan contra los órganos sexuales del mago blanco porque saben muy bien que allí está todo el poder del mago.

En la región de las tinieblas está el Summum Supremum Sanctuarium de los magos negros de aquel satélite. Este santuario, ante la vista del clarividente que actúa en su Astral, se presenta como algo terriblemente maligno. Un patio grande, que es el patio de los sacerdotes; un vestíbulo y un Sanctum tenebroso. En el patio de los sacerdotes, se ven los grandes jerarcas de las tinieblas, con sus túnicas de colores marrón o negro, o negro y blanco, y en sus turbantes una línea horizontal con muchas transversales, como una cruz de muchas líneas transversales, signo inconfundible de los magos negros, signos que ellos llevan dibujado en sus capuchones o turbantes.

En el vestíbulo del templo tenebroso, puede observar el clarividente algunas flores negras y algunos cuadros donde aparecen escenas de los señores de las tinieblas. Ya en el interior del santuario tenebroso podemos contemplar un altar y al pie del altar la famosa paila de cobre donde aparecen algunos hijos de las tinieblas entre llamas. Ellos son castigados por sus superiores y están allí por alguna mala acción cometida. Esa mala acción pudo haber sido una obra de caridad o algún buen pensamiento, o en fin algo que se halla relacionado con la luz que ellos tanto aborrecen.

Pues todo lo bueno para ellos es malo y perverso, y el que se atreve a hacer algo bueno allí entre esas tinieblas es despojado de su túnica y arrojado a la paila de cobre con fuego. Este castigo tiene que aguantarlo pacientemente la víctima, hasta que a esos señores tenebrosos se les ocurra levantarle la pena. Esta luna negra está causando con sus irradiaciones terribles daños a la Tierra. Todo el sadismo criminoso de nuestra época se debe a las terribles irradiaciones de ese satélite. Ésa es una octava esfera, allí vemos almas totalmente separadas del Íntimo, completamente perdidas y en estado de desintegración. Esas almas tienen que pasar por la muerte segunda de la cual nos habla el Apocalipsis. Las almas que se alejan de su Íntimo se desintegran.

Para el Alma no hay más salvación que seguir el camino que nos mostró el divino Redentor de la Humanidad, para unirnos con el Íntimo y hacernos inmortales.

También existe un sol negro, que es el contrario del sol blanco y está hecho de materia Astral. Ese sol tenebroso es la sede de terribles y malvados seres. El diamante negro está influido por ese sol tenebroso.

Orhuarpa estableció el culto del sol tenebroso en la Atlántida, y ésa fue la causa del diluvio universal y del hundimiento de la Atlántida. En el corazón de ese sol moran seres de una malignidad terriblemente desconcertante. Seres tan monstruosos como jamás podremos imaginarlos. Un terrible abismo conduce al corazón del sol.

El mago negro Omar Cherenzi Lind tapa todas estas cosas a sus discípulos para que sus ingenuos discípulos sigan creyendo firmemente que es la auténtica reencarnación del Maestro de la sabiduría Kout Humi. A Omar Cherenzi Lind, no le conviene que sus discípulos aprendan a viajar en Cuerpo Astral, ni desarrollen la Clarividencia voluntaria, porque sabe muy bien que entonces quedaría descubierta su identidad y su doctrina se iría al suelo. Él, como punto de partida, empieza por correr un espeso velo sobre sus discípulos, a fin de ponerse a cubierto. Comienza por ridiculizar el desarrollo de los poderes ocultos del hombre.

Se burla de los iniciados y los califica de locos y de ilusos. Se burla de los clarividentes y los ridiculiza con una fraseología ampulosa y acomodaticia. En una palabra, les cierra las puertas hacia los mundos interiores para que no lo vayan a descubrir, y luego que les ha cerrado todas las puertas, les muestra una sola y única puerta, para entrar a ese mundo interior que él les ha cerrado.

Esa única puerta es el despertar del Kundalini a través del coito bellamente cantado por una literatura romántica y melosa, y cuando ya el discípulo ha despertado el Kundalini por el procedimiento del coito, entonces, claro está y eso es perfectamente lógico, que al discípulo se le abren las puertas de los mundos interiores y entra al Astral ya convertido en un demonio, ya convertido en la bestia de 7 cabezas del Apocalipsis, ya convertido en un horrible mago negro.

Dice Cherenzi, defendiendo al coito y a la fornicación, que él, dizque como médico, ha hecho la autopsia de muchos cadáveres y que nunca en ningún coitoso ha encontrado el Kundalini disecado. Pero yo le pregunto al señor Cherenzi: ¿se puede hacer disección sobre el Kundalini? Con esto lo que consigue el señor Cherenzi es probar una vez más su mala fe, pues el Kundalini es un fuego ígneo de naturaleza absolutamente espiritual y por lo tanto no puede ser hallado por ningún bisturí.

Si, como él dice en su obra «El Kundalini», los chakras sexuales generan hormonas duales, conservadoras y vitalizadoras, y si las vitalizadoras se convierten en conservadoras y viceversa, ¿Por qué no ahorrarlas a ambas, si ambas son la base de la vida? ¿Por qué quieren que se gasten en el coito unas y se conserven otras por increción, si ambas se trasmutan unas en otras y por lo tanto en esencia ambas vienen a ser lo mismo? ¿Por qué hemos de derrochar las hormonas, señor Cherenzi?

Nosotros, los gnósticos, sabemos manejar nuestras hormonas y las cuidamos porque sabemos que ellas son la base de la vida. Nosotros no las derrochamos, señor Cherenzi; nosotros las cuidamos como oro. Y sabemos manejar nuestras glándulas sexuales científicamente.

Los magos negros de los llanos de Arauca, en Colombia, practican la Magia Sexual de Cherenzi.

Ellos se reúnen en salones para fornicar, y todo el erotismo pasional lo enfocan en el Kundalini; hacen subir la corriente de hormonas vitalizadoras que se escapan de las glándulas sexuales por increción, de las glándulas ya mencionadas al tórax, y de éste a la cabeza; luego de esta última hacia abajo, por la columna vertebral hasta dar con el Kundalini, el cual al fin se despierta hacia abajo, convirtiendo al hombre en el monstruo de siete cabezas de que nos habla el Apocalipsis, en un terrible y monstruoso mago negro.

Así es cómo le convienen a Cherenzi las cosas, él les tapa todos los caminos hacia los mundos interiores con una fraseología irónica y ampulosa, y sólo les permite la entrada cuando ya sean demonios, que, claro está, quedarán bajo sus servicios en los Mundos Astrales.

Así entró Ernesto Lamí, el venerable Anagarika Hamsa, Instructor Titular de la Universidad Espiritual de Colombia, fundada por Cherenzi. Ernesto Lamí murió loco y demente, ése es el camino que Cherenzi le ofrece a sus discípulos. Ése es el resultado de la magia negra.

Enseña Cherenzi en su «Curso General» a desarrollar el Kundalini al revés, a la inversa, por medio de la fornicación, y en la décima lección, dizque ya sus discípulos pueden transformar el agua en vino. Pero ¿cuál de los discípulos de Cherenzi ha llegado a transformar el agua en vino? ¿Cuál de ellos ha podido hacer en Colombia el milagro que el divino Rabí de Galilea hizo en las bodas de Caná?

Para hacer ese milagro que el Cristo hizo en las bodas de Caná se necesita poseer la fuerza crística, y Cherenzi y todos los magos negros odian la fuerza crística. La fuerza crística es el vino de luz; es la fuerza sexual, es el semen, que nosotros los gnósticos cuidamos, porque sabemos que en ese vino de luz está la redención del hombre. Nosotros los gnósticos sabemos que el semen es sol cristalizado, vidrio flexible maleable, Cristo en estado líquido.

Nosotros cuidamos esa fuerza cristónica con la cual el divino Rabí de Galilea hizo milagros y maravillas en la vieja y antigua Palestina. Pero Cherenzi, justificando la fornicación, dice: “la fuerza sexual por sí sola es realmente perjudicial porque embota las facultades mentales, y agota las reservas de energía vital”.

Ningún mago negro gusta de la fuerza crística, es decir, de la fuerza sexual, como no sea para fornicar y dar rienda suelta a sus apetitos desordenados.

Si el investigador ocultista, armado de sus poderes clarividentes, penetra en la casa de Yahvé situada en el Astral, será muy bien recibido por este demonio, el cual tiene la apariencia de un elegante caballero, muy decente y formidable intelectual. Lo primero que comenzará a hablar aquel demonio, es contra la fuerza crística, él es pues totalmente enemigo de la fuerza crística.

Naturalmente, no es de extrañar que Cherenzi trate de extraviar a sus discípulos hablando contra la fuerza crística, es decir, contra la fuerza sexual. Se disfraza Cherenzi a la maravilla, y se adapta a sus discípulos haciéndoles creer que él es mago blanco; y ellos, como están ciegos y sordos a los mundos interiores que él les ha tapado convenientemente, le creen y le obedecen en todo.

Todo mago blanco es casto. Cristo es casto. Y toda la fraternidad blanca es casta. No se deje meter gato por liebre, querido lector. Ningún coitoso es Maestro de la Logia Blanca; cuídese de los magos negros, ellos son lobos vestidos con piel de ovejas.

Cherenzi afirma que las hormonas vitalizadoras y conservadoras son la base de la vida, y luego se contradice a sí mismo en la forma más estúpida hablando contra la fuerza sexual. ¿Cómo es posible semejante adefesio? Sencillamente lo que trata Cherenzi es de defender el coito, y de hacer la guerra a la fuerza crística, tal como lo hace Yahvé, su dios, su señor al cual él obedece.

Si la fuerza sexual embotara los sentidos, y agotara las reservas de energía vital, entonces los grandes santos y los grandes Maestros de la Logia Blanca, que son absolutamente castos, serían unos seres débiles y enclenques. Pero muy al contrario, ni Cristo, ni los Maestros de la Logia Blanca, jamás han sido débiles ni enclenques, Cristo sanaba a los heridos y curaba a los enfermos y resucitaba a los muertos.

Cristo podía hacer maravillas de esta clase porque él pertenece a la Orden de Melquisedec, los miembros de esta Orden son absolutamente castos y hermafroditas perfectos. Ellos tienen los dos polos; masculino y femenino de su energía sexual hacia arriba, hacia la cabeza, tal como los ángeles y como los primeros hombres que existieron en el mundo.

La humanidad paradisíaca era hermafrodita y la futura humanidad volverá a ser hermafrodita. El fin es siempre igual al principio, más la experiencia del ciclo.

Un hermafrodita divino crea con la palabra. Los miembros de la Logia Blanca son hermafroditas, los miembros de la Logia Negra tienen un polo de su energía sexual para arriba como los ángeles y otro para abajo como los hombres.

En el mineral la energía sexual se expresa como electricidad y magnetismo, tiene su modus operandi propio de ese reino. En el vegetal, la energía sexual se expresa en otra forma, a través de sus pistilos y de sus estilos. En el animal hay épocas de celo en que el animal busca su actividad sexual para reproducirse.

En el hombre el acto sexual depende de su voluntad. Y en el ángel, la sexualidad se expresa en forma creadora a través de la palabra.

El órgano sexual del ángel es la laringe; el ángel tiene sus dos polos sexuales hacia arriba, y por eso crea sin necesidad de cooperación con ningún sexo opuesto. Él es creador por sí mismo. Él se ha elevado hasta la dicha de sentir todos los goces del Amor sin contacto carnal, y entonces crea con el poder del verbo, porque él es varón y hembra al mismo tiempo.

Si el hombre quiere convertirse en ángel, tiene que organizar sus fuerzas sexuales como el ángel, de lo contrario es imposible. Pero a Cherenzi no le interesan los ángeles. Él dice cínicamente que más vale ser un buen hombre y no un mal ángel. Para Cherenzi los ángeles son malos.

La fuerza sexual es la vida, es el poder de los poderes; vemos un paralítico que no puede moverse, un anciano decrépito; muchas veces basta ponerlos en contacto con una mujer para que se llenen de vida y desaparezcan los achaques. La Biblia nos enseña el camino de todas las conquistas con ese mandamiento que está escrito en las tablas de la Ley y que dice: “no fornicar”. Pero no quiere decir que debemos abandonar nuestros órganos sexuales, sino que debemos aprender a manejar nuestra energía sexual.

Para lograr la Iniciación, que es lo más grande que podemos conseguir en la vida, esto lo hablaremos más adelante en el capítulo que trata sobre el Matrimonio Perfecto.

Sucede que al final de cada periodo planetario, la humanidad se divide en dos mitades, una que sigue el sendero blanco, y otra que sigue el sendero negro. Y hay una pequeña minoría que ni son blancos, ni negros, sino sencillamente rezagados.

Al finalizar la época de Saturno, la humanidad se dividió entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. Belcebú, el mago negro de treceava iniciación, es de aquella época. Ha podido pasar las pequeñas Noches Cósmicas, pero la gran Noche Cósmica no la pasará. Este ser terriblemente monstruoso, está totalmente perdido. Tiene la apariencia de un gigante, todo peludo como gorila. Su boca es como de mula, su nariz como de caballo, sus ojos como de toro, sus manos y sus pies enormes y desproporcionados. Lleva capa pequeña de mago negro, y es para los magos negros un dios. Tiene el Kundalini despierto negativamente, lo mismo que Cherenzi, y juega con la mente a la maravilla.

El autor, valiéndose de sus facultades clarividentes, conferenció con el Íntimo de aquel demonio. Lo insté a hacer algo por su Alma:

—No puedo, –me contestó–, he hecho mucho, y no me obedece.

Y así, afligido, se alejó del investigador.

Ese Íntimo viste túnica, y es alto y delgado, tiene grandes ojeras, nariz aguileña, pies y manos gigantescos y feos. Ese Íntimo, al llegar la Noche Cósmica, llamada la Gran Noche, tendrá que entrar al Absoluto sin su Alma, porque su Alma se desintegrará en la octava esfera, en las tinieblas exteriores donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

Al final de la época solar también la oleada humana se bipolarizó en dos tendencias: Una positiva y otra negativa, Cristo es el mayor Iniciado blanco de la época solar, y Yahvé es el mayor Iniciado negro de la época solar. Al finalizar la época lunar sucedió lo mismo; la humanidad se dividió entre ángeles y luciferes.

Los luciferes son demonios, magos negros, y no rezagados, como sostienen Max Heindel y Steiner. A estos iniciados les ha faltado tener conciencia filosófica. Una cosa es ser filósofo y otra cosa es tener conciencia filosófica. Ser filósofo puede ser cualquier buen lector, pero tener conciencia filosófica es otra cosa. La conciencia filosófica es una función del Íntimo y no del intelecto. Para observar en lo suprasensible hay que tener conciencia filosófica.

El hombre, si no hubiera sido por los luciferes, se habría elevado hace ya mucho tiempo al reino angélico sin perder su condición paradisíaca. Los mismos ángeles le hubieran dado autoindependencia; para ello no se hubiera necesitado de luciferes, como erradamente sostienen Heindel y Steiner.

El clarividente que observe a Lucifer, el jefe de los luciferes, podrá ver un terrible y maligno personaje de cabeza gigantesca y formidable intelecto, es terriblemente coitoso y destructivo, es un mago negro, criminoso, estimula el intelecto y las guerras, y es enemigo del plan cósmico por convicción religiosa.

En la luna blanca viven los seres que realmente son rezagados y no magos negros, sino sencillamente rezagados.En la luna negra, los enemigos del plan cósmico.

Los rezagados terrícolas viven en la cara de la luna que nunca vemos. Y los magos negros más depravados, en la luna negra. Los rezagados viven en la luna blanca, son gentes vulgares, demasiado ignorantes e incultas, aman mucho la costura, y no son malas, sino atrasadas. No hay pues que confundir a los rezagados con los magos negros.

La vida siempre se bipolariza al final de cada gran período cósmico, y eso fue lo que le faltó saber al Maestro Steiner y nuestro querido hermano Max Heindel.

Una cosa es ser rezagado, y otra cosa es ser enemigo del plan cósmico. De esa palabra, “rezagado”, han abusado mucho nuestros escritores teosofistas y rosacrucistas.

En nuestro periodo terrestre la oleada humana ya se biporalizó desde la época atlántida.

Pero el mal no hace sino darle fuerza al bien. Si no fuera por las tinieblas, no aspiraríamos a la luz. La virtud se hace fuerte por medio de la tentación. Y hasta los dioses más elevados tienen siempre el peligro de caer. Sólo cuando ya nos hemos libertado de las leyes de la Naturaleza, y hemos entrado al Absoluto, hemos ganado la verdadera felicidad eterna, porque el Absoluto es nuestro verdadero hogar.

La gran batalla de que nos habla la Biblia es la gran batalla de Gog y de Magog, que se realizará cuando venga Yahvé, el cual nacerá en Palestina. En ese entonces definitivamente se sabrá quiénes siguen con Yahvé y quienes con Cristo. Esa es la batalla final de que nos habla la Biblia. Ese es el profeta que aguardan los judíos, ellos siguen a Yahvé, y Yahvé los llamó mi pueblo predilecto.

Índice

Capítulo 4.- Las Siete Iglesias

Nuestro Cuerpo Astral tiene, como ya dijimos, siete soles, en correspondencia con siete glándulas importantes de nuestro organismo, y esto es precisamente lo que vamos a estudiar en el presente capítulo.

Nuestro Cuerpo Astral está en íntimo contacto con el sistema nervioso gran simpático. Ése es el timón, la palanca desde donde el Alma maneja su cuerpo. Así pues, el sistema central cerebro-espinal es la sede del Íntimo, y el sistema secundario la sede de nuestra Alma.

Entremos ahora a estudiar las siete iglesias a la luz de ese libro que los católicos ni los protestantes han podido comprender, y que se llama el «Apocalipsis».

“Juan a las siete iglesias que hay en Asia, (es decir a los siete centros magnéticos de nuestro organismo) gracias a vosotros, y paz de aquel que es y que será y que ha de venir y de los siete espíritus que están delante de su trono”. (El trono del Íntimo es el cuerpo, y los siete espíritus son jerarcas divinos que rigen los siete centros magnéticos de nuestro maravilloso organismo).

Los versículos quinto, sexto y séptimo prácticamente se refieren a la caída del hombre, a su salida del estado paradisíaco, a la pérdida de su poder, que es como si se tratara de una muerte que puede muy bien ser simbolizada por la muerte de nuestro Señor Jesucristo.

Pero al fin el hombre se resolverá a seguir el sendero de la santidad y de la castidad, y entonces se unirá o fusionará con su Íntimo y se convertirá en el Alma de Diamante del Íntimo. Esto está simbolizado por la resurrección del Señor.

Realmente, querido lector, en la Alta Iniciación el hombre se desencarna porque se une con el Íntimo

El Gólgota corresponde a la Iniciación. Y explicando el versículo veinte dice claramente el Apocalipsis: “El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra y los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias”.

Aquí pues, sin la menor duda trata el Apocalipsis detenidamente de explicar nuestros siete centros o Chakras de nuestro organismo, en una forma clara y precisa. Para entender el Apocalipsis se necesita ser “Iniciado”.

Las siete iglesias son: la de Éfeso, la de Esmirna, la de Pérgamo, la de Tiatira, la de Sardis, la de Filadelfia y la de Laodicea.

Son siete Chakras de nuestro organismo Astral, cada Chakra de éstos es una iglesia, y cada iglesia está comunicada con el Íntimo por medio de la Luz Astral. Cuanto más puro y casto es un nombre más luz tiene. El capítulo segundo trata el Apocalipsis de las cuatro iglesias inferiores de nuestro organismo, y son: el fundamental o básico, el esplénico, el umbilical y el cardíaco. Y en el tercer capítulo habla de los tres superiores, el laríngeo, el frontal y el coronario.

Desde el versículo primero hasta el séptimo trata el Apocalipsis del plexo pélvico, espinal o coxígeo. Ésta es la iglesia de Éfeso, éste es el centro creador del hombre, éste es el Kundalini o Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes; ésta es la espada flamígera del querubín que guarda el Paraíso. Cherenzi, en su obra de magia negra titulada «Kundalini o Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes», alaba la fornicación y prácticamente se declara enemigo de las enseñanzas de la Sagrada Biblia.

Cherenzi alaba en esa obra lo que la Biblia condena. Dice textualmente:

“Eva comió de la fruta prohibida entregándose a la displicencia sexual, –es decir, a la fornicación que tanto condena la Biblia– y procediendo a unirse a Adán. Esto implica que por la vía sexual (Aquí vía sexual la emplea Cherenzi como sinónimo de coito o fornicación pasional) se operó el magnífico milagro de la superación, ya que, al mismo decir de la Biblia, tanto Eva como Adán se convirtieron en Dios por ese mismo hecho trascendental”.

Aquí Cherenzi quiere decir que, por medio de la fornicación, el hombre se convierte en un dios. Es decir, aquí Cherenzi insiste en la doctrina de los magos negros, es decir en desarrollar el Kundalini negativamente por medio de la lujuria para convertirse en un dios negro; sí, querido lector, en un Belcebú, en una bestia monstruosa.

La Biblia refuta a Cherenzi con las siguientes frases:

“Y mandó Jehová Dios al hombre diciendo: de todo árbol del huerto comerás, más del árbol de ciencia del bien y del mal, no comerás de él, porque el día que de él comieres, morirás”. Capítulo 2°, versículo 17.

Es decir, Jehová se muestra en contra de la fornicación, y Cherenzi y todos los magos negros están a favor de la fornicación desde aquel lejano pasado. Precisamente si no hubiera sido por ese falso concepto que tienen de la sexualidad estos demonios, no hubiera necesitado el hombre salir de su estado paradisíaco.

La fornicación es la base fundamental de la magia negra.

La astucia de estos demonios y su deseo de hacer prosélitos para la muerte, no ha descansado desde el Paraíso hasta nuestros días.

En la Serpiente está la redención del hombre, pero hay que ponernos en guardia contra las astucias de la Serpiente. No olvidemos que la Serpiente es un símbolo de nuestros órganos sexuales, y que ella nos puede convertir en ángeles o en demonios.

Hay que contemplar el Árbol del Paraíso, hay que contemplar su fruta, hay que admirarla con éxtasis divino, pero no comerla, porque, como dijo Jehová: “si comieres de ese fruto, morirás”.

Hay dos magias sexuales para despertar el Kundalini: La una que obedece a Jehová, y la otra que obedece a Lucifer. Son dos sexualidades: una que crea para la vida, la otra que crea para la muerte. La una es magia blanca, la otra es magia negra. La castidad nos convierte en dioses, la fornicación nos convierte en demonios.

Los setianos adoraban la gran luz, y decían que el sol, en sus emanaciones, forma nido en nosotros y constituye la Serpiente. La Serpiente sexual, como ya dijimos, es nuestro Kundalini. Los nazarenos decían: “todos vosotros seréis dioses si salís de Egipto y pasáis el mar Rojo”. Tenían como objeto sagrado un cáliz, en el cual tomaban el semen de Benjamín, y nunca faltaba sobre sus altares gnósticos el símbolo sagrado de la Serpiente, la cual es símbolo de nuestros órganos sexuales y de nuestro Kundalini, en el cual está la redención del hombre.

La fuerza, el poder que acompañó a Moisés, fue la Serpiente sobre la vara, que luego se convirtió en la vara misma. Ella fue la que habló a las demás serpientes y la que habló a Eva. Moisés en el desierto mostró a su pueblo la Serpiente sobre la vara, y les dijo que el que aprovechara esa Serpiente no sería dañado durante su trayecto. Todo el poder maravilloso de Moisés residía en su Serpiente, es decir en el semen y en la castidad.

Sí, querido lector, en nuestros órganos sexuales está la redención del hombre. Aprovechemos nuestra Serpiente. No olvidemos que nuestra redención está exclusivamente en el acto sexual, en la Magia Sexual de los magos blancos. Acerquémonos a la mujer, pero no forniquemos. Acariciémosla dulcemente con un amor profundo, pero no forniquemos, ciñámonos a la fórmula del mago blanco: Inmissio membri virilis in vaginam feminae sine ejaculatione seminis (Introducir el miembro en la vagina y retirarlo sin derramar el semen). Y así despertará nuestro Kundalini positivamente, como los magos blancos, y no negativamente, como nos lo enseña a desarrollar el mago negro Cherenzi en su obra de magia negra titulada, «El Kundalini o la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes».

El deseo refrenado hará subir nuestro líquido seminal hacia arriba, hacia la cabeza, a lo largo de la columna vertebral y por ciertos canales llamados Idá y Pingalá.

si practicamos este ejercicio, abrimos la puerta de la santa iglesia de Éfeso, y el querubín que guarda el Paraíso, es decir, nuestro Íntimo, nos entregará la espada flamígera y entraremos vestidos con el traje puro de la castidad a cenar con él y él con nosotros en el Paraíso. Un sopor de siglos impenetrables pesa sobre los grandes misterios de la Serpiente.

En la noche aterradora de las edades, los austeros y sublimes hierofantes guardaban con minucioso sigilo la sabiduría de la Culebra. Los grandes sacerdotes de la Serpiente habían jurado silencio bajo los austeros muros de los templos de misterios. Los misterios de la Serpiente se conocían en todas las escuelas de misterios. En todas las sociedades iniciáticas del pasado, la sabiduría de la Serpiente ha sido siempre la base misma de los misterios.

Esta profunda ciencia se cultivó en Egipto, en Grecia, en Roma, en Babilonia, en Siria, en la Persia de los magos, en la vieja y antiquísima India de los Rishis, en los terribles misterios de los aztecas y en los incas y en los misterios gnósticos hasta nuestros días.

En el canto de Homero a Deméter, encontrado en una biblioteca rusa, se ve que todo gira alrededor de una ciencia terrible, fundamentada en la sabiduría de la Serpiente.

En ese canto arcaico aquel gran Iniciado llamado Homero, aquel poeta que cantó a la vieja Troya y a la cólera de Aquiles, nos deja ver que en los misterios de Eleusis todo giraba alrededor del acto sexual.

En aquellos misterios se describía un hecho fisiológico-cósmico de gran trascendencia. El misterio divino del sexo brilla con resplandor terrible en todas las antiquísimas escuelas de misterios.

En Egipto vemos frente a Isis, el eterno femenino, al dios Osiris, el eterno masculino. En Fenicia, frente a Hércules, a Dagón. En Grecia, Apolo y Diana; en Ática, Plutón y Perséfone. Pero ya entre ellos se manifiesta más claramente el de la Serpiente sagrada, y habla claramente del Phalo y el Útero. Es el Lingam-Yoni de los misterios griegos.

En aquel viejo y antiquísimo Egipto de los antiguos hierofantes, los viejos sacerdotes encanecidos en la sublime ciencia de los magos, representaban al dios Ibis de Thoth con el miembro viril en estado de erección, y sobre él una flor de loto, y junto una inscripción mural que decía: DADOR DE LA RAZÓN.

En ese arcaico Egipto, los viejos sacerdotes de la Serpiente esculpieron en bajorrelieves y muros antiquísimos, la Serpiente sagrada, símbolo viviente de los órganos sexuales. Ellos labraron en gigantescas piedras símbolos fálicos milenarios. Pero ¡Ay de aquel que violaba sus votos de silencio!, porque era condenado a muerte cruenta. Se le cortaba su cabeza, se le arrancaba el corazón y sus cenizas eran arrojadas a los cuatro vientos.

La sabiduría de la Serpiente es el Gran Arcano. Es el secreto indecible del Gran Arcano.

El Gran Arcano quiso ser divulgado por algunos iniciados antes de la Revolución Francesa, pero los tiempos no estaban maduros, y entonces un gran poeta Iniciado francés advirtió a los divulgadores del secreto indecible, la suerte que les aguardaba. A unos les pronosticó en célebre banquete el cadalso, a otros el puñal, el veneno, el exilio o la horca, y todos sus pronósticos se cumplieron matemáticamente.

En la Edad Media todo Iniciado que intentaba divulgar el Gran Arcano, era muerto, ya por los ramilletes perfumados, ya por las camisas de Nesus, o por el puñal.

Pero, ¿Cuál era la causa de tanto escrupuloso silencio? ¿Por qué motivo se conservaba tan sigilosamente guardada la sabiduría de la Culebra? Sencillamente para que el hombre, no preparado aún, no cayera en terrible desgracia y se convirtiera en demonio.

El despertar del Kundalini negativamente, tal como lo enseña Cherenzi y todos los magos negros a sus discípulos, convierte al hombre en la bestia de siete cabezas del Apocalipsis, y armado de un poder horrible puede sembrar el desorden en el Universo.

Pero los tiempos han cambiado; mucho se ha descorrido el velo, y entonces a mí, Aun Weor, antiguo hierofante de los misterios egipcios, me tocó la misión de rasgar el velo, que ya en parte se había corrido, y tocar la solemne campanada de la edad de Acuario, mostrar el camino del Matrimonio Perfecto y de la Sagrada Familia. Esto lo hago en vista de que la Magia Sexual es ya en parte conocida por muchos espiritualistas. Y hay necesidad de abrirles bien los ojos a los seres humanos para que no cometan errores.

Realmente para despertar el Kundalini se necesita de la mujer. Pero el Iniciado sólo puede realizar operaciones de Magia Sexual con su esposa sacerdotisa, con su esposa y únicamente con su esposa. Ningún Iniciado puede ser adúltero, y el que, valiéndose de estos conocimientos, cometa atropellos y abuse de sus semejantes, cargará con un castigo horrible en esta y en futuras reencarnaciones.

El que quiera practicar Magia Sexual, debe ser casado y respetar y amar a su esposa. Ella debe convertirse en su sacerdotisa, por medio de ella despertará su Kundalini y abrirá las solemnes y sagradas puertas de la iglesia de Éfeso. Entrará en los misterios solares, en el santuario sagrado, en el santuario de oro. Y así se convertirá en el Alma de Diamante del Íntimo.

La fuerza sexual es un arma terrible. Los científicos no han podido dar con el origen de la electricidad, es decir, con su causa causarum. ¿Por qué? Sencillamente porque ellos no conocen la fuerza sexual, ellos únicamente conocen los órganos sexuales, pero no la fuerza que vibra a través de ellos.

La sexualidad no solamente está en nuestros órganos sexuales, sino en todo nuestro cuerpo, y en todo el Universo. En cada punto atómico del espacio. Ella es la causa de la electricidad. Sí, querido lector, el Kundalini del Logos es la causa de la electricidad. El Kundalini del Logos tiene un movimiento serpentino en todo el Universo. El Logos es un ser hermafrodita de extraordinaria belleza. Tiene unos ojos grandes y azules que reflejan la inmensidad del infinito. Un rostro de sublime anciano, y usa un manto azul divino que le da hasta los pies. La fuerza sexual de ese ser sublime es la causa de la electricidad. Esa fuerza es masculina y femenina a la vez, pues ese ser es hermafrodita.

El polo masculino de la fuerza sexual del Logos del Sistema Solar es la causa de la electricidad, y el polo negativo de la fuerza sexual del Logos del Sistema Solar es la causa del magnetismo. Electricidad y magnetismo son la causa del equilibrio universal.

La fuerza sexual en manos de los magos blancos o negros es un arma terrible. Es el pensamiento el que atrae a la espina dorsal el fluido sexual para depositarlo en su bolsa respectiva.

Con el derrame de este fluido, el Cuerpo Astral recoge de los infiernos del hombre millones de átomos demoníacos en el reemplazo de los perdidos, y el Cuerpo Astral se oscurece tenebrosamente. Pero si este fluido es contenido por medio de la Magia Sexual, es decir, si dominamos el impulso sexual y cumplimos con la ley de no fornicar, entonces este fluido vuelve a nuestro Cuerpo Astral duplicado en luz, y nuestro Cuerpo Astral brilla y resplandece con una luz blanca inefable, con la luz sagrada del Cristo, con la luz de los santos Maestros. Porque el semen es Cristo en nosotros, y esa sustancia cristónica es la sangre redentora. Por eso Cristo en su calidad de Cristo Cósmico dijo:

“Yo soy el pan de vida, yo soy el pan vivo, si alguno comiere ese pan, vivirá eternamente, el que coma mi carne y beba mi sangre, tendrá la vida eterna y yo le resucitaré. El que coma mi carne y beba mi sangre, en mí mora y yo en él

Cristo es la luz del mundo, porque es la luz del Sol. Si no fuera por el Sol, nada existiría. Cristo es el alma del Sol. El Sol hace crecer las plantas, y en la semilla queda el poder de reproducirse, es decir, todo el poder del Sol queda encerrado en la semilla. El Sol es el cuerpo de Cristo, él tiene al Sol por cuerpo. Luego la luz del Sol que queda encerrada en la semilla, es la luz de Cristo. Así pues, en toda semilla vegetal, animal o humana, está encerrada la esencia de Cristo. La semilla humana es el semen, y por ello el semen es la sustancia del Cristo en el hombre.

La parte astral de esa misma sustancia es la misma sustancia del cuerpo astral del Cristo que penetra en todo el astral de la tierra y la ilumina desde que se sacrificó por la humanidad en el Gólgota. Desde aquella hora del Viernes Santo a las tres de la tarde, Él tomó a la Tierra también por cuerpo, y Él penetró en el interior del planeta terrestre, y esa fue la causa del terremoto que se produjo aquel día. Desde ese entonces el cuerpo astral del planeta está penetrado por el cuerpo astral del Cristo.

Precisamente por eso es por lo que nuestro cuerpo astral es nuestro Crestos, es nuestro mediador, es el instrumento que tenemos para unirnos con el Íntimo. “Nadie llega al Padre –es decir, al Íntimo–, sino por mí”, dijo el Cristo.

Por eso es por lo que tenemos que fortalecer y robustecer nuestro Cuerpo Astral. Practicando la Magia Sexual de los magos blancos, robustecemos nuestro Cuerpo Astral, porque con cada acto de Magia Sexual blanca, como ya dijimos, el fluido sexual, es decir, el semen o líquido astral vuelve al Cuerpo Astral aumentado en luz y en cantidad y calidad.

La tentación es fuego, el triunfo sobre la tentación es luz.

El deseo refrenado hará subir el líquido astral hacia arriba, hacia la glándula pineal, y así se convierte en Dios.

No hay que derramar ni una sola gota de semen, porque en el semen y en la médula se halla la redención del hombre. Al excitar el aparato sexual para relacionarse con la esposa sacerdotisa, el semen aumenta, y al retirarse sin derramar el semen, el semen sube hasta la cabeza, despierta la glándula pineal, se hace el hombre clarividente, y al fin, despierta el fuego del Kundalini, el cual rompe los siete sellos de las siete iglesias y une al hombre con su Íntimo. El fuego del Kundalini es despertado por el Íntimo, y nadie sino él debe romper los siete sellos con la espada flamígera. Pero Cherenzi, y los magos negros despiertan el Kundalini negativamente con el coito del fornicario libertino, y con la concentración y autosugestión, tal como lo enseña en su obra sobre el Kundalini.

El mago blanco ruega al Íntimo durante la Magia Sexual para que le despierte el Kundalini. El mago negro, durante la Magia Sexual negra o culto fálico basado en la fornicación, se concentra en el Kundalini, y por medio del erotismo pasional y de la fornicación, despierta el Kundalini negativamente y se convierte en un horrible monstruo.

En el Apocalipsis, nadie sino únicamente el Cordero rompe los siete sellos del libro humano que es nuestro organismo. Ese ángel es vuestro Íntimo. El Apocalipsis, pues, refuta a Cherenzi en una forma absolutamente definitiva.

Veamos los versículos 1°, 2°, 3° del capítulo quinto del Apocalipsis:

“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos. (Este libro es el cuerpo humano, y los siete sellos son los siete centros magnéticos del hombre).

Y vi un ángel fuerte predicando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?

Y ninguno podía, ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, ni encima de la tierra, abrir el libro ni mirarlo”.

Es decir, aquí el Apocalipsis nos dice que los siete sellos sólo deben ser abiertos por el Cordero, es decir por el Íntimo.

El Kundalini es la espada del Íntimo. Dice el Apocalipsis en su versículo 17 del capítulo 7, lo siguiente:

“Porque el cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes vivas de aguas, y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.

El Cordero es el Íntimo. Y sólo el Cordero, querido lector, debe romper los siete sellos del Apocalipsis, sólo nuestro ángel interior debe manejar la espada del Kundalini. Sólo la sangre divina de nuestro Señor Jesucristo debe despertarnos el fuego del Kundalini. Cuidémonos de los magos negros.

Continúa el Apocalipsis:

“Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono, y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y palmas en sus manos. Y aclamaban en alta voz diciendo: salvación a nuestro Dios, que está sentado sobre el trono, y al cordero”. Versículos 9° y 10°, capítulo 7 del Apocalipsis.

Debemos luchar hasta conseguir la castidad perfecta, “porque si no, vengo a ti y moveré tu candelabro de su lugar, si no te corrigieres”. Es decir, llanto, tinieblas y amarguras para los hijos de la fornicación, esto es lo que quiere decirnos el Apocalipsis. Pero “al vencedor daré a comer del árbol de la vida que está en medio del paraíso de mi Dios”, esto es, que despierta el Kundalini por medio de la Magia Sexual del mago blanco, y entonces cumple la frase de Jehová “he aquí Adán, cómo se ha hecho uno de nos, sabiendo el mal y el bien”.

Entonces el querubín, es decir su Íntimo, le entrega la espada que arrojaba llamas y le impedía el paso al Paraíso, y el hombre, por su Alta Iniciación, se une con su Íntimo y se convierte en un Dios.

El vapor que se levanta del semen es el que destapa o rompe los siete sellos del Apocalipsis. Pero el vapor seminal del mago negro está dirigido hacia la tierra, y ata al hombre hacia las regiones infernales, donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

Abrir el primer sello es despertar el Kundalini. El color de ese centro es rojo sucio en el libertino, rojo amarillo en el Iniciado, rojo azul púrpura en el místico Iniciado.

El fuego sagrado, se despierta por el contacto de dos polaridades, una positiva y otra negativa.

El positivo es la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto, y el negativo es la Serpiente tentadora del Edén. El positivo está formado de átomos solares y el negativo de átomos lunares. Ambas serpientes se enroscan en la vara del caduceo de Mercurio, es decir, en nuestra columna espinal. Con la positiva luchamos por dominar a la negativa durante la Magia Sexual, y claro está que a fuerza de estar dominando el impulso sexual, terminan por unirse ambas culebras en el centro básico o fundamental, es decir, en la iglesia de Éfeso. Entonces, por inducción de esas dos fuerzas, nuestra Culebra Ígnea comienza a moverse, rompe la bolsa membranosa en que se halla encerrada, rasgando esos tejidos y produciendo gran dolor. Y luego, avasalladoramente, se abre paso por todo el centro de la columna vertebral, dentro de la cual existe un canal llamado canal de Sushumna. El orificio inferior está tapado en personas comunes y corrientes, pero los vapores seminales abren ese orificio para que pueda penetrar por allí la Culebra Ígnea.

Del canal de Sushumna se desprenden ciertos hilos nerviosos que conectan a los siete Chakras o siete centros magnéticos con la columna espinal y con el fuego sagrado al ascender éste por dicho canal de Sushumna. Y entonces este fuego lógicamente enciende los siete soles de nuestro organismo al ascender por ese canal central de nuestra columna espinal.

El Kundalini coordina todos los chakras humanos en una forma armoniosa. Podríamos representar todo esto por una vara con siete flores, toda hecha fuego por el Kundalini. La vara representaría nuestra columna espinal y las flores los chakras o centros magnéticos, mientras los tallos de las flores, simbolizarían los finos hilos nerviosos que conectan a nuestros Chakras con el Kundalini, que asciende avasalladoramente por el centro de la vara. Siete bombillos eléctricos conectados con el alambre de alta tensión del Kundalini. Es claro que estos bombillos se encienden porque están conectados con la energía del Kundalini.

El orificio inferior del canal de Sushumna se abre, como ya lo dijimos, por los vapores seminales, pero esto se realiza bajo la dirección de un átomo angélico que reside en el semen.

El semen es un campo de batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. Precisamente, allí está la base misma de la gran batalla entre los magos negros y los blancos. Allí están fundamentados los dos conceptos antagónicos del sexo, base misma de la magia blanca y de la negra: el concepto de Jehová, y el de Lucifer. Esos dos conceptos viven en eterna batalla desde el paraíso.

Krumm Heller, Huiracocha, defiende el concepto de Jehová; Omar Cherenzi Lind defiende el de Lucifer. Ángeles y demonios en eterna batalla desde el Paraíso hasta nuestros días.

Las dos corrientes solares y lunares de nuestro organismo se llaman corrientes de Idá y de Pingalá y fluyen por dos cordones nerviosos a lo largo de nuestra columna vertebral.

Cuando el Kundalini llega a la cabeza donde reside el centro coronario, entonces el hombre se une con el Íntimo, y se convierte en el Alma de Diamante del Íntimo. Y así el Íntimo, por medio del Kundalini, enciende los candelabros de las siete iglesias.

El centro fundamental tiene cuatro pétalos de los cuales sólo dos están en actividad, los otros dos entrarán en actividad por medio de la Iniciación. Ésta es la iglesia de Éfeso, donde está enroscada nuestra Culebra Ígnea.

Luego se abre la iglesia de Esmirna. Éste centro es el del bazo y tiene seis colores astrales: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violado. El polo negativo de este centro es el semen en el macho, y el positivo actúa durante la gestación en la hembra. Este centro es de básica importancia porque es el conducto y puerta de la vida. Por allí entran y salen las fuerzas solares o fuerzas crísticas que animan a nuestro organismo. Éste es uno de los centros más importantes de nuestro semen cristónico. Por este centro entra la vida a nuestro organismo.

El tercer centro que se enciende es el umbilical. Ésta es la iglesia de Pérgamo.

No estoy de acuerdo con el Mago Jefa, doctor Jorge E. Adoum, cuando éste afirma en su obra «La Zarza de Oreb» que en este centro umbilical se halla la Silla de Satán. Yo sitúo esta Silla en el hígado y no en el Plexo Solar.

Yo considero que ese yo animal, especie de astral inferior, cuyo nombre mántrico es Satán, tiene su Silla en el hígado. Y por ello digo que a Cristo lo tenemos crucificado en el hígado. Allí en el hígado residen nuestros apetitos más bestiales. Que observe el Mago Jefa clarividentemente este centro y se convencerá de mi concepto.

El Plexo Solar es un centro telepático de extraordinaria importancia. Nosotros tenemos una verdadera estación inalámbrica en nuestro organismo. La glándula pineal es nuestro centro emisor y el Plexo Solar nuestro centro receptor. Las ondas mentales de los seres que nos piensan, llegan a este centro telepático o cerebro de emociones y de allí pasan a nuestro cerebro, donde esos pensamientos se nos hacen conscientes.

La cuarta iglesia es la iglesia de Tiatira. Éste es el centro del corazón, ésta es la sede del Dios viviente. Dentro de este centro palpita la vida de todo nuestro organismo, y está en íntima correspondencia con el corazón de nuestro Sistema Solar, es decir con el Sol. En nuestro corazón hay átomos solares y leyes divinas inefables, y está análogamente construido con el corazón del Sistema Solar, es decir, con el Sol.

El Sistema Solar es el cuerpo de un maravilloso ser llamado el Logos del Sistema. Visto desde lejos, el Sistema Solar tiene la forma de hombre caminando a través del inalterable infinito. El Logos del Sistema Solar usa un manto azul de distinción, que le da de la cabeza hasta los pies, tiene la apariencia de un sublime anciano, con un rostro majestuoso y unos ojos grandes y azules del color del cielo, donde se refleja la inmensidad del infinito.

Si observamos la superficie del Sol, veremos clarividentemente un terrible y gigantesco abismo negro y tenebroso, al cual no se le ve fondo. Sólo observando minuciosamente, puede verse allá, en la terrible oscuridad, llamas, fuego. Ésa es la puerta de entrada al corazón del Sol. En el profundo abismo hay un vestíbulo hecho del mismo aroma del fuego; ése es el vestíbulo del secreto santuario donde palpita la vida del Sistema Solar. Allí en ese vestíbulo hay un Maestro, guardián de ese estrecho sendero que conduce hasta el corazón del Sol. Ese Maestro bendice con su ramo de olivo al que llegue hasta allí, pero sólo se le permite el paso a los iniciados bien preparados. Naturalmente, todo esto es astral y no físico.

En el centro del corazón del Sol hay un misterioso hospital astral, donde se tratan los cuerpos internos de muchos iniciados.

También en el centro del corazón del Sol moran los siete santos que dirigen los siete rayos cósmicos, de los cuales el más importante es el rayo de Sushumna, que vibra con la aurora. Ése es el rayo del Kundalini, que es el rayo querido de los yoguis, es el rayo de los magos, ésa es la hora especial para practicar el culto gnóstico de Magia Sexual, esa es la aurora, la hora para conectarnos con la sacerdotisa.

Para conocer la vida que palpita en el corazón del Sistema Solar, tenemos que analizar por analogía. Hundiéndonos por la meditación interior en nuestro corazón, cayendo de rodillas en la santa iglesia de Tiatira y adorando al Íntimo, conoceremos por analogía la vida del corazón del Sol.

La vida solar se manifiesta como Tattva, pero para conocer los siete Tattvas se necesita conocer los siete alientos del Dragón de la Sabiduría, es decir, del Logos. Esos siete alientos los podemos manejar con los poderes de nuestro Íntimo, porque el Íntimo puede controlarlos desde su propio origen; sólo así nos podemos hacer Maestros de los Tattvas, para ello necesitamos unirnos primero con el Íntimo.

¿Qué sabe Cherenzi de Tattvas? ¿Acaso él conoce los alientos de ese Dragón de la Sabiduría, que él niega? Cherenzi es ateo, él dice que no hay Dios, sino fuerzas, y esto lo disfraza con budismo.

Ningún ateo puede ser Maestro de Tattvas, porque los Tattvas son siete alientos del Dragón de la Sabiduría, que en el Mundo del Espíritu Divino se manifiestan como siete corrientes de ideas; en el Mundo del Espíritu de Vida, como siete oleadas de vida; en el Mundo de las Causas Naturales, como siete corrientes de causación cósmicas; en el Mundo de la Mente, como siete corrientes de pensamientos; en el Mundo Astral, como siete corrientes de deseo; en el Mundo Etérico, como siete Tattvas, y, por último, en el mundo físico, como la condensación exacta de las siete clases de ideas cósmicas que el Logos emitió en el amanecer de la vida, para construir su maravilloso Sistema Solar.

Sólo el que se une con su Dios Interior puede ser Maestro en Tattvas. Cherenzi, al hablar de Tattvas, no hace sino poner de manifiesto su ignorancia.

El centro del corazón nos da la intuición divina que nos permite saber sin razonar; ése es el centro de la intuición. Tiene doce pétalos, seis activos y seis inactivos, pero con el despertar del fuego sagrado todos los doce pétalos entran en actividad. Hay que actuar sobre el corazón por medio de la oración.

El quinto centro es la iglesia de Sardis. Cuando el fuego sagrado despierta este centro, es decir, cuando enciende el candelabro de esta iglesia, el hombre adquiere Clariaudiencia, u oído oculto. Este centro nos da también la Clarividencia mental y el sintetismo conceptual.

¿Cómo puede hablar Cherenzi a sus discípulos de sintetismo conceptual sin desarrollarles este centro laríngeo? La Clarividencia en el mundo de la mente, y el sintetismo conceptual, sólo se adquieren desarrollando el centro de la tiroides. Cuando el Kundalini enciende este candelabro, todos estos poderes se hacen manifiestos.

Éste es el órgano sexual de los ángeles. Los ángeles crean por medio del verbo. El Cristo que tiene los siete espíritus ante su trono, le amonesta: “Sé vigilante y fortifica a las otras cosas que estaban para morir... Porque si no velares, vendré a ti, y la tristeza oprimirá tu corazón”.

Cuando el fuego del Kundalini asciende a este centro, ese mismo fuego sexual del Kundalini, de naturaleza masculina y femenina a la vez, se convierte en creador por medio del verbo, y entonces el Iniciado es capaz de crear cualquier cosa viviente con su pensamiento, y luego materializarlo por medio del verbo. Así es cómo crean los ángeles; pero para llegar a ser como ellos, nos toca organizar nuestras fuerzas sexuales en la misma forma en que ellos las tienen organizadas, y entonces nos hacemos como ellos. Esto lo conseguimos por medio de la Magia Sexual con nuestra esposa sacerdotisa.

Como ya vimos, cada reino de la Naturaleza se fundamenta en un modus operandi sexual particular. Si queremos evolucionar al próximo reino de la Naturaleza que nos aguarda, tenemos que arreglar nuestra actividad sexual de acuerdo con ese reino, que, como ya sabemos, es el reino angélico. Ese reino es hermafrodita.

En el Sol hay una enorme población de seres hermafroditas totalmente fusionados con sus Íntimos. Eso es un paraíso. Allí hay rica vida vegetal, animal, mineral y supra-humana. En el Sol hay ríos, mares, árboles, etc. No todo es allí ígneo, como creen los profanos. Los seres que viven allí crean con la palabra.

Los magos negros son enemigos de la evolución, y por ello es por lo que defienden la fornicación. Ellos no quieren que el hombre se eleve al reino angélico. Y así Cherenzi, portavoz de la ciencia tenebrosa, dice: “más vale ser un buen hombre y no un mal ángel”. Ellos son contrarios al plan cósmico. Ellos odian la evolución.

el Apocalipsis dice a favor de la castidad, lo siguiente: “será vestido con vestidos blancos y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de los ángeles”.

Cherenzi defiende la fornicación diciendo que es perfectamente natural, y que nada puede haber más sabio que la Naturaleza. Pero los ángeles también son de la Naturaleza, señor Cherenzi, y los ángeles no cohabitan, porque ellos usan la palabra para crear. Esforzarnos por evolucionar al estado angélico, eso no es salirnos de la Naturaleza, eso es sencillamente evolucionar. Pero los magos negros odian la evolución, ellos no quieren nada angélico, a ellos les gusta mucho el estado actual de la humanidad. Y por ello recomiendan las carreras de caballos, los licores, los placeres, etc.

No hay cosa más agradable para el mago negro que el estado actual de la evolución.

Cherenzi se hace pasar como mago blanco, y todo lo disfraza con hermosa literatura. En Colombia pudo hacer bastantes discípulos porque los espiritualistas de Colombia estaban con los ojos bastante cerrados. Pero yo, Aun Weor, les abriré los ojos para que se defiendan de los magos negros.

La sexta iglesia es la de Filadelfia. Éste es el centro frontal, éste es el centro de la clarividencia. En este centro está escrito el nombre de la bestia o el nombre de Dios, el Santo Grial o el signo tenebroso de la magia negra. La luz de este centro revela los pensamientos del mago.

Los sobrevivientes de la Lemuria, que hoy viven en las selvas espesas de California ocultos del salvajismo moderno, tienen la glándula pituitaria totalmente saliente sobre el entrecejo. Son de amplia frente y gigantesca estatura y en el entrecejo de sus frentes resalta una figura cónica de carne, semejante a un pezón. Esa es la glándula pituitaria o sexto sentido que esa raza siempre ha tenido desarrollado. Cuando ellos salen a los pueblos cercanos cubren bien sus frentes, para evitar la curiosidad pública. Siempre pagan las mercancías que compran con pepitas de oro. Y cuando se les va a devolver el equivalente en dinero, contestan: “ni el dinero ni el oro significan nada para nosotros”. Son de apariencia humilde y sublime semblante. Ésa fue la primera raza que hubo en el mundo. Ellos esconden su poblado en estado de Jinas, y también ellos se ocultan por medio del estado de Jinas, para defenderse del salvajismo de la época.

Si ellos entraran a Nueva York, los asesinarían los civilizados del siglo XX. Ellos tienen aparatos aéreos, es decir, aviones de extraordinaria perfección, movidos por energía atómica que saben manejar desde la Lemuria. Su alumbrado es atómico, lo mismo que lo tuvieron sus antepasados del viejo continente Lemur. Si ellos entraran a Nueva York, tendrían que empezar por civilizar a los habitantes del siglo XX, y en esa labor los asesinarían las distintas casas comerciales antes de quedar arruinadas.

Ellos tendrían que enseñarle a los neoyorquinos a construir edificios, pues ellos construyen en Lemuria edificios tan fuertes y perfectos que soportaron treinta mil años de terremotos. Ellos tendrían que enseñar a los habitantes de Nueva York a construir buques modernos, pues ellos disponen de buques movidos por energía atómica verdaderamente asombrosos.

Ellos serían asesinados por los grandes industriales capitalistas antes de verse arruinados, y por ello se ocultan de los salvajes del siglo XX.

Ellos saben extraer la energía atómica de diferentes piedras, mientras los dizque civilizados del siglo XX se pelean por las minas de uranio.

Viven estos lemures supervivientes en las selvas espesas de California, y jamás darán con ellos los civilizados, pues ellos son hábiles en el manejo de la Luz Astral, y saben guarecerse muy bien del salvajismo moderno, por medio de la Luz Astral.

Este centro frontal es el tercer ojo de los lacértidos. El que desarrolla este tercer ojo es clarividente. Los lemures que viven en California no necesitan de teléfonos, ni de radios, ni de telégrafos, porque son clarividentes iluminados, tal como lo fueron sus antepasados.

El Apocalipsis dice: “al que venciere le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más de allí. Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que descendió del cielo, y un nombre nuevo”.

El mago negro Andrameleck, encarnado ahora en China, desarrolla instantáneamente la clarividencia negativamente, por medio de una ampolleta llamada Kinocapol. El Kinocapol es una ampolleta que se consigue en China, es contrario a lo blanco. Esto es perjudicial y negativo. En Colombia hay una pepita llamada “tonga” que despierta la clarividencia momentáneamente a quien la toma.

Esta frutilla se conoce en el Chocó. Sucede que aquellas gentes, cuando quieren saber dónde hay dinero o riquezas enterradas, dan de comer esa frutilla a cualquier niño de raza negra, estando la Luna en menguante. Eentonces la clarividencia del niño se despierta y puede percibir clarividentemente el lugar del entierro. Este experimento lo hacen de noche. Después de hecho el experimento, hacen vomitar la frutilla al “entongado” con “ipecacuana”, para evitar que éste quede “entongado”.

Los indios del Amazonas utilizan el yagué para despertar la clarividencia. Los aztecas usan el peyote, planta mexicana que los indios del Norte utilizan para despertar la clarividencia momentáneamente. Todas estas hierbas consiguen un momentáneo despertamiento de la clarividencia; pero la clarividencia continua, trascendental y realmente positiva, sólo se consigue practicando Magia Sexual con la esposa.

Sólo el fuego del Kundalini y sus secreciones sexuales, nos hacen eternamente clarividentes.

Cuando el fuego del Kundalini enciende el candelabro de la séptima iglesia, llamada la iglesia de Laodicea, entonces entra en actividad el centro coronario o Loto de mil pétalos. Este Loto corresponde a la glándula pineal.

Al refrenar el deseo durante la Magia sexual, el semen sube hacia arriba, hacia la glándula pineal, y el hombre se convierte en un dios. Cuando el fuego enciende este maravilloso centro, entonces el hombre lleva sobre su frente la corona de espinas, y totalmente se cristifica, se une definitivamente con el Íntimo.

Los estigmas se le van dando al hombre según sus merecimientos. Cada estigma tiene sus pruebas. Los primeros estigmas que se reciben son los de las manos, y las pruebas para recibirlos son muy fuertes. Aquí juegan un papel muy importante las piedras preciosas. Por ello dice el Apocalipsis: “y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe, el segundo zafiro, el tercero calcedonia, el cuarto esmeralda, el quinto sardónica, el sexto sardio, el séptimo crisolito, el octavo berilo, el noveno topacio, el décimo crisoprasa, el undécimo jacinto, el duodécimo amatista”.

El dichoso que llega a recibir todos sus estigmas se une con el Íntimo y se convierte en su Alma de Diamante.

Pero las pruebas para la alta Iniciación, son muy terribles.

Dice el Apocalipsis: “Yo soy el alfa y la omega, al que tuviere sed yo le daré de la fuente del agua de la vida gratuitamente.

Yo soy el alfa y la omega, bienaventurados los que laven sus vestiduras (los siete cuerpos) en la sangre del Cordero, (es decir, en el semen) para que entren por las puertas de la ciudad”.

Pero cuán pocos logran pasar la alta Iniciación, querido lector. En la alta Iniciación hay que llegar a besar el látigo del verdugo, hay que llegar a amar entrañablemente a los peores enemigos.

El Maestro Moria me dijo en una ocasión lo siguiente: “unirse con el Íntimo es muy difícil. De dos que intenten unirse con el Íntimo, tan sólo uno lo consigue. Eso es muy difícil. Y como dijo el poeta Guillermo Valencia: «El delito está en las mismas cadencias»”. Estas frases del Maestro Moria nos indican que debemos esforzarnos terriblemente para llegar a la unión con el Íntimo.

Sí, querido lector, no basta decir “yo soy cristiano”, es que hay que probarlo en la misma vida. Pues como en otra ocasión me dijo cierto instructor, “la Iniciación es la misma vida”.

Tenemos que hacer carne y sangre en nosotros la doctrina del Divino Nazareno. Y en las pruebas de la Iniciación, nos toca probar con hechos, y no con teorías ni con sermones, que realmente hemos hecho carne y sangre en nosotros la doctrina del Maestro.

“He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oyese mi voz y abriere la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”.

El séptimo centro es la corona de espinas, es la corona de los santos.

Cuando el Iniciado ha logrado hacer salir su fuego creador por la cabeza, echa su corona a los pies del Íntimo. San Juan habla de los 24 ancianos, que arrojan sus coronas a los pies del trono del Señor.

“Al que venciere, yo le diré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oídos, oiga lo que el espíritu dice a las iglesias”.

“Después que el cordero abrió el séptimo sello, juró por el que vive en los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que hay en ella, que no habrá ya más tiempo. (Esto es, que el Iniciado ya se une con su Íntimo y se convierte en rey y sacerdote del Universo)”.

Resumamos el presente capítulo:

Con la apertura de la primera iglesia, se despierta el Kundalini.

El primer plexo es el bazo. Este centro nos confiere el poder de manejar las criaturas del agua, y entonces nos hacemos dueños de las tempestades.Este centro tiene seis rayos.

El Plexo Solar nos permite manejar las criaturas del fuego. El Mama Miguel, mago arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, quemó con las criaturas del fuego a todo un poblado llamado Dibulla. Estos son actos de magia negra, pues todo aquel que emplee los poderes ocultos para el mal, es mago negro.

Es lamentable que algunos iniciados indios del rayo maya, se hayan extraviado tan lamentablemente, pues los antiguos iniciados mayas jamás abusaron de su poder.

Este centro tiene 10 rayos, cinco activos y cinco pasivos.

El cuarto centro es el del corazón. Con este centro el hombre se vuelve intuitivo y se hace amo y señor de las criaturas del aire, y entonces el hombre se hace rey y señor de los vientos y de los huracanes. Este centro tiene doce pétalos.

El quinto centro es el de la laringe, que le permite al hombre manejar los elementales del éter. Tiene 16 pétalos, es la puerta del Edén, por él se llega a conocer toda la antiquísima sabiduría encerrada desde tiempos inmemoriales en nuestro sistema secundario. Este centro es el oído mágico. También es el centro de la clarividencia mental y nos confiere el sintetismo conceptual y el poder de penetrar en el íntimo sentido de las palabras. Este centro corresponde al cuerpo mental. Cuando el fuego enciende la llama del lenguaje situado en los átomos de nuestro sistema seminal, el hombre parla en todos los idiomas del mundo, y cuando se fusiona con el Íntimo en la alta Iniciación, parla la lengua de luz, la palabra de poder, que le hace creador del Universo.

El sexto centro es el frontal que nos confiere la clarividencia, tiene 96 rayos.

el séptimo centro es el coronario, que corresponde a la glándula pineal. Es el loto de los mil pétalos, tiene 960 radiaciones, y es extraordinariamente resplandeciente. En él se manifiesta la divinidad del hombre en todo su esplendor. Cuando ya la corriente ígnea llega allí, el hombre se une con su Íntimo y queda hecho todo un soberano del Universo, entra y sale del cuerpo cada vez que quiera y todo el Universo le obedece.

El Apocalipsis describe a la mujer con un cinturón o escrito sobre sus muslos. El nombre de “rey de reyes y señor de señores”. No está el rey en la frente, sino en el muslo. He aquí el misterio sexual.

Las siete iglesias, son el candelabro de siete brazos de oro macizo del Sanctum Sanctorum del templo de Jerusalén, donde el sumo sacerdote no podía penetrar sino una vez al año, porque en él brillaba la gloria de Jehová.

Estos son los siete Chakras, discos o ruedas magnéticas que vibran con el poderoso mantram egipcio:

Fe, Uin, Dagj

Esta última palabra gutural.

Hay setenta y dos mil estridiaciones nerviosas en nuestro organismo, y no setenta y un mil como erradamente afirma Cherenzi en su libro del Kundalini, por falta de conocimientos médicos. Y las setenta y dos mil terminaciones nerviosas de esas estridiaciones tienen setenta y dos mil chakras infinitesimales, que vibran y resplandecen cuando se encienden los siete soles.

También existe en nuestro vientre un chakra misterioso que utiliza el mago cuando, actuando en el Astral, desea que su cuerpo físico le llegue al lugar donde él se encuentra en esos instantes. Entonces ese chakra gira alrededor de todo el vientre del Cuerpo Astral, y mientras más rápido gire, más rápido llega al cuerpo.

Las magas negras, llamadas vulgarmente brujas, ruegan cuando se hallan lejos de su cuerpo en el Astral, así: “Creo en Dios, creo en Santa María y creo en la brujería. Santa María, traedme mi cuerpo”. Y sucede que Santa María, que es una monja desencarnada, le lleva el cuerpo físico a las brujas. Pero esta invocación y su correspondiente triunfo se realiza fundamentado en el poder que el Ego tiene localizado en ese misterioso chakra, que gira intensamente y le permite al Ego traer su cuerpo físico por entre el Plano Astral.

El mago blanco invoca al Íntimo y le ruega que le traiga su cuerpo físico. El cuerpo físico es sólo denso en apariencia, pero en realidad es un saco gaseoso compuesto de millares de conciencias atómicas que obedecen a su Dios y concurren a su llamado.

Cuando Cristo caminó sobre las aguas del mar de Galilea, llevaba su cuerpo en estado de Jinas, iba en cuerpo físico, y no en Astral como dice Max Heindel, pues los hermanos rosacruces no saben la ciencia de los estados de Jinas. El mago blanco también sabe levantarse de su cama en estado de Jinas, y así flota en el espacio, o camina sobre las aguas sin hundirse. Para volar con cuerpo físico no hay necesidad de valerse del tattva Vayú, como erradamente cree nuestro amado Maestro Krumm Heller.

El mago flota en los aires poniendo el cuerpo en Jinas. Yo, a todos mis discípulos les enseño en forma práctica esta ciencia, y todos ellos actualmente se transportan a través de los aires. Pero nuestra ciencia secreta, secretamente la enseñamos a los candidatos a la Iniciación. Y a los curiosos los despachamos con una sonrisa compasiva, pues la ignorancia es atrevida.

Nosotros miramos a los hombres del siglo XX como a niños de pecho, sentimos por ellos compasión y hacemos todo el esfuerzo posible por ayudarlos. Amamos entrañablemente a la humanidad, y devolvemos bien por mal.

Somos pues contrarios a la magia negra y al cherenzismo. Cherenzi afirma en su libro «¿Qué es el amor?» lo siguiente: “Alguien le preguntó que si amaba a la humanidad, y él contestó que no, que ¿cómo iba él a amar a seres que, cuando no eran sierpes, eran lobos o vulgares vulturas?”.

Aquí querido lector, se descaró el mago negro, se quitó la máscara el mago negro Cherenzi.

Nosotros los gnósticos de Colombia y los del mundo entero, amamos a nuestros peores enemigos entrañablemente, porque esa fue la doctrina que nos enseñó el divino Redentor del Mundo.

Amor, Amor, Amor.

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Capítulo 5.- La Alegría, la Música, el Baile y el Beso

En los hogares de los Iniciados sólo reina la alegría y la felicidad. En los hogares de los Iniciados nunca hay lágrimas ni dolor. El hombre sabe perdonar los defectos personales de su esposa y ella, a su vez, sabe perdonar los defectos de su marido.

El hogar del Iniciado es un paraíso donde sólo reina la alegría, la música, el baile y el beso. En los hogares gnósticos los niños son educados entre la música, el baile y el beso puro de sus padres. El hogar gnóstico está representado por la sagrada familia.

En el hogar gnóstico sólo hay amor y música. Allí los cantos deliciosos, allí la música inefable, allí las flores perfumadas embalsamando el aire. Y juegan los niños llenando de alegría a sus padres, que sólo saben amarse eternamente. Y en medio de su adoración danzan alegremente, como danzan las estrellas entre las músicas de las esferas.

Sucede que después del coito de los fornicarios, viene el cansancio, el hastío y la desilusión. Pero en los hogares de los Iniciados gnósticos no hay fornicación, y por lo tanto allí no hay cansancio, ni hastío, ni desilusión.

El Iniciado sólo se une sexualmente con su esposa para practicar su culto sagrado y no para fornicar, y por lo tanto a él no le sobreviene ese hastío ni ese cansancio del profano después de haber cohabitado.

El Iniciado no cohabita jamás, y sólo engendra un hijo cuando recibe órdenes de la Logia Blanca. Entonces fecunda a su esposa bajo la dirección de la Blanca Hermandad, y esto como un sacrificio en el altar del matrimonio, muy rara vez en la vida.

Cuando una pareja se encuentra unida en el acto sexual, los clarividentes podemos observar una luz muy brillante que rodea a la pareja, y es que las fuerzas más poderosas del Universo vienen en ese instante a servir de medio para la creación de un nuevo ser.

Pero cuando la pareja se deja llevar de la pasión carnal, entonces esa luz se retira y penetran en su lugar fuerzas tenebrosas de color sanguinolento, que traen las riñas a los hogares, miseria, llanto y desesperación.

Pero si el hombre retiene esa luz por medio de la Magia Sexual, entonces el hogar se purifica y se llena de felicidad y de alegría, entonces viene la abundancia y ni el hambre ni la desgracia penetran jamás allí.

Durante el acto de la Magia Sexual, la pareja se magnetiza totalmente y entonces se cargan de poder y dicha. La pelvis en la mujer vierte corrientes femeninas, mientras que los pechos las dan masculinas. En el hombre la corriente femenina radica en la boca y la masculina en su miembro viril. Todos estos órganos deben estar bien excitados por medio de la Magia Sexual para dar, recibir, transmitir y recoger fuerzas magnéticas vitales, que van aumentando extraordinariamente en cantidad y calidad.

El baile, la música y el beso, donde las parejas se ponen en tan íntimo contacto bajo el divino impulso del amor, tiene por objeto, en la casa de los Iniciados, magnetizarse las parejas recíprocamente. Pues el poder es masculino y femenino a la vez, el hombre necesita los fluidos de su esposa para progresar y ella necesita de los fluidos de su marido para acelerar el despertar de su Kundalini y progresar en la vida.

La pareja se magnetiza totalmente por medio de la Magia Sexual y entonces todos los negocios se les realizan triunfalmente, y reina en esos hogares la comodidad, la abundancia, la alegría, la música, el baile y el beso eterno de sus almas.

Cuando un nombre y una mujer se unen, algo se crea. Por medio de la unión de Magia Sexual, el hombre y la mujer despiertan el sagrado fuego y se convierten en dioses.

Si un anciano puede dar vida a un nuevo ser, ¿por qué no da vida a sí mismo?

El Iniciado gnóstico no envejece porque él se da vida a sí mismo por medio de la Magia Sexual. Él sabe aprovechar su semen, porque sabe que en su semen está la raíz misma de su existencia. Por el semen nacimos y con el semen podemos estar rejuveneciendo diariamente.

La castidad científica es el camino. Por medio de la castidad científica de la Magia Sexual, transmutamos nuestras secreciones sexuales en luz y fuego.

La abstención que predican los curas es un imposible, la Naturaleza se rebela contra esa nefasta abstención.

El Iniciado ama la música de los grandes clásicos y siente repugnancia por esa música pueril de ciertas gentes vulgares, tal como los porros, rumbas, cumbias y demás, que sólo denigran la personalidad humana.

El Iniciado ama la música de los grandes compositores. Por ejemplo «La Flauta Encantada» de Mozart, nos recuerda una Iniciación que este gran compositor tuvo en Egipto.

El alma comulga con la música de las esferas cuando escucha las sinfonías de Beethoven, o las melodías inefables de Chopin, o tantas otras composiciones clásicas.

En los misterios de Eleusis, las danzas sagradas, el baile al desnudo, el beso, el amor y la Magia Sexual, llenos todos de extática pureza religiosa, convertían a los hombres en dioses. En ese santuario a nadie se le ocurría pensar en porquerías, sino en cosas santas y religiosas. Las danzas sagradas son tan antiguas como el mundo y tienen su origen en la sabiduría cósmica profunda.

Los grandes ritmos musicales del fuego sostienen el equilibrio del Universo. Y cuando el alma flota en medio de los sistemas siderales, tiene el deber de acompañar con su canto a la gran orquestación inefable, que resuena en los espacios etéreos con toda la euforia grandiosa de los acompasados ritmos del Mahavan y del Chotavan.

La casa de todos los Iniciados gnósticos está llena de belleza. Las flores, los perfumes, los cuadros artísticos, las bellas esculturas y la limpieza más absoluta dan un estetismo inefable al hogar de los matrimonios gnósticos. El matrimonio gnóstico goza de toda clase de comodidades y desconoce el hambre y las enfermedades.

Los misterios de Eleusis todavía existen y seguirán existiendo por siempre jamás. El gran Iniciado báltico Von Uxkul es uno de los más exaltados iniciados de Eleusis en estos tiempos. Ese monasterio actualmente existe en el Astral con todos sus antiguos misterios.

En los hogares gnósticos no debe nunca faltar un instrumento musical, ya sea el piano o el violín o cualquier otro.

La Magia Sexual es también la clave para mejorar la situación económica.

Vuelvo a hacer hincapié sobre la gravedad del adulterio. Ningún matrimonio gnóstico puede ser adúltero. Y la Magia Sexual sólo se debe practicar con la esposa sacerdotisa. El que quiera practicar la Magia Sexual debe casarse.

el que abuse de estos conocimientos se echará un horrible karma encima.

El hombre no puede estar casado sino con una sola mujer. Así lo enseña la Santa Iglesia Gnóstica.

Sé de algunos fornicarios pasionales que en Colombia se han valido de estos conocimientos para abusar de señoritas y de señoras ingenuas, las cuales han resultado después en estado de embarazo. Los que así actúan recibirán su respectivo castigo, algún día caerá la espada de la justicia sobre sus cabezas.

La Magia Sexual es únicamente para los que hagan vida matrimonial, es decir, para los hogares debidamente constituidos. Esta aclaración la hago porque sé la responsabilidad que implica el dar conocimientos ocultos a la humanidad.

En ningún hogar debe faltar la alegría, ni el baile, ni el amor.

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Capítulo 6.- Gaio

Cuando en el Sanctum Sanctorum del templo de Salomón, el sumo sacerdote pronunciaba el terrible mantram I.A.O., resonaban los tambores del templo para impedir que los profanos escucharan el sublime I.A.O.

Diodoro, en uno de sus poemas dice textualmente lo siguiente: “sabed que entre todos los dioses el más elevado es I. A. O.”

Hades es el invierno, Zeus principia en primavera, Helios en verano, y en otoño vuelve la actividad I.A.O. que trabaja constantemente.

I.A.O. es Jovis Pater, es Júpiter, a quien llaman los judíos sin derecho Yahvé. “I.A.O. ofrece el sustancioso vino de vida, mientras que Júpiter es un esclavo del Sol”.

I: Ignis (fuego, alma).

A: Aqua (agua, sustancia).

0: Origo (causa u origen).

I.A.O.es el nombre de Dios entre los gnósticos.

Dios está simbolizado por la vocal O que es el círculo eterno. La I simboliza al Yo, pero ambas se entremezclan con la A como punto de apoyo.

Este es el poderoso mantram o palabra mágica que hay que pronunciar durante el trance de Magia Sexual con la sacerdotisa.

Hay que prolongar el sonido de las tres vocales así: IIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAA, OOOOOOOOOO, exhalando todo el aire de los pulmones con cada letra. Esto muchas veces. Luego hay que seguir con las vocales OU AOAI OUO OUOAB KORE prolongando el sonido largamente sobre las vocales, que hacen vibrar potentemente todo el conjunto humano transmutando el semen en luz y fuego.

Enseguida se continúa con los poderosos mantrams KAWLAKAW, SAWLASAW, ZEESAR, acentuando el sonido sobre las vocales.

KAWLAKAW, hace vibrar al Íntimo.

SAWLASAW, hace vibrar a nuestra personalidad.

ZEESAR, hace vibrar nuestro Astral.

El acto de Magia Sexual debe terminar orando al Íntimo y rogándole que despierte su Kundalini.

Estos mantrams hacen vibrar nuestro Crestos y nos hacen dar ánimo y valor para dominar a la bestia pasional.

El Mantram I.A.O. es el poderoso mantram de nuestras fuerzas sexuales. I.A.O. es el mantram de nuestro Kundalini. La vocal I hace vibrar nuestra glándula pineal y nuestra alma. La vocal A hace vibrar nuestro cuerpo físico. La vocal O hace vibrar nuestros testículos transmutando el semen y haciéndolo ascender hacia arriba, hacia la cabeza; esa vocal también hace vibrar nuestro Kundalini y nuestro Íntimo. Así pues, I.A.O. es el nombre de Dios entre los cristianos gnósticos.

El evangelio de San Juan comienza cantando al Verbo:

“En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron”. (Del evangelio de San Juan).

El que se une con el Íntimo, parla entonces el verbo de oro. El gran verbo de los dioses es una gramática cósmica cuya euforia solemne sostiene al Universo firme en su marcha. Ésta es la lengua de poder que el hombre parlaba en esa antigua tierra, donde se reverenciaba a los hijos del fuego y que se llamaba la Arcadia. Ésa es la lengua en que parla todo el Universo, lengua divina y de terrible poder.

En esa lengua misteriosa escribió el ángel de Babilonia tras los candelabros de oro y en el encalado de la pared el “Mene Mene Tekel Upharsin” en el fastuoso banquete de Baltasar. En esa lengua omnipotente, quedó sentenciada la suerte de Babilonia. Pero esa lengua divina sólo la entienden aquellos que ya se unieron con su Íntimo.

En aquel fastuoso banquete de Baltasar cuenta la Biblia que sólo hubo un hombre capaz de interpretar esa misteriosa escritura, y ese hombre fue Daniel el profeta.

habló aquel varón de Dios, así:

“Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, a dioses de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza, y al Dios, en cuya mano está tu vida y suyos son todos tus caminos, nunca honraste; entonces de su presencia fue enviada la palma de la mano que esculpió esta escritura, y la escritura que esculpió, es “Mene Mene Tekel Phérez Upharsin”.

La declaración del negocio es:

Mene, contó Dios tu reino y halo rematado.

Tekel, pesado has sido en la balanza y fuiste hallado falto.

Phérez, tu reino fue roto y es dado a medos y persas.

Entonces, mandándolo Baltasar, vistieron a Daniel de púrpura y en su cuello fue puesto un collar de oro y pregonaron de él que fuese el tercer señor en el reino. La misma noche fue muerto Baltasar, rey de los caldeos, y Darío de Media tomó el reino siendo de sesenta y dos años”.

Esto es textual del libro de Daniel y obliga a todos los sabios a pensar.

Con razón dice san Juan “En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”.

“Tembló el poderoso rey Baltasar en la noche trágica de su fastuoso banquete, ante la escritura terrible que interpretó Daniel, y palidecieron sus mejillas y temieron sus príncipes y señores, sus mujeres y sus concubinas. Y la luz mortecina de sus candelabros de oro y los dioses de piedra, de hierro, de plata, que ni ven ni oyen, lo miraban con sarcasmo irónico al lado de las ricas vestiduras y valiosos joyeles de sus cortesanos”.

Y es que ante el verbo de oro tiemblan las columnas de ángeles y de demonios. El verbo hace estremecer la tierra, y los rayos y tempestades le sirven de cetro.

Cuando la humanidad olvidó la divina lengua que otrora conocía en los viejos tiempos de la Arcadia, quedó entonces fuera del paraíso. Perdió su maravilloso poder y construyó la Torre de Babel, esa Babel de tantos idiomas que ha confundido a todos los hijos de los hombres, que en los antiguos tiempos eran amos y señores.

Las últimas raíces de cada lengua pertenecen a la lengua de oro. El idioma oculto es un idioma perfecto, es la palabra perdida. Por ejemplo, si yo quiero decir dinero en lengua oculta tengo que decir Dinaira. Si yo quiero referirme a una revolución política o acontecimiento político, diré: Voy a hablaros del asunto importante de Bernabé.

El mantram AUM, si se llega a pronunciar como es debido, puede producir una catástrofe. Y se ha probado que una palabra suave apacigua la ira.

Todo hombre tiene una nota clave que lo caracteriza, y esa nota clave es la del rayo a que pertenece. Esa nota clave vive resonando en todo nuestro organismo, y si el chela quiere salir en cuerpo astral con facilidad, le basta escuchar en el silencio de la noche esa nota clave que parece salir dentro de las celdillas del cerebelo y luego hacerla resonar más fuertemente con la voluntad; y entonces, cuando ya el sonido invada todo su cerebelo, se separará suavemente de su cama, y, al intentar caminar, notará que pesa menos, y es que se ha levantado en astral, y su cuerpo ha quedado en su lecho. Claro que el instante que se debe aprovechar para ese experimento es el estado de transición entre la vigilia y el sueño, ése es el instante maravilloso para salir en cuerpo astral.

Si un músico tocando un instrumento diera con la nota clave que lo caracteriza y prolongara su sonido clave, caería instantáneamente muerto.

Las siete vocales: I E O U A M S viven resonando en toda la Naturaleza. La vocal M y la vocal S tienen gran importancia en el mantram AUM y el mantram ISIS.

El gran mantram AUM se pronuncia así:

Aaaaaaaaaaa Uuuuuuuu Mmmmmm.

Y el mantram ISIS, que se utiliza para desarrollar la clarividencia, se pronuncia así:

IIIIIIIIISSSSSSSSS IIIIIIIIISSSSSSSSS

Todo el conjunto de sonidos que se producen en nuestro planeta Tierra, produce una gran nota clave que viene a ser la suma total de esos sonidos planetarios. Y cada planeta viene a tener su nota clave, y todas esas notas claves planetarias vienen a formar una euforia tremenda, que resuena como un coral grandioso de música inefable en el éter sin fin de las estrellas.

Es la música de las esferas que sostiene el equilibrio planetario con los grandes ritmos del fuego, llamados el Mahaván y el Chotaván.

La lengua de oro, la palabra perdida, sólo la volvemos a encontrar en nuestros órganos sexuales. Y sólo practicando Magia Sexual podemos volver a parlar el verbo de oro que otrora poseíamos, cuando aún estábamos en estado paradisíaco. El dios Tonátiuh, con su órgano sexual en estado de erección y con su lengua triangular de fuego, nos dice todo esto en forma simbólica.

Hay una íntima y estrecha relación entre nuestros órganos sexuales y nuestra laringe. En los antiguos tiempos, la humanidad manejaba el verbo con sumo cuidado, porque aún la humanidad comprendía la importancia trascendental del lenguaje.

En las escuelas de misterios se prohibía a los iniciados relatar las grandes calamidades y cataclismos que habían azotado a la Tierra, por temor a volverlos a atraer nuevamente, pues los sabios iniciados del pasado sabían muy bien que el verbo tiene íntima relación con los cuatro elementos de la Naturaleza llamados tierra, fuego, agua y aire.

Precisamente, querido lector, toda palabra que se pronuncie puede ser una bendición o una maldición para nuestra vida, debido a esta íntima relación del verbo con los cuatro elementos de la Naturaleza. Por ello es por lo que debemos responsabilizar nuestras palabras, pues ellas son creadoras y con ellas podemos hacernos felices o desgraciados.

Nuestro hermano Israel Rojas comete un gravísimo error en su obra «Logos Sophia» al hablar contra la Magia Sexual. Ciertamente Israel Rojas sabe muy bien que la Magia Sexual es el camino para la Iniciación. El no ignora esto, y al hablar contra la Magia Sexual, intentando adulterar protocolariamente las enseñanzas de Magia Sexual que el doctor Krumm Heller –Huiracocha– trajo a Colombia, sólo lo hace con el único propósito de volver a correr el velo, sobre el Sanctum Sanctorum del templo, para evitar la profanación, pero esto es extemporáneo, señor Rojas. Ya el velo se corrió en parte y antes de que las cosas se agraven por falta de luz, lo mejor es rasgar el velo totalmente y mostrarle el peligro a la humanidad en una forma clara y precisa. Hay que tener el valor de ser franco en estas cosas, y debe usted darse cuenta, hermano Rojas, de que los magos negros aprovechan la ignorancia para hacer sus víctimas.

Es lamentable que el hermano Israel Rojas, que es un Iniciado de Quinta Iniciación de Misterios Menores, haya dañado su hermoso libro de «Logos Sophia», con semejante adefesio.

La obra «Logos Mantram Magia» de Huiracocha, coloca en íntima relación la Magia Sexual con el verbo, y termina el doctor Krumm Heller “Huiracocha– ese hermoso y sabio libro describiéndonos un símbolo fálico. Nos dice que en los antiguos tiempos había una escuela de misterios, en la que aparecía un anillo en el cual estaba grabada la imagen de Isis y Serapis unidos por una culebra, y dice el doctor Krumm Heller: “aquí sintetizo todo lo que he dicho en este libro”. Este símbolo fálico es la Magia Sexual, el único camino para volver a parlar el verbo de oro.

En la lección octava del «Curso Esotérico» de Krumm Heller se lee textualmente el siguiente párrafo:

“En vez del coito que llega al orgasmo, deben prodigarse reflexivamente dulces caricias, frases amorosas y delicados tacteos, manteniendo constantemente apartada la mente de la sexualidad animal, sosteniendo la más pura espiritualidad como si el acto fuera una verdadera ceremonia religiosa. Sin embargo puede y debe el hombre introducir el pene y mantenerlo en el sexo femenino, para que sobrevenga a ambos una sensación divina, llena de gozo, que puede durar horas enteras, retirándolo en el momento en que se aproxima el espasmo para evitar la eyaculación del semen. De esta manera tendrán cada vez más ganas de acariciarse.

Esto se puede repetir tantas veces cuantas se quiera sin jamás sobrevenir el cansancio, pues, todo lo contrario, es la clave mágica para ser diariamente rejuvenecido, manteniendo el cuerpo sano y prolongando la vida, ya que es una fuente de salud con esta constante magnetización.

Sabemos, que en el magnetismo ordinario, el magnetizador comunica fluidos al sujeto, y si el primero tiene esas fuerzas desarrolladas, puede sanar el segundo.

La transmisión del fluido magnético se hace de ordinario por las manos o por los ojos, pero es necesario decir que no hay un conductor más poderoso, mil veces más poderoso, mil veces superior a los demás, que el miembro viril y la vulva como órganos de recepción.

Si muchas personas practican eso, a su alrededor se esparce fuerza y éxito para todos los que se pongan en contacto comercial o social con ellos. Pero en el acto de magnetización divina, sublime, a que nos referimos, ambos, hombre y mujer, se magnetizan recíprocamente, siendo el uno para el otro como un instrumento de música que, al ser pulsado, lanza o arranca sonidos prodigiosos de misteriosas y dulces armonías. Las cuerdas de ese instrumento están esparcidas por todo el cuerpo y son los labios y los dedos los principales pulsadores de él, a condición de que presida ese acto la pureza más absoluta, que es la que nos hace magos en ese instante supremo”.

En este párrafo que acabamos de transcribir, de la octava lección del curso secreto que el Maestro Huiracocha envió a sus discípulos, vemos que el Maestro enseñó el camino de la alta Iniciación por medio de la Magia Sexual.

Vuelvo a repetir que es verdaderamente lamentable que nuestro hermano Israel Rojas trate de desfigurar las enseñanzas del Maestro Huiracocha.

Yo, Aun Weor, hierofante de Misterios Menores, en nombre de la Logia Blanca y para bien de la humanidad, autorizo a todos los iniciados de Misterios Menores para enseñar a la humanidad los grandes misterios del sexo.

La nueva era se aproxima, y la Santa Iglesia Gnóstica sale al encuentro de la humanidad en este ciclo de Acuario que ya se avecina.

Llegó la hora de enseñarle a la humanidad el sendero del Matrimonio Perfecto. Y hay que tener valor para luchar por la regeneración humana. Y en lugar de tratar de remendar un velo ya roto, es mejor tener el valor de luchar francamente por la regeneración sexual de la humanidad.

Hay que enseñar públicamente la ciencia de la regeneración sexual y prevenir a la humanidad contra la astucia de los fornicarios.

El gran verbo de la luz vuelve a expresarse nuevamente en todo su esplendor, y nosotros, vestidos con ropas blanqueadas en la sangre del Cordero, nos convertiremos en ángeles por medio de la Magia Sexual.

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Capítulo 7.- Dos Rituales

Hay ciertos ritos tenebrosos que se conservan desde las épocas más lejanas de la historia. Las hechiceras de Tesalia celebraban ciertos rituales en sus cementerios, para evocar las sombras de sus muertos. En el aniversario de sus muertos queridos concurrían a las tumbas del camposanto, y en medio de alaridos espantosos pinchaban sus pechos para que manara sangre, y por medio de esa sangre hacían visibles y tangibles las sombras de sus fallecidos.

Homero nos relata en «La Odisea» que Ulises, el astuto guerrero que tomó a Troya después de cruentas batallas, llegó a la isla de Calixto, donde la cruel diosa Circe, que reinaba en aquella isla, convertía a los hombres en cerdos. Y celebró un ritual misterioso con un hechicero, el cual degolló una res en un foso y luego evocó al adivino de Tebas, el cual, por medio de la sangre, se materializó totalmente, y pronosticó a Ulises muchas cosas.

Si recordamos la historia antigua, veremos por donde quiera dos rituales, uno de luz y otro de tinieblas. Nos encontramos ya con los santos rituales de la diosa Isis o con los tenebrosos ritos del Turquestán y de la China.

Ya con los santos rituales de las cavernas del Rhin, donde los Druidas celebraban sus fiestas, o con el culto del sol tenebroso que Orhuarpa estableció en la Atlántida.

Ya con los santos rituales de los misterios de Mitra o de los misterios de Eleusis, donde la Magia Sexual jugaba un papel preponderante, o con los rituales tenebrosos de las escuelas de yoga negra de la India.

Ora con los rituales sagrados de las escuelas de misterios de Samotracia o de los Dáctilos o con los santos rituales budistas o con los rituales de los misterios de Troya y de Cartago, o con los tenebrosos rituales de las cavernas tenebrosas donde los “Panes” festejaban los misterios tenebrosos de la Atlántida.

Por donde quiera encontramos dos rituales, uno de luz y otro de tinieblas, uno de amor y otro de odio. Por donde quiera celebraron y celebran rituales.

Tan pronto nos encontramos con los sacrificadores de Apolo o Minerva, como con los sacrificadores de holocaustos humanos a los Baales.

Siempre han existido dos rituales, uno de luz y otro de tinieblas. Los misterios se celebraron en el mundo entero.

Existieron los misterios de Bactriana, los de Babilonia, los misterios de Asiria, los misterios de los persas, los Misterios de Fenicia, los misterios de Ática, los misterios de Tracia, los misterios de Roma, los misterios de Troya, los misterios de Cartago, los misterios de los mayas, los misterios de los aztecas, etc. Todas estas escuelas celebraban sus rituales, y al lado de estas escuelas de misterios blancos existían escuelas de misterios tenebrosos, y todas estas escuelas y todos estos rituales se celebraron y se siguen celebrando en el mundo entero hasta nuestros días.

En la Atlántida existían siete escuelas de misterios pertenecientes a los siete planetas de nuestro sistema solar. Existían los misterios del santuario de Júpiter, los misterios del santuario de Venus, los misterios del santuario de Marte, los misterios del santuario de Saturno, los misterios del santuario de Mercurio, los misterios del santuario de la Luna, y todos ellos giraban alrededor del santuario gnóstico que es el del Cristo Sol. Ese santuario fue traído por los Elohim a la Tierra, y en forma de dramas iniciáticos nos dejaron toda su ciencia y toda su sabiduría. Esas siete escuelas de misterios existen hasta nuestros días en la Luz Astral, y la Santa Iglesia Gnóstica las nutre y alimenta con su sabiduría.

Pero no olvidemos que así como en la Atlántida hubo un culto al Cristo, también existió el culto del sol tenebroso.

Así como existieron los misterios blancos de Júpiter, existieron también los misterios tenebrosos de Júpiter.

Así como existieron los misterios santos de Mercurio, también existieron los misterios tenebrosos de Mercurio.

Así como existieron los misterios sagrados de la Luna, también existieron los misterios negros de la menguante lunar.

Así como existieron los misterios del ocultismo marciano, también existieron los misterios tenebrosos de Marte.

Así como existieron los misterios del oráculo de Venus, así también existieron los misterios tenebrosos de la paila de cobre de Lucifer-Venus.

Así como existieron los misterios de Saturno, así también existieron los misterios de Saturno-Moloch.

Los misterios de luz se cultivaron en los sagrados santuarios, y los misterios tenebrosos en las cavernas de la tierra. Todas estas escuelas existen hasta nuestros días en la Luz Astral y celebran como siempre sus mismos rituales. Unos en templos de la luz y otros en las cavernas tenebrosas.

Cherenzi cultiva su ciencia en una caverna tenebrosa, pues, como ya dijimos, es un demonio tenebroso, es un anagarika. Es un miembro activo del templo tenebroso anagarika.

Si observamos el ritual de Cherenzi, veremos un auténtico ritual negro. Una unción tenebrosa, opuesta a la Santa Unción Gnóstica.

En el ritual cherenzista, el oficiante pone la espada al fuego, y enseguida, con la cara hacia el oriente, trata de herir al Cristo Sol, para aislarse de las fuerzas crísticas que tanto odia el mago negro. Luego se dirige hacia la puesta del Sol, para congratularse con las tinieblas que el Sol va a dejar, como diciendo: “me alegro, ¡Oh Cristo!, de que te vayas y me dejes en mis queridas tinieblas”.

Luego, con la espada, traza tres círculos concéntricos a su alrededor, uno por los pies, otro por el centro de su cuerpo y otro sobre su cabeza, para aislarse totalmente de la luz blanca en los tres mundos, físico, astral y espiritual. Y ya seguro, el oficiante que se ha aislado totalmente de la fuerza crística que tanto odia, procede a la unción tenebrosa. Naturalmente desinfecta sus manos con sal molida. Y luego procede a la unción tenebrosa de pan sin levadura y vino.

Naturalmente al llegar a esta parte de nuestro capítulo, muchos lectores se dirán, ¿y qué tiene de malo el pan y el vino, si Cristo estableció la Santa Unción también con pan y vino? Y yo le contestaré al lector lo siguiente: ¿Qué tiene de malo la electricidad? La electricidad lo mismo sirve para sanar que para matar. Así es la unción de los rituales.

En la Edad Media, durante la misa, envenenaban los jesuitas con la santa unción a sus enemigos. Y durante la misa negra no tenían los sacerdotes católicos ningún inconveniente en dar a un niño la hostia consagrada, para luego decapitarlo y colocar su cabeza sobre la patena, a fin de que algún fallecido concurriera al llamado tenebroso, y se valiera de la cabeza para conversar con sus deudos.

Hay hechiceros que dan a comer a un sapo hostias consagradas, y luego le cosen los ojos fría y cruelmente, bautizan al sapo con el nombre de la persona odiada y luego, envuelto el sapo en ropas del enemigo, entierran todo esto bajo el umbral de su víctima, y entonces, conforme el sapo se va enfermando, la persona también se va enfermando hasta morir, cuando el sapo muere.

Todos estos géneros de unción negra son muy conocidos por los magos negros. Y estos actos criminosos caen inevitablemente sobre las cabezas de esos villanos como un rayo de venganza. Por ello es por lo que todo mago blanco se hace “cerrar” y para ello se vale del Maestro Zanoni. Este trabajo se efectúa en el Astral, se invoca al Maestro y se le ruega que lo “cierre”, y así el mago blanco queda protegido de las fuerzas tenebrosas de los magos de las tinieblas.

Pero volvamos a lo de la unción cherenzista. Si llenamos un cántaro con agua pura y lo bebemos, será ello favorable para nosotros, pero si llenamos ese mismo cántaro con agua sucia y la bebemos, será ello perjudicial para nosotros. Igual sucede en lo de la unción.

El pan y el vino, por obra del ritual, pueden convertirse en vehículo de las fuerzas del Cristo o del Anticristo, en vehículo de la magia blanca o de la negra, en un vehículo de Dios o de Satán.

Cherenzi tiene primero buen cuidado de alejar las fuerzas crísticas, y luego, como es natural, quedan en su lugar las tinieblas, de las cuales se carga el pan sin levadura y el vino. Y así éstos se convierten en acumuladores de átomos satánicos, que luego son devorados por los asistentes al ritual, los cuales asimilan, dentro de sus organismos físico y astral, átomos de naturaleza demoníaca. Ésta es, pues, querido lector, la unción negra.

Durante la Edad Media se celebraba la misa negra en Europa, y en ella se utilizaba para el mal la unción y las fuerzas sexuales.

Voy a transcribir aquí una descripción de la misa negra, tomada de la obra de Huysmans. Dice ese libro lo siguiente:

“Por regla general oficiaba un sacerdote. Se desnudaba por completo, poniéndose después una casulla ordinaria. Sobre el altar se hallaba tendida una mujer desnuda, usualmente la demandatriz. Dos mujeres desnudas hacían de monaguillos, a veces se empleaban adolescentes, las cuales habían de estar desnudas necesariamente. Los que asistían al acto se vestían o desnudaban según el capricho del momento. El sacerdote llevaba a cabo todos los ejercicios del ritual y los asistentes acompañaban esta representación con cualquier gesto obsceno.

La atmósfera evidentemente se cargaba más y más, el ambiente se hacía fluídico en grado sumo. Todo concurría a ello por cierto: el silencio, la oscuridad y el recogimiento. El fluido era atractivo, es decir ponía a los asistentes en contacto con los elementales. Si durante esta ceremonia la mujer tendida sobre el altar concentraba su pensamiento en un deseo, no era raro que se produjese una transmisión absolutamente real, transmisión que convertía a aquel que era objeto de ella, en verdadera obsesión. El fin se había conseguido. Aquel día o durante los días siguientes, se observaba la realización del fenómeno y se le atribuía a la bondad de Satanás. Sin embargo este ambiente fluídico tenía siempre un inconveniente, exasperar los nervios, y se producía en algún miembro de la asamblea una crisis histérica que a veces llegaba a ser colectiva.

No era raro ver en un momento dado a las mujeres enloquecidas, arrancándose los vestidos, y a los hombres entregados a gestos desordenados. Pronto incluso caían dos o tres mujeres al suelo, presas de violentas convulsiones. Eran simplemente médiums que entraban en trance. Se decía que estaban poseídas, y todos se mostraban satisfechos”.

Hasta aquí el relato de Huysmans. Por él podemos darnos cuenta de cómo la humanidad se ha valido de fuerzas sexuales y de los rituales tenebrosos para actos indignos.

Claro está que, durante una sesión de éstas, el estado de excitación nerviosa y la terrible fuerza sexual hacen que el pensamiento fluya empapado de energía creadora, y el resultado es el fenómeno mágico.

En la Atlántida los magos negros utilizaban también rituales semejantes, combinados con fuerzas sexuales, que, como ya hemos dicho, son la causa de la electricidad, y el resultado de aquel abuso fue el hundimiento de la Atlántida con un terrible cataclismo. Pues las fuerzas sexuales están íntimamente ligadas con los elementos de la Naturaleza. Y así se produjo la catástrofe final.

He aquí, lector, cómo en todas las épocas han existido dos rituales, uno de luz y otro de tinieblas. Ya vimos algunos rituales tenebrosos, ahora veamos algo sobre la Santa Iglesia Gnóstica.

Nuestra Iglesia Gnóstica se halla situada en el Astral. Su templo es el templo de las iniciaciones. Ésta es la Iglesia a la que perteneció el Divino Rabí de Galilea, y procede de los misterios. Estos misterios sagrados fueron instituidos por los ángeles.

La Iglesia Gnóstica es la auténtica iglesia primitiva, la verdadera iglesia cristiana, a la cual pertenecieron todos los primeros santos de la Iglesia Católica, que en ese entonces era Gnóstica-Católica. Ésta es la primitiva y antiquísima iglesia de nuestro Señor Jesucristo, la cual conserva todas las enseñanzas secretas del Maestro.

A ella perteneció el patriarca Basílides, célebre alquimista que dejó un libro de plomo con siete páginas y que se conserva en el museo de Kircher en el Vaticano. Libro que naturalmente los arqueólogos no han podido entender, pues les falta conocer la ciencia oculta. Basílides fue discípulo de San Matías.

A ella perteneció Saturnino de Antioquía, el célebre cabalista, Simón el Mago, Carpócrates, el cual fundó muchos conventos en España, Marción de Ponto, Santo Tomás, Valentín, San Agustín, Tertuliano, San Ambrosio, Irenio, Hipólito, Epifanio, Clemente de Alejandría, Marcos, el cual cuidó de la Santa Unción y nos dejó enseñanzas extraordinarias sobre el camino de las fuerzas seminales a través de las doce puertas de nuestro organismo.

A ella pertenecieron Cerdón, Empédocles, San Jerónimo y muchos otros grandes santos de la Iglesia Católica Romana.

No estoy de acuerdo con el Maestro Huiracocha, –y con el mayor respeto lo digo–, en que nuestra Iglesia tenga tan sólo tres únicos sacramentos, llamados Bautismo, Eucaristía y Extremaunción. Yo, como Iniciado de la Iglesia Gnóstica, afirmo que nuestra Iglesia tiene también establecido el principal de sus santos sacramentos, que es el del Matrimonio.

En este sacramento se reviste a la mujer con el traje de sacerdotisa de la Iglesia Gnóstica, y se le entrega como sacerdotisa-esposa a su marido. Ofician en esto los venerables Maestros de la Logia Blanca y ella viene a ser la digna esposa, por medio de la cual se obtiene el despertar del Kundalini y la alta Iniciación. Éste es el Matrimonio Perfecto.

La Iglesia Gnóstica da más importancia al Cristo que a cualquier otro fundador de religión, y ello se debe a que entre el divino Maestro y los otros fundadores de religión hubo una gran diferencia, y esta diferencia fue la resurrección.

Ni Mahoma, ni Confucio, ni Lao-tsé resucitaron. Buddha, el gran Amitabha, tampoco resucitó. Todos ellos para nuestro mundo físico terminaron, su resurrección fue para los mundos internos únicamente, al reunirse con sus Íntimos. Y sólo el Cuerpo Astral del Cristo regresó y se perpetuó con todas las fuerzas. Y ese Astral, por medio del éter químico, hace crecer las plantas y en la semilla queda encerrada esa esencia cristónica, que nosotros ofrecemos en la Santa Unción Eucarística.

Así pues, Cristo está dando vida a todo lo que existe, su resurrección fue perfecta. Y por ello es por lo que la Santa Iglesia Gnóstica da más importancia a Cristo que a cualquier otro fundador de religión. Cristo, para nosotros los gnósticos, es un hecho cósmico-biológico de gran importancia. Por ello es por lo que nosotros hablamos del Cristo Cósmico, del Cristo histórico y del Cristo líquido. Y es que el Cristo, cuyo verdadero nombre es Maitreya, es una potencia del Universo, cuya aura está ya produciendo grandes fenómenos en la atmósfera de nuestro planeta.

Nuestra Santa Iglesia Gnóstica, situada en el Astral, oficia constantemente, y los iniciados concurren al Pretor, durante el cual reciben la Santa Unción Eucarística. Muchos de estos iniciados concurren en cuerpo astral y otros llevan sus cuerpos físicos en estado de Jinas, y así reciben la Santa Unción.

El sacerdote Iniciado percibe en estado de éxtasis la sustancia del Cristo, y al operar mágicamente, transmite su propia influencia al pan y al vino, haciendo despertar la sustancia cristónica que en ella radica, para que obren dentro de nuestros organismos físico y astral.

El sacerdote lleva tres vestiduras superpuestas y un bonete. Las tres vestiduras representan nuestros tres cuerpos, físico, astral y espiritual, y el bonete significa que es hombre. Cuando predica, se cubre la cabeza como para significar que sólo expresa opiniones personales.

El altar del oficio significa la tierra, el pie del cáliz el tallo de la planta, y la copa sagrada la flor. Esto significa que la sustancia del Cristo penetra en toda la Naturaleza y hace crecer el tallo, dar la espiga y finalmente se concreta en el grano.

Dado el grano, lo demás muere. Dentro de ese poder del trigo viene a quedar toda la sustancia Cristo, la cual viene a dar vida a todo nuestro organismo, pues si no fuera por esa sustancia crística en nosotros, sería imposible que pudiéramos vivir. El Sol es la base de todo.

Igual pasa con el vino, que en la uva está encerrada la vida del Cristo-Sol que nosotros llevamos a nuestro cuerpo con la Santa Unción.

Epifanía significa la manifestación o la revelación o la ascensión de Cristo en nosotros. Esto lo logramos con la Santa Unción y con la Magia Sexual.

Dietrich, el gran teólogo, dice que para hallar como se desea el religare o la unión con la Divinidad, hay que hacerlo por medio de estos cuatro caminos:

1 Recibir a Dios (la Eucaristía).

2 Unión amorosa (Magia Sexual).

3 Amor filial (sentirse hijo de Dios).

4 Muerte y reencarnación.

Estos cuatro caminos los vive íntegros el gnóstico.

A la Santa Iglesia Gnóstica, situada en el Astral, puede concurrir la humanidad entera. Allí se oficia los viernes y domingos en la aurora, o cuando se necesita hacerle bien a la humanidad. Muchos concurren al Pretor en Cuerpo astral, otros con el cuerpo físico, como ya dijimos, en estado de Jinas.

Naturalmente el que quiere aprender a viajar en su Astral para concurrir al Pretor o el que quiera aprender a viajar con su cuerpo físico en estado de Jinas para asistir al templo, tendrá que aprender a hacerlo. Para el efecto se necesita que el discípulo tenga fe y tenacidad, pues hay muchos que aprenden esto en el mismo día, y hay otros en meses y hasta años enteros para aprender lo que otros hacen en un día. Todo depende de la evolución del individuo.

La clave para salir en cuerpo astral es muy sencilla. Basta adormecerse pronunciando el poderoso mantram –es decir, las palabras mágicas– Tai-re-re-re. La puntuación exacta indica el modo de su pronunciación.

luego, cuando ya el discípulo se encuentre en ese estado de transición entre la vigilia y el sueño, se adentrará profundamente dentro de sí mismo por medio de la reflexión, y luego suavemente se levantará de su lecho. Acto seguido levantará su vuelo rumbo a la Iglesia Gnóstica situada en el Astral.

La clave para llevar el cuerpo físico en estado de Jinas es la siguiente:

El discípulo aprovechará el instante preciso de estar despertando de su sueño normal, para levantarse de su lecho lleno de fe terrible y fanática, pero conservando el sueño. Y luego, lleno de fe y más fe, se encaminará a través del espacio rumbo a la Iglesia Gnóstica. Todo análisis, duda o vacilación perjudican el experimento. Esto hay que hacerlo en el instante preciso de estar despertando o de estarse adormeciendo, y “conservando el sueño”.

Muchos lo hacen el mismo día que conocen esta clave, otros gastan años enteros para aprender. Pues, como ya dije, todo depende del estado de evolución de cada cual. El autor lo hace a la maravilla, y la mayor parte de sus discípulos ya están entrenados en esto.

Estas claves las doy para que todos puedan concurrir al Pretor.

Sé bien que habré de ser ridiculizado hasta por parte de ciertos “sabihondos” espiritualistas de Colombia, pero el inmenso amor que siento por la humanidad, me obliga a darle a todos los seres humanos las llaves de la Iniciación.

Para muchos lectores este libro será una tontería, una majadería y nada más, pero para los preparados, será este libro algo grandioso, sublime, extraordinario, por que en él encontrará la llave misma de la alta Iniciación.

En nuestra Iglesia Gnóstica cultivamos un Yo fuerte y potente, y una robusta y poderosa personalidad. Y por lo tanto no nos desconciertan las burlas de nadie.[1]

Cuando el cuerpo físico entra en estado de Jinas, parece “inflarse” o “hincharse” momentáneamente mientras actúa dentro del Plano Astral, y es que las fuerzas astrales lo penetran totalmente y lo invaden. Ésta es una especie de sonambulismo voluntario y totalmente consciente.

Si los sonámbulos supieran algo sobre los estados de Jinas, a todas horas actuarían felizmente con su cuerpo físico dentro del Plano Astral. Sólo les bastaría “jalar” su cuerpo físico hacia adentro, hacia el Astral. Pues sucede que subconscientemente el Ego “jala” su cuerpo físico hacia adentro, hacia el Astral, por medio de un átomo contenido en la “silla turca”, que le permite hacer esto.

Sólo se necesita querer actuar dentro del Plano Astral, para que la subconciencia realice este fenómeno que le permitía a Simón el Mago flotar sobre la tierra ante las atónitas multitudes, y a Cristo caminar sobre las aguas del mar de Galilea sin hundirse. Y así fue cómo los cuatro Tronos, o cuatro Señores de la Llama, trajeron sus cuerpos físicos a la Tierra desde Venus, durante la época de la Atlántida.

Yo lamento mucho que mis queridos hermanos teósofos y rosacruces ignoren estas cosas, tan simples y sencillas que cualquier viejecita humilde de los campos llamada vulgarmente “bruja” lo hace a la maravilla.

Esas gentes humildes no tienen letras en la cabeza, pero hacen más prodigios que todos los hermanos rosacruces y teósofos juntos. Y es que ellas, en contacto con la Naturaleza, conservan maravillosas facultades que los hombres de la ciudad han dañado por las muchas letras y por la vida artificiosa en que viven.

Pero después de esta digresión necesaria para aclarar este capítulo, volvamos a nuestro ritual gnóstico.

Cuando el oficiante católico va desde el lado de la epístola al lado del evangelio, para unos es la ida de Cristo de Herodes a Pilatos, y para otros es el paso de los gentiles a los judíos. Pero en realidad es el paso de un mundo a otro, después de la desencarnación.

Nosotros los gnósticos en cada estación usamos un hábito distinto.

En el Astral hay ángeles que se cambian o turnan constantemente en su trabajo de ayudar a la humanidad. Así pues, tenemos los ángeles Raphael en primavera, Uriel en verano, Miguel en otoño, Gabriel en invierno. Todos estos concurren al Pretor.

De todas las oraciones, la más poderosa es el «Padre Nuestro». Y el gnóstico da extremada importancia a esta oración porque sabe que ella es una gran oración mágica de gran poder.

Imaginación, inspiración, intuición, son los tres caminos de la Iniciación.

Dice el Maestro Huiracocha lo siguiente: “primero es preciso ver interiormente las cosas espirituales y luego hay que escuchar el verbo o la palabra divina para tener nuestro organismo espiritual preparado para la intuición”.

Esta trinidad se encuentra en las tres primeras súplicas del Padre Nuestro, a saber: “Santificado sea tu nombre”, es decir, el Verbo divino, el nombre magnífico de Dios, la palabra creadora. “Venga a nosotros tu reino”, es decir con la pronunciación del verbo de los mantrams viene el Pleroma, el Reino divino. “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. En esto consiste la unión con el Íntimo quedando todo resuelto.

Con estas tres peticiones hemos pedido “íntegro”, y si algún día lo logramos, ya seremos dioses, y por lo tanto ya no necesitaremos pedir.

La Iglesia Gnóstica es la religión de la alegría y de la belleza. Abrimos pues las puertas a todos los que quieran asistir a nuestros santos rituales durante los cuales ofician los Maestros.

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Capítulo 8.- Las Dos Marías

Hay dos diosas de extraordinaria belleza, una es la Diosa Blanca y otra es la Diosa Negra. Las dos caras de la Naturaleza: la luz y las tinieblas. La Naturaleza y su sombra. La una es de belleza terriblemente divina, la otra es de belleza terriblemente maligna. La una es la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto, la otra es la Serpiente tentadora del Edén.

Quien lea la obra «El Kundalini», de Cherenzi, admirará el hermosísimo canto a la Naturaleza que Omar Cherenzi Lind estampó en este libro.

Naturalmente a nadie se le ocurre pensar siquiera por un momento que ese libro es una obra de magia negra, pero a lo que canta Cherenzi es a la Diosa Negra, al océano tenebroso de la Naturaleza, mejor dijera, a la sombra de la Naturaleza. Los mejores magos negros cantan a la Diosa Negra.

Ellos tienen sus iniciaciones tenebrosas análogas a las iniciaciones blancas; ellos son los adoradores de la Diosa de las tinieblas; ellos aman el mundo de las tinieblas, le rinden todo su amor y le cantan a la Diosa Negra. Sobre sus altares nunca falta la estatua de la Diosa Negra entre la siniestra vitrina.

Voy a relatar una iniciación negra tal como entre dos colaboradores la observamos en el Astral:

Fue el neófito sacado de su cuerpo físico en su Astral durante la hora del sueño; se le hizo fiesta en una calle, todos los de la fiesta eran magos negros. Luego fue llevado el neófito a un templo tenebroso de color amarillo. Aquel templo tenebroso, visto desde lejos, tenía el aspecto inofensivo de una iglesia amarilla. El interior de aquel raro templo tenía el aspecto de un palacio de amplios corredores y era de dos pisos, las paredes eran de color amarillo.

Allí todo era fiesta y alegría, miles de magos negros tenebrosos y débiles, como son todos los magos negros, rodeaban al neófito y se congratulaban de su triunfo. Aquello era un verdadero aquelarre. Aquello era un regocijo de las tinieblas, de los tenebrosos que, débiles, ambulaban con sus formas siniestras y espectrales.

De pronto y en medio de la algazara, sube sobre un pedestal de piedra un gran iniciado de la logia negra y, cual lobo vestido con piel de oveja, viste túnica blanca.

Grandilocuente pronuncia un discurso durante el cual afirma lo siguiente: “yo seré fiel a mi religión, nada me hará dar un paso atrás, esto es sagrado”.

Allí se le marcó al neófito con un sello, el cual fue puesto primero al fuego, y la marca quedó abajo del pulmón izquierdo, y esa marca era triangular y tenía colores grises y negros.

Se le marcó también el nombre sobre los músculos del antebrazo izquierdo con letras negras, y, por último, la pobre víctima fue llevada ante la estatua de belleza terriblemente maligna que representa la Diosa Negra. Cruzó el discípulo las piernas al estilo anagarika; puso sus manos sobre la cintura y luego triunfante regresó a su cuerpo físico, anheloso de seguir estudiando con más empeño la doctrina de Cherenzi, para tener el triste honor de ser más tarde un anagarika.

Sólo nos falta conocer ahora la química oculta de las botellas que llevaron los magos negros al cuarto para tratar su Cuerpo Astral.

Así pues, querido lector, el sendero de la Diosa Negra es un sendero de tinieblas, y en las tinieblas hay templos maravillosos y suntuosas iniciaciones negras. Belcebú es un Iniciado Negro de 13ª Iniciación. Y en cada Iniciación negra el Iniciado se va separando más y más del Íntimo, hasta que se convierte en un horrible demonio.

La Diosa Negra está personificada por la maga negra Santa María, y la Diosa Blanca está personificada por María, la madre de Jesús. Éstas son, pues, las dos Marías.

La Diosa Blanca es el Alma de Diamante del Logos, y la esposa sacerdotisa oficia durante el culto de Magia Sexual en el altar de la Diosa Madre del Mundo, y así se carga el hombre de las divinas fuerzas universales y se convierte en un dios.

Ésa es la Madre del Cosmos, ésa es María la madre de Jesucristo, ésa es Astarté, ésa es Cibeles, ésa es Rea. Ésa es la Diosa Madre del Mundo, el Alma de Diamante del Logos.

Las dos Marías viven en eterna lucha. María madre de Jesús y Santa María de la Altina son las diosas rivales.

Cuando un mago negro ha armonizado su conciencia personal con la conciencia de la Diosa Negra, con la conciencia de Proserpina, reina de los infiernos, entonces se convierte en un Anagarika, y en un demonio como Martín Igurre y sus secuaces del templo Anagarika.

He aquí, querido lector, las iniciaciones tenebrosas que Cherenzi da a sus discípulos aprovechando la hora en que éstos se hallan durmiendo.

¿Cuál sería la sorpresa de Ernesto Lamí, el venerable Anagarika, cuando al desencarnar se encontró rodeado de demonios? Mas, sin embargo, me atrevo a pensar que esto no le causó sorpresa, porque internamente ya estaba familiarizado con ellos, y es lógico que al entrar al Astral con el Kundalini despierto negativamente por medio de la lujuria, ya era también el pobre Ernesto Lamí instructor titular de la Universidad de Cherenzi, otro demonio.

“Que la paz sea contigo”, dice al saludar al mago blanco, y el saludado contesta “Y con vuestro espíritu también”.

El mago negro saluda así: “Estáis servido, demonio”, y el demonio saludado responde, “Y ¿quién de los dos vale más?”

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Capítulo 9.- Reencarnación y Karma

Cuando llega la desencarnación, concurre al lecho del enfermo un ángel llamado Ángel de la Muerte, y el moribundo suele verlo con el aspecto de una calavera. La misión de este ángel es romper el Cordón Plateado que conecta al Astral con el cuerpo físico del hombre.

Los primeros tres días el difunto ve pasar delante de sí toda su vida en forma retrospectiva, desde la muerte hasta el nacimiento, y al ver los malos actos cometidos siente vergüenza, y se alegra al contemplar las buenas acciones.

Días después se ve al desencarnado ocuparse en los mismos oficios y ocupaciones cotidianas, como si nada hubiese sucedido. Él sigue convencido que se encuentra con carne y hueso; sólo poco a poco su conciencia se va despertando, hasta que al fin, poco a poco se da cuenta de su nueva situación. Esto es análogo al niño recién nacido que, durante los primeros años de su vida, sigue convencido de que se encuentra en el Plano Astral, y por ello no tiene el niño inconveniente en lanzarse a un precipicio si se deja a la orilla del abismo, pues él todavía cree que se encuentra en el Plano Astral; sólo poco a poco se va dando cuenta de su nuevo ambiente, y es que la Naturaleza no hace saltos.

Todo el Universo atómico del hombre va girando poco a poco alrededor del eje interior del Íntimo, y después de algún tiempo, el varón toma su auténtica forma femenina, pues como ya dijimos, en el Astral el hombre es mujer y la mujer es varón.

La rueda de ese universo interior hecho de átomos gira incesantemente hasta dar una vuelta completa. La masa atómica inferior que antes correspondía a esa parte del cuerpo que va de la cintura para abajo, queda colocada de cintura para arriba, y la parte que correspondía a esa parte superior del cuerpo, o sea de la cintura para arriba, queda colocada a la inversa.

Poco a poco, la forma humana del Astral se va esfumando, los pies comienzan a hacerse borrosos hasta que por fin el Ego abandona el Cuerpo Astral y penetra en las regiones de los Tronos y Serafines, o sea en el Mundo de la Mente y de las Causas Naturales, en sucesivo orden. Pero al Mundo de la Mente sólo entran las almas bien preparadas. En esas regiones sutiles de la Naturaleza, el ser humano conserva su forma humana, pues ésa es la forma más perfecta de la creación.

Sólo es ovoide la aureola de los cuerpos internos y no en el núcleo, pues el núcleo tiene figura humana hasta en los dioses más elevados del séptimo salón del Nirvana, y eso se lo puedo probar yo a cualquier clarividente que sea capaz de viajar conmigo a estas regiones.

No todos los seres humanos entran al Mundo de la Mente como erradamente afirman los teosofistas y rosacrucistas, la mayor parte de los seres humanos se regresan desde el Astral, después de permanecer muchas veces innumerables años en ese Plano Astral.

La mayor parte de los seres humanos permanecen en el Astral hasta su nueva reencarnación. Las almas bien preparadas que entran al Mundo de la Mente son felices, pero, después de algún tiempo de felicidad en esas divinas regiones correspondientes al Mundo de la Mente y de las Causas Naturales, vuelve el Ego a sentir el anhelo de regresar a la escuela de la vida para avanzar un poco más en el sendero de la perfección.

Entonces aparece en esas regiones de los Serafines y Señores de la Mente, el primer intento de un organismo, y la materia sutil que pertenecía a la parte inferior del tronco humano, viene a ser la base de la construcción del cerebro, garganta, pecho, etc., etc.; y viceversa, la base vital que antes correspondía a la parte superior del tronco, viene a ser ahora la base misma de la parte inferior del tronco del cuerpo humano.

Así pues, si el individuo gastó desordenadamente su materia seminal en la lujuria, es lógico que no tendrá una base vital suficiente para construir su nuevo cerebro, y el resultado de ello será un cerebro deficiente. Pero el puro y casto tendrá materia seminal para formar un cerebro extraordinario que le permita avanzar rápidamente en la evolución.

Y es que el Ego se lleva al desencarnar su materia seminal astral, la cual puede observarse clarividentemente como una sustancia de color rosado hecha de átomos transformativos de altísimo voltaje.

El organismo se hace a base de la potencia creatriz de la Naturaleza, la cual reside en la misma fuerza sexual; y el nuevo ambiente en el cual nos toca actuar, tiene por base las mismas relaciones sexuales de nuestra pasada reencarnación, pues en cada acto sexual con determinadas personas, nuestro Cuerpo Astral recibe determinadas marcas astrales, las cuales vienen a determinar nuestro nuevo medio ambiente; y así el ser humano tiene que volver a repetir los nuevos actos de su pasada reencarnación, más las consecuencias buenas y malas de los pasados actos.

Cada vida es, pues, una repetición de lo pasado, más sus consecuencias. Mas también no todo es repetición, existe la Ley llamada Epigénesis, o sea creación de nuevos actos que engendran determinados efectos.

Los Señores del Destino llevan una minuta rigurosa de todos nuestros actos, y ellos cumplen con el deber de la Ley.

Hay cuatro de ellos que son los más importantes, son los Cuatro Dragones de la Sabiduría, que rigen los cuatro vientos y moran en los cuatro puntos cardinales de la tierra.

Cuando el hombre se une con el Íntimo, ya no tiene karma por pagar, porque cuando una ley superior trasciende a una ley inferior, la ley superior lava a la ley inferior. Y así se confirma el que la sangre del Cordero borre los pecados del mundo.

Existe el karma humano, existe el karma de los ángeles y existe el karma de los dioses. Y los Señores del Karma son los únicos que tienen el derecho a pasar del Anillo Prohibido y entrar al Absoluto cada vez que quieran; ellos conocen, pues, la poderosa sabiduría de las tinieblas. El Anillo Prohibido está más allá del Nirvana y es la raíz misma del Cosmos. De allí sólo pueden pasar los Señores del Karma.

En aquella sublime región de luz amarilla hay un gran templo sagrado, dentro del cual se ve un altar con mantel amarillo resplandeciente, un cáliz y algunos simbólicos anillos.

Cuando yo, Aun Weor, intenté pasar de allí al Absoluto, un gran jerarca me interrumpió el paso diciéndome: “De aquí nadie pasa, ni así mismo puedo pasar”. Sólo al llegar la Noche Cósmica tenemos ese derecho, pero nadie puede quedarse definitivamente en el Absoluto, sino hasta que se liberte del código de las leyes de la Naturaleza, pues aun los dioses más elevados, que moran en el Anillo Prohibido, son esclavos de las leyes de la Naturaleza.

Nosotros debemos luchar por entrar al Absoluto. En el próximo capítulo estudiaremos el Absoluto mismo.

En nuestros canales seminíferos hay átomos que tipifican cada una de nuestras pasadas reencarnaciones, y en el Astral podemos recordar esas pasadas vidas con sólo intentar recordarlas, pues en ese plano, recordar una cosa es vivirla nuevamente.

Cuando el Ego penetra en el nuevo vientre materno, atrae psíquicamente los átomos de su pasado cuerpo físico, y comienza con ellos a construir el nuevo cuerpo físico.

Al faraón Kefrén y a mí, Aun Weor, nos tocó traer nuestras momias egipcias, colocándolas en estado de Jinas para libertar algunos átomos que estábamos necesitando para nuestros cuerpos. Esto lo conseguimos con ayuda del Padre, que es el más elevado Iniciado de la mente.

También dos altos iniciados egipcios, uno de ellos Hermes Trimegisto y el otro un guardián de los misterios del viejo Egipto, colaboraron con el Padre en este trabajo.

El que quiera recordar sus vidas pasadas, debe aprender a viajar en cuerpo astral, y si allí en ese plano le ruegan a los Maestros, ellos con mucho gusto le harán revivir en el Astral su pasado y sus pasadas vidas.

El Gurú de cada ser humano es el Ángel Guardián que nos guía a través de nuestras innumerables reencarnaciones, y cada ser humano tiene un Ángel Guardián, es decir, su Gurú.

El Ángel Guardián lleva en su libro nota exacta de cada uno de nuestros actos, así buenos como malos, y ese libro es registrado constantemente por los Señores del Karma.

Existen dos grandes libros: uno de defunciones y otro de nacimientos. El de defunciones es llamado «El Libro Negro». El nombre con que se registra cada individuo en los libros kármicos es con su nombre “secreto”, es decir, con el nombre de su Íntimo.

Cherenzi ha usado innumerables nombres en sus escritos, pero él mismo, hasta la fecha actual, ignora su auténtico nombre oculto, porque él no es Iniciado. En los libros kármicos figura con el nombre oculto de Vor Hiland; ése es su auténtico nombre, y tiene un karma terrible por pagar. Sólo aguardamos que se cumpla su tiempo para desencarnar, y será conducido a la octava esfera de la Luna Negra, donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

Es claro que Cherenzi, al oír por primera vez el nombre de su Íntimo, Vor Hiland, su real Yo, se reirá de mí, porque ningún mago negro cree en el Íntimo. El mago negro sólo acepta como “Yo superior” al Guardián del Umbral, es decir, a su Satán, a su yo animal, a la bestia interna.

Cínicamente declara el K.H. negro, que el espíritu individual no existe y que sólo existe el espíritu universal. Él niega su propio Íntimo, llamado Vor Hiland. Cherenzi niega el karma porque él es mago negro, es un horrible y monstruoso trasgresor de la Ley, y para dar rienda suelta a sus apetitos brutales, cínicamente dice que el bien y el mal no existen, y que una cosa es buena cuando nos conviene y mala cuando no nos conviene, a ellos sólo les interesa gozar de sus vicios.

Levantar la copa delicia,
acariciar los núbiles senos,
beber en el vino de la inmundicia
y besar los labios de fuego
de las bellas prostitutas,
hasta caer desfallecidos...
Recordar los tiempos queridos de sus abuelos...
Las sortijas de oro y plata...
los ricos losados de pórfido y de jacinto...
Las trenzadas melenas
y la púrpura escarlata,
las pálidas doncellas
y el licor de mandrágoras...

Cuando en noches de vela y vino
brillaban las copas licorinas
de los fastuosos banquetes...
las inmundas cortesanas divertidas
bebían en el vaso del impudor hasta la muerte.

Cuando las pelucas empolvadas
y las pulcras casacas de los abuelos
relucían en los festines,
y la copa de plata, de mano, en mano,
Llevaba a todos el mortal veneno.

Cuando las rubias melenas
como cascadas de oro, divinas,
caían entre los brazos
vueltas pedazos y prostituidas...

Cuando las negras cavernas
de tiempos remotos...
Celebraban sus más crueles orgías...
y rostros horribles y locos...
gritaban blasfemias y morían.

Vicio, fornicación, inmundicia, codicia, odio, bellaquería, eso es lo único que aman los magos negros, y por ello sólo reconocen como Yo superior al Guardián del Umbral, al cual llaman el Guardián de su Conciencia, y a la fornicación la llaman elación divina y le cantan.

Terrible desgracia la que aguarda a los fanáticos del dios Underec (el Maestro instructor de Yahvé).

1950 marca en el derrotero evolutivo de la humanidad el comienzo de una obra fundamental en los mundos interiores.

Millones de almas depravadas y demoníacas están siendo recluidas actualmente en ese pequeño satélite de nuestra Tierra llamada ya Luna Negra.

Esas almas quedarán totalmente alejadas de nuestra actual oleada evolutiva y sólo se les permitirá volver a tomar cuerpo en un nuevo ciclo cósmico, dentro de miles de años.

Era imposible completamente iniciar la nueva edad que se aproxima con un ambiente obscurecido por el crimen, el odio y la prostitución.

La venerable Logia Blanca ha resuelto no dejar en el Plano Astral de nuestro planeta Tierra, ni un solo mago negro, ni un solo asesino, ni una sola prostituta.

Millones de seres demoníacos han sido recluidos en la octava esfera de la Luna Negra, donde solamente se oye el llanto y el crujir de dientes.

Allí Yahvé y sus huestes; allí Ahrimán y sus huestes, autor de la superficialidad y del materialismo estúpido de la edad negra; allí Lucifer, el autor del coito brutal que nos alejó del Edén y nos sumergió en este valle de lágrimas y que nos esclavizó en la terrible necedad del intelecto. Millones de seres depravados han encontrado allí su morada.

En el libro negro de los muertos, registramos a diario con el Maestro Moria las nuevas defunciones que se van presentando, y las almas de los dignos quedarán en el Astral de nuestro planeta Tierra, mientras se les provee de nuevos cuerpos físicos que les permitan vivir en la edad del Acuario. 18 millones de años se le dieron a la humanidad para que evolucionara. El hombre tendrá ya que definirse definitivamente por ángel o diablo, águila o reptil.

Las almas de los malvados que van desencarnando serán todas llevadas a las tinieblas de la desesperación de la luna negra.

La Logia Blanca está juzgando a la humanidad con vara de hierro, y ninguna alma depravada podrá reencarnarse ya más en nuestro planeta. Resultado de esto; desde este año de 1950 en adelante habrá un aumento en el registro de muertes –defunciones– y disminución del índice de nacimientos, es decir, morirán mucha más gente de la que nazca. Y en Acuario sólo una pequeña porción de la humanidad vivirá sobre la faz de nuestra Tierra, pues, como ya dijimos, mucho más de la mitad de las almas humanas se perdió y sólo una parte podrá tomar cuerpo en la edad de Acuario. De 1950 en adelante sólo las almas bien preparadas para la edad de Acuario podrán reencarnarse.

La veracidad de este informe para los espiritualistas del mundo será comprobada dentro de poco por las estadísticas de todos los países del mundo entero.

Caerá Babilonia la Grande (nuestra civilización actual corrompida), se desplomarán los grandes edificios, bancos, sociedades anónimas, prostíbulos, etc., y todas las grandes catedrales de todas las creencias, sectas, religiones, partidos políticos y plutocracias empalagosas de épocas medioevales, se romperán las cadenas de todas las esclavitudes y caerán muertos los tiranos mordiendo el filo de sus propias bayonetas.

“La justicia es la suprema piedad y la suprema impiedad de la ley”.

La época de las consideraciones ya se acabó, ahora sólo el brillo terrible de la espada de la justicia atravesando el corazón infame de los verdugos.

Aun cuando esto parezca una contradicción con el capítulo 3 (La Gran Batalla) de nuestra presente obra, ello no es así; fueron estos acontecimientos que se presentaron a última hora y después de haber cerrado el citado capítulo.

Hubiéramos podido dejar esta información para nuestro libro en preparación titulado «La Revolución de Bel», pero el caso es de una importancia tan grave para el actual momento de la evolución humana, que nos vimos en la necesidad de insertar estas palabras al final del presente capítulo.

En el capítulo 20 del Apocalipsis se lee textualmente lo siguiente:

“1 Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo y una grand cadena en su mano.

2 Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años (aquí mil años significa una edad de varios miles de años).

3 Y arrojólo al abismo, y lo encerró y selló sobre él, porque no engañe más a las naciones, hasta que mil años sean cumplidos: y después de esto es necesario que sea desatado un poco de tiempo”. (Esto será en una futura edad de tinieblas, después que haya pasado la luminosa era de Acuario).

Yo, Aun Weor, hablando como Íntimo, es decir, como ángel (pues todos los Íntimos de los seres humanos son angélicos), fui quien recibió la orden de la Venerable Logia Blanca para prender a Yahvé y a sus huestes tenebrosas. Este acontecimiento se presentó en el mes de marzo de 1950, cuando la presente edición estaba para ser terminada su impresión. Yo, Aun Weor, soy quien lleva la llave del abismo en mi mano y la gran cadena de que habla el Apocalipsis, y dando testimonio de la verdad digo lo siguiente: Yo prendí a Yahvé y lo conduje a la octava esfera de la luna negra. Es aterrador el mal del mundo, millares de millones de seres malvados he llevado yo mismo al subplano astral del gran Plano Astral de ese satélite llamado “Lilith” por los astrónomos y que es la luna negra. Todos los templos y universidades y salones de los hermanos de las cavernas tenebrosas están quedando sin sus prosélitos porque van siendo conducidas los millares de almas demoníacas hacia aquel lejano satélite de nuestro planeta Tierra, así, pues, doy la voz de alarma a todos los hijos de los hombres para que se preparen en esta hora terrible de la gran decisión.

Ya llegó el Milenario y las almas de los seres que vayan desencarnando, si no están debidamente preparadas para la nueva edad de Acuario, serán irremediablemente conducidas a la octava esfera de la luna negra, donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes, donde sólo se respira el aire inmundo de la gran bestia y del falso profeta llamado Yahvé.

De ahora en adelante sólo podrán tomar cuerpo en esta nueva edad que se avecina, las almas debidamente preparadas. En nuestra futura obra «La Revolución de Bel» hablaremos ampliamente sobre el Milenario.

El Plano Astral de nuestro planeta está siendo limpiado completamente de toda clase de magos negros y almas depravadas, y no quedará en ese plano ni un solo ladrón, ni un solo fornicario, ni una sola prostituta. Los mundos internos obran como niveles de control para todas las actividades del mundo físico, y si el Plano Astral no hubiese recibido una modificación substancial, se hubiera hecho imposible modificar las energías concientivas, mentales y volitivas de la humanidad que vive en el plano físico, y en consecuencia el ciclo luminoso de Acuario es lógico que habría fracasado completamente.

Sé también demasiado que el valor que he tenido para afirmar que yo soy el ángel de la gran cadena y de la llave, que prendió al dragón, es decir, a la maldad del mundo, y encerró a Yahvé en las tinieblas de la octava esfera de la luna negra, será totalmente ridiculizado y seré el hazmerreír para esta última generación de víboras con la cual finaliza el Kali-Yuga (la Edad Negra). Mas como este libro está escrito especialmente para la edad de Acuario, no me importan las críticas de los imbéciles ni tampoco me desconcierta la carcajada estruendosa de Aristófanes.

¡Ay de ti, generación de víboras! ¡Humanidad malvada! El 12 de abril de 1950 los dioses juzgaron a la Gran Ramera (la presente humanidad) y la consideraron indigna. La sentencia fue: ¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo!

Interpretación. Serán desatadas todas las fuerzas del mal que el mismo hombre ha creado, y de toda esta Gran Babilonia no quedará piedra sobre piedra. La tercera gran guerra mundial es ya inevitable y perecerá con ella la mayor parte de la presente humanidad. Esta triste realidad será comprobada en breve tiempo. Esta última gran guerra será también necesaria, puesto que hay millones de almas demoníacas que actualmente tienen cuerpo físico y se hace necesaria su desencarnación para poderlas conducir a la octava esfera de la luna negra, plano de conciencia llamado por la Maestra H. P. B. en su «Doctrina Secreta» el “Avitchi”.

Este es el karma mundial de la humanidad y hay necesidad de limpiar la atmósfera del mundo para iniciar la edad luminosa de Acuario. Esta transformación indispensable se hará cueste lo que cueste, así lo declararon los dioses.

En la edad de Acuario ciertamente que la población humana será muy poca, pues, como ya dijimos, la mayor parte de la especie humana se perdió, pero la sabiduría infinita del Logos todo lo tiene bien previsto.

A nuestra Tierra vendrán habitantes de otros mundos que reemplazarán a los “perdidos humanos”. Y ellos convertirán a la Tierra en un verdadero paraíso. Y ellos iluminarán a la humanidad. Y ellos vendrán en carne y hueso. Los famosos “platillos voladores” son precisamente aviones perfectos pilotados por pilotos de cierto planeta.

Algunos de ellos han intentado aterrizar y se han estrellado, pues sus naves todavía no están acondicionadas para aterrizar en nuestro planeta. Pero en ese entonces ya podrán “asentarse” sobre nuestra Tierra, y entonces iluminarán a la humanidad, y esos hijos de la luz parecen niños de diez y doce años de edad, pues son pequeñitos y sus rostros sonrosados como la aurora, y tienen despiertos todos sus sentidos ocultos. En sus naves se sientan sobre pequeños asientos forrados de tela morada y tranquilos gobiernan sus naves perfectas.

Dos colaboradores, en nuestros cuerpos internos, interrogamos a una de estas tripulaciones así:

—¿Por qué no vienen ustedes a donde nosotros?

—Porque no podemos, ya han sucedido varios casos –dando a entender de naves estrelladas, y añadió– con el tiempo podremos...

Así pues, querido lector, oídme: la luz vendrá después de que la Gran Ramera haya caído totalmente en el abismo.

En el capítulo 19 del Apocalipsis, versículos 11-21, se lee textualmente lo siguiente:

“Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él era llamado fiel y verdadero, el cual con justicia juzga y pelea.

Y sus ojos eran como llamas de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno entendía, sino él mismo.

Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es llamado el Verbo de Dios.

Y los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos vestidos de lino finísimo blanco y limpio. Y de su boca sale una espada aguda para herir con ella a las gentes, y él los regirá con vara de hierro, y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira de Dios todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores.

Y vi un ángel que estaba en el sol, y clamó con gran voz diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: venid y congregaos a la cena del gran Dios.

Para que comáis carne de reyes y de capitanes, y carne de fuertes y carne de caballos y de los que están sentados sobre ellos, y carne de todos, libres y siervos, de pequeños y de grandes.

Y vi la bestia y los reyes de la tierra y sus ejércitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército.

Y la bestia fue presa, y con ella el falso profeta, que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado a los que tomaron la señal de la bestia y habían adorado su imagen. Éstos dos fueron lanzados dentro de un lago de fuego ardiente en azufre.

Y los otros fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes de ellos”.

Yo, Aun Weor, el antiquísimo hierofante de los misterios egipcios, en nombre del eterno Dios viviente, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que hay en ella, juro solemnemente que yo soy el jinete del caballo blanco de que habla el Apocalipsis en el capítulo 19.

Ciertamente yo, Aun Weor, monto en el caballo blanco astral que se entrega a los altos iniciados.

Ciertamente yo, Aun Weor, llevo sobre mis sienes espirituales muchas diademas.

Ciertamente yo, Aun Weor, recibí la espada de la justicia después de las terribles pruebas iniciáticas.

El abismo y el lago de fuego ardiente en azufre es el mismo Avitchi de que nos habla H. P. B. en el sexto volumen de la «Doctrina Secreta». Ese Avitchi es una región de la Naturaleza. Y el Avitchi de la luna negra es distinto al de la Tierra, cada planeta tiene su Avitchi.

Los reyes de la tierra son los magos negros que yo, Aun Weor, estoy encerrando en el Avitchi de la luna negra.

La Bestia es la humanidad malvada, y el falso profeta es Yahvé.

Millones de millones de hombres y mujeres se convirtieron en demonios, y todos ellos pasaron al Avitchi.

En la próxima gran guerra mundial desencarnarán millones de demonios que yo, Aun Weor, juzgaré con vara de hierro en el Avitchi.

¡Ay de aquellos que comercian con comercio de almas!

La AMORC de California es una escuela de comercio de almas, una logia negra fundada por un mago negro, que actualmente está en el Avitchi de la luna negra, con una cuerda al cuello.

La escuela de Israel Rojas de Colombia, es una escuela que no cuenta con el apoyo de la Logia Blanca, porque su jefe fue expulsado del seno de la Logia Blanca, debido a su comercialismo de almas, y a su orgullo, vanidad y despotismo.

¡Ay de aquellos que traicionan la blanca hermandad, porque sobre ellos caerá la espada terrible de la justicia cósmica! ¡Ay de los fornicarios y de los adúlteros y hechiceros! La espada de la justicia atravesará el corazón de los malvados.

¿No os avergüenza, espiritualistas, rosacrucistas de Colombia, pensar que vuestro jefe Israel Rojas R., se trabó en lucha a muerte, únicamente por amor a vuestros portamonedas, con aquel tal Omar Cherenzi Lind? Dos líderes agarrados por vuestro dinero. ¡Qué vergüenza! Cristo no vino a comerciar con las almas.

Cristo no estableció aulas, ni cursos por correspondencia al estilo de la AMORC de California, ni centros luminares, Sanctums, seminarios rosacruces a lo Cherenzi, ni dogmatismos absurdos a lo católico romano.

Cristo no cobró por los bautizos, ni dijo que había que pagar misas, ni usó sotana negra, ni lanzó maldiciones ni excomuniones sobre nadie, ni cobró diezmos y primicias.

Los gnósticos no formamos aulas ni escuelas, porque no hay mejor escuela que el hogar, ni mejor sacerdote que el amor, ni mejor templo que la catedral del Alma.

La religión católica es enemiga de Cristo.

Los dioses juzgaron a la Gran Ramera y la consideraron indigna. La sentencia de los dioses fue: ¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo!

La señal de la bestia son los cuernos sobre la frente de los cuerpos astrales de los malvados. El papa Pío XII, visto clarividentemente, tiene grandes cuernos, usa túnica y capa roja, y, como gran jerarca de la logia negra, lleva rabo o cola. Es, pues, un demonio. Él y su cónclave de cardenales estudian magia negra, no creen en Cristo, ellos aman a Yahvé y creen en Yahvé, Cristo sólo es un “buen negocio” para ellos.

El colegio cardenalicio tiene establecido en el Vaticano una cátedra secreta de magia negra. Todo el capitalismo corrompido y todo el materialismo occidental con sus prostíbulos y sodomías es un pulpo gigantesco, cuya cabeza es el papa.

¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo!

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Capítulo 10.- Esferas Voladoras


No son “platillos voladores” sino “esferas voladoras”; ellas siguen el proceso planetario de rotación, su movimiento giratorio es de izquierda a derecha, lo cual las hace ascender, o descender cuando es lento el movimiento.

En el centro de la esfera, como muestra el grabado, van unas aletas o paletas en forma de abanico que absorben el éter cósmico, que, conducido por un tubo, es quemado luego en un depósito por medio de un rayo de luz que no es igual a la llama que usamos nosotros. Observado clarividentemente aparenta ser una pequeña rueda, a la manera de nuestro esmeril de afilar objetos de acero; de esta pequeña piedra que gira incesantemente se produce el rayo que quema el éter, lo cual viene a ser el combustible permanente que da el impulso a la esfera.

Una vez quemado el éter cósmico, provoca dos movimientos continuos con la expulsión del chorro: el giratorio y el impulso de la nave. Tiene además un tercer uso este chorro de salida y es que sirve de timón a la nave; con un pequeño movimiento hacia abajo, la esfera comienza a ascender; con el movimiento de su cola-timón hacia arriba, la esfera se inclina hacia abajo y desciende; lo mismo para tomar a la izquierda o derecha, es el chorro de salida quien lo hace tomar el rumbo. Al ser quemado el éter, produce dentro de la esfera calor suficiente para proteger a los pequeños pilotos, y el movimiento de rotación externo calienta toda la esfera, pudiendo ésta pasar por entre los grandes fríos planetarios sin que se le acumule hielo u otros gases que se encuentran en el firmamento.

La esfera gira sobre su propio eje (como se ve en el grabado), lleva un eje perpendicular y sobre éste gira; la cabina donde van los pequeños pilotos está sujeta a este eje; por consiguiente es inmovible a pesar de la rapidez con que externamente gira. Contiene la cabina dos pequeños relojes que indican su dirección el uno, y el otro velocidad; por medio de una pequeña palanca, dan el movimiento a su chorro; y la velocidad, por medio de un botón o acelerador que manejan con el pie; éste entra o sale y puede sostenerse en un punto determinado dando siempre una misma velocidad.

Para caer en tierra abre un abanico que tiene debajo, tal como se ve en el grabado. Este abanico recoge, a manera de cono, una tierra finísima en los campos de aterrizaje, y sobre ellos cae suavemente. Para levantarse le basta con el movimiento giratorio, y esto lo hace subir rápidamente; él queda con una reserva de éter en forma de presión, de manera que al salir provoca el movimiento. Este movimiento giratorio es lo que no le ha permitido caer hasta el momento en la tierra, de manera que al tentar tierra, estando la nave girando, se estrella de inmediato.

La velocidad se la da el chorro de salida, según su intensidad. El movimiento de derecha a izquierda es similar al de las alas del helicóptero, y puede permanecer fijo en un punto lo mismo que el helicóptero. El combustible más potente que hay en el Universo es el éter, éste se encuentra en todas partes. Por consiguiente, estas naves encontraron o resolvieron el movimiento continuo que tanto han buscado nuestros sabios, pues al girar la esfera sobre su eje, introduce el éter, luego, al ser quemado éste, produce la fuerza y con su chorro de salida viene a seguir dando movimiento a la esfera, o mejor dicho la hace girar, y al mismo tiempo la impulsa; luego este movimiento es continuo. Esto nos indica que los aviones movidos por gasolina pasarán de moda muy pronto, este combustible es muy pesado, peligroso y ocupa mucho espacio, todo esto pasará a los museos de antigüedades. Así pues, las alitas pasarán de moda, habrá que volar como las esferas celestiales. El movimiento giratorio, como dijimos, es controlable, esto es, aumenta o disminuye según la intensidad del chorro de salida.

Hay pequeñas y grandes esferas, capaces de transportar enormes tripulaciones. Los habitantes de nuestro planeta Tierra no fueron capaces de viajar a otros planetas; en cambio, esos hombres “niños” de otros planetas vendrán a civilizarnos, porque nosotros somos unos salvajes.

Para terminar este estudio de las “esferas voladoras”, tengo que decirles a los hombres de ciencia que esta no es una teoría más o menos ampulosa ni más o menos vaga.

Esta es una realidad palpitante. Los cuatro colaboradores que investigamos estas naves, estuvimos dentro de ellas y conferenciamos con sus pequeños pilotos. Así pues, este estudio no es ni una teoría ni una hipótesis ni opinión. Es sencillamente realidad. Esto mismo pueden hacerlo los científicos si aprenden a salir en Astral. En nuestro medio, muchísimas gentes han creído que los tales “platillos” son instrumentos de destrucción o armas secretas inventadas por Rusia, y que posiblemente esas máquinas sean movidas por radar u otros inventos similares, pero no hay tal, no son máquinas de destrucción como las que inventan los hombres, son naves perfectas que nos traerán la civilización, porque nosotros no somos civilizados, somos antropófagos con esmoquin.

En Rusia existe un sabio que, por medio de ondas de radio, ha logrado comunicarse con esos pilotos. Este sabio está ayudado por Uan Weor, o sea el Weor de Rusia, que es uno de los siete Weores de la Santa Iglesia Gnóstica.

Nuestro hermano Sir Weor, de los Estados Unidos, no ignora tampoco esto. Los científicos que quieran investigar sobre las esferas voladoras, que estudien este libro detenidamente, que se tomen el trabajo de desarrollar sus propios poderes internos u ocultos y así podrán entrar triunfantes y victoriosos al anfiteatro de la ciencia cósmica.

Cuando los pilotos de las esferas voladoras establezcan su morada en la Tierra, tendrán que iluminarnos, y entonces sí habrá esplendor y sabiduría. Ellos son sabios y santos al mismo tiempo, son pequeños de estatura y sus rostros sonrosados como la aurora, su misión será la de iluminar a la futura humanidad de Acuario.

El informe dado por el señor Lapides, afirmando que los platillos voladores son un arma secreta de Estados Unidos, ello no es así, son meras suposiciones o noticias para halagar a ciertos lectores.

También los informes suministrados por el señor Echeverri Márquez, basados en un documento inglés de propiedad de un oficial inglés queriendo con él explicar lo de los platillos voladores, también es una simple suposición; todos estos informes son para tratar de darle paternidad a un invento que no es de nuestro planeta y para proporcionar noticias halagadoras a miles de lectores.

Si los platillos voladores fueran armas secretas, ¿qué harían volando sobre ciudades de poca importancia, sobre los campos, esquivando encontrarse con otros aviones, causando movimientos inesperados entre ellos, volando serenamente, y en fin, a la vista de miles de espectadores?

Gústeles o no les guste a los testarudos del siglo XX, van a tener que convencerse de que los platillos voladores son aviones de otro planeta pilotados por seres humanos millones de veces más sabios que los asnos con frac, anteojo y cubilete de nuestra afligida Tierra.

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Capítulo 11.- El Absoluto

Cuando ya el alma se ha unido con el Íntimo, y el Íntimo, por medio de ella, se ha convertido en un maestro del cosmos, entonces ante el Íntimo se abre una nueva aspiración, y es unirse con el rayo de donde procedió el Íntimo mismo.

Así pues, nosotros en última síntesis somos un rayo del Absoluto, un hálito del Absoluto para sí mismo ignoto.

Ese rayo es el Glorian, nuestro Ser totalmente esplendoroso, y el Íntimo viene a ser un desdoblamiento del Glorian, y un concepto al mismo tiempo del Glorian, un concepto de lo que él quiere ser dentro del cosmos. Estas ideas han de ser profundamente comprendidas por la intuición.

Para comprender el Absoluto tiene que conocerse uno profundamente a sí mismo. El Absoluto está dentro de uno mismo, y el Absoluto es profundamente individual, pues el Absoluto es el Glorian.

Quien invoque al gran ángel Adonaí se dará cuenta que él ya se unió con el Glorian. Al invocar a este sublime ser, lo primero que aparece ante el clarividente es el rayo dorado e inefable de Adonaí, y luego, de ese mismo rayo, sale el gran Ángel de la Luz con su túnica dorada y sus grandes bandas de oro luminoso, que caen de su cabeza hasta los pies.

El aura de Adonaí está llena de luz y música. A mí me regaló el ángel Adonaí un gran medallón de oro con una gran cadena; ese medallón me permite manejar las vibraciones universales.

Sin embargo, a pesar de ser tan glorioso este ángel y a pesar de haberse unido ya con su Glorian, aun no tiene derecho de quedarse en el Absoluto, pues todavía no se ha libertado de las leyes de la Naturaleza.

Hay dioses tan colosales como el dios Sirio, que gobierna dieciocho millones de constelaciones, y sin embargo todavía es un esclavo de las leyes de la Naturaleza, y aún no ha ganado por ese motivo el derecho de morar definitivamente en el Absoluto.

Aun los dioses más elevados, tienen el peligro de caerse. Sólo ha pasado uno más allá de todo peligro, cuando ya se ha libertado de las leyes de la Naturaleza y entra definitivamente en el Absoluto.

Cuando un altísimo Iniciado anhela romper con las leyes de la Naturaleza para entrar al Absoluto, surgen dioses tentadores que temen perder su jerarquía, y le ofrecen al aspirante hacerlo gobernador de determinadas zonas del Universo para que no se liberte. Estos dioses tentadores son mil veces más peligrosos que los humanos. Casi todos estos dioses moran en el océano de luz maravilloso que se llama el Anillo Prohibido.

La auténtica felicidad sólo se encuentra cuando uno entra definitivamente en el Absoluto. Mientras el hombre sea esclavo de las leyes de la Naturaleza, no puede ser totalmente feliz, pues la Naturaleza es una madre terriblemente bondadosa, pero también verdaderamente cruel y despiadada. Observemos la vorágine de la selva, y comprenderemos que la Naturaleza se sostiene a base de tremendos sacrificios. Y si penetramos al primer salón del Nirvana (o primer subplano del Nirvana hablando en lenguaje teosófico), veremos allí el templo de los dioses, donde todos éstos se presentan crucificados. Y en realidad, querido lector, el cosmos se sostiene sobre gólgotas y cruces y cruces.

Yo conozco todos los siete salones del Nirvana, y puedo asegurar que todos estos dioses son felices, pero aspiran a entrar algún día al Absoluto, pues esa es la suprema aspiración de todos los dioses.

El Absoluto está más allá del espíritu, y más allá de la materia, pero el Absoluto es la causa de ambos. El Absoluto no es fuego, pero es la causa del fuego. El Absoluto es luz esplendorosa que, como nosotros no entendemos, le decimos tinieblas, pues la mucha luz nos enceguece.

El Absoluto está más allá del bien y del mal. El Absoluto está más allá del tiempo y del espacio, más allá del número, límite o forma, más allá de la razón y de la intuición, más allá de esto o aquello, lado por lado, relación o cantidad. El Absoluto está más allá del silencio o del sonido y de los oídos para percibirlo.

El Absoluto es el No-Ser, que es el Real Ser; le decimos No-Ser porque es Ser en forma tan rara para nosotros y tan ajena a nuestro modo de comprender la vida, que le decimos No-Ser precisamente porque no lo entendemos.

Del Absoluto salimos sin alma, y al Absoluto volvemos con un alma de diamante y la túnica del Maestro ceñida sobre nuestros lomos.

El Absoluto se compone de hálitos o rayos. Hay rayos que tienen alma, y hay rayos que todavía no la tienen. Los hálitos que tienen alma son conscientes de su propia gloria, y de su propio Ser y felicidad, y esos son los dioses que ya se libertaron de las leyes de la Naturaleza, y viven en la dicha más inconcebible por un ser humano.

los rayos o hálitos que no tienen alma, no se conocen a sí mismos, ni son conscientes de su propia gloria; su conciencia es la del Absoluto, pero ellos no pueden decir todavía, “Yo soy el Absoluto”. Para ello necesitan primero descender al jardín cósmico y conseguir un alma de diamante.

El Absoluto es un sembrador que siembra sus semillas en el jardín de la cosmicidad, y cuando llega la gran Noche Cósmica, recoge sus frutos ya maduros, y con ellos se enriquece aun más, en la eternidad.

En cada Noche Cósmica, el Absoluto es más absolutamente perfecto, y en cada día cósmico el infinito es más infinitamente perfecto.

El Absoluto es nuestro hogar verdadero, de donde un día salimos y a donde un día regresaremos vestidos con la túnica de Maestros del cosmos. Allí viviremos infinitamente felices, entre la poderosa sabiduría de las tinieblas.

Alabado sea nuestro santo Glorian por siempre jamás, amén.


Este que aparece crucificado con la cabeza para abajo y los pies para arriba, es Yahvé, el Maestro instructor del sumo pontífice de la Iglesia Católica Romana.

Yahvé crucificó al Cristo y sostuvo la Iglesia Católica Romana durante veinte siglos. Ahora está atado a una pesada cruz de madera tosca y llena de púas que lo hieren horriblemente. Su corona es de hierro con púas que atraviesan su cabeza. Como se ve en el grabado, algunas llamas de fuego lo abrasan y queman terriblemente.

El Papa declaró al año de 1950 año santo, porque el año de 1950 es el año de Yahvé, 1950 es el año del diablo. El número 15 es en Cábala Tifón Bafometo, o sea, el Diablo. 1950 sumado da 15. El Papa está atribulado porque Yahvé y sus legiones fueron encerrados en el abismo. Ahora caerá irremediablemente la religión romana, porque Yahvé ya no puede apoyarla, esto lo sabe el Papa y su cónclave de cardenales, pero no lo sabe el pueblo ni los curas, a ellos el Papa les oculta todo esto. Este secreto es muy sagrado para el Papa y a ningún cura le es permitido saber estas cosas. Yahvé permanecerá en su cruz hasta la edad del Chivo (Capricornio), Yahvé es el crucificado negro de la octava esfera.

Yahvé es un ángel caído, es el genio del mal (el Diablo). El Papa es el Anticristo.

El cuerpo astral es muchísimo más sensitivo que el físico, y por ello los sufrimientos de Yahvé son terribles. Todas las banderas, todas las creencias, todas las escuelas, religiones y sectas cayeron en manos de Yahvé, él las gobernaba. Rompamos con todas esas “jaulas” y busquemos a Cristo en nuestro corazón. Ni el teosofismo ni el rosacrucismo ni el espiritismo pueden traernos felicidad porque todo ello es de Yahvé.

Los magos negros escribirán un libro para contrarrestar y refutar este libro que la Logia Blanca envía a la humanidad, pero fracasarán porque Yahvé está crucificado.

Se reirán de esta lámina los cerdos materialistas porque ellos no creen sino en la inmundicia, y al igual que los cerdos, los halaga el lodo y el fango, y como el burro, sólo creen en el pasto porque lo ven. A ellos sólo les interesa el licor, los placeres, hartarse y cohabitar. En esto se parecen a las bestias y por ello solo creen en la carne, el sebo y la manteca. Todos ellos caerán bajo el filo terrible de la espada de la justicia cósmica. No me importa la burla de esos cerdos, para ellos tengo alma de apóstol.

Ellos morirán bajo las ruinas de las grandes ciudades del mundo. Con la tercera guerra mundial, Estados Unidos recibirá su castigo, y todo el oro de sus bancos quedará convertido en cenizas. De Nueva York no quedará sino sus ruinas.

Este que veis aquí crucificado fue el culpable del fracaso de la evolución humana. ¿Qué importa la risa de los cerdos materialistas? Sabemos que son sus más fieles seguidores y sus más fanáticos defensores porque siguen a Yahvé, no a Cristo. Ellos aman lo que el Cristo condenó: riquezas, fornicación, vanidad, ostentación, concupiscencia, adulterio, maledicencia, robo, opulencia y toda esa gama de cualidades a que aspira el materialista sin fe ni corazón. Se desatará la tempestad y la gran ramera adorará a Yahvé en el abismo.

Los grandes rascacielos de Nueva York caerán bajo la espada terrible de la justicia cósmica como castillos de naipes, aplastarán a las bestias humanas y entonces temblarán ante la majestad de Dios.

¿Están creyendo los magos negros de la escuela AMORC de California que con su mantram UUUUUAAAAAIIIII se van a purificar?

Están creyendo que la palabra perdida es Matra? Pobres necios...

¿Están creyendo los del título adeptus exemptus, los del cuarto grado con su palabrita de pase régulus que verdaderamente son adeptos?

¿Están creyendo los de sexto grado con su palabra de pase zocas que van muy bien? Los discípulos de la AMORC, en la primera iniciación negra, quedaron esclavos del Guardián del Umbral.

¡Pobres esclavos de Yahvé! Veritas no os salvará del abismo. ¡Ay de vosotros!

Sabed que el Guardián del Umbral es la bestia interna. Vosotros quedáis esclavos de esa bestia en la primera iniciación negra, cuando lo invocáis ante el espejo.

Os están engañando los magos negros, pobres discípulos de la AMORC.

El mago negro fundamenta su poder en el Guardián del Umbral, en la bestia interna; el blanco fundamenta su poder en el Íntimo, y pone bajo sus pies al Guardián del Umbral, a la bestia interna.

El imperator fundador de la AMORC está en el Avitchi, entre el llanto y el crujir de dientes.

¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo!

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Capítulo 12.- La Iniciación

Los principiantes en Magia Sexual habrán de practicar este acto en posición vertical (de pie); esta posición evita en el principiante el derrame seminal.

El varón colocará los tres dedos de su mano derecha (pulgar, índice y medio) sobre el coxis o hueso sacro de la mujer, dando un masaje de abajo hacia arriba a lo largo de la columna espinal con la intención de hacer subir el Kundalini hacia arriba, hacia la cabeza; la mujer hará lo mismo con el hombre aprovechando los tres dedos índice, pulgar y medio.

Los Maestros Maitreya, Moria y K.H. enseñaron esto a los chelas del templo. El Gurú instruyó a los discípulos objetivamente con una vestal del templo, les probó cómo con la posición horizontal se está más propenso al derrame y con la vertical se evita mucho este peligro. (El templo tiene 11.000 vestales, que son las 11.000 vírgenes del templo del Cuzco, Alto Perú, que en vano desearon violar los soldados del conquistador Pizarro).

Los principiantes sólo en la aurora de los días jueves y viernes pueden practicar Magia Sexual.

El que quiera recibir la Iniciación, tiene indispensablemente que aprender a salir conscientemente en cuerpo astral, y practicar Magia Sexual. La Iniciación no es para dormidos ni para fornicarios.

Yo conozco millares de rosacruces y teosofistas, muy instruidos, pero desgraciadamente no pasan de ser teóricos. Teoría, teoría y más teoría, y en conclusión, nada. Con infinito dolor veo que mis hermanos teósofos se han extraviado, y han terminado nada más que en pura teoría. Los rosacruces van algo mejor, pero también les falta ser más prácticos.

como dijo Goethe: “toda teoría es gris y sólo es verde el árbol de doradas frutas que es la vida”.

La Iniciación no es cuestión de teorías, sino de realidades absolutamente prácticas.

Lo primero que se necesita es despertar la conciencia. Sucede que los seres humanos, durante las horas del sueño, cuando no están entre el cuerpo físico, deambulan por el Astral absolutamente dormidos y se ocupan en las mismas cosas del día. Esos dormidos no sirven para iniciados.

Yo conozco centenares de teósofos y rosacruces que no hacen sino vivir dormidos, y, aunque paguen cuotas y lean libros y se muestren autoritarios ante los demás, no son en el fondo sino pobres dormidos.

Así pues, lo primero que se necesita es despertar la conciencia, y para ello hay necesidad de cultivar el discernimiento.

Por ejemplo, si usted, querido lector, en instantes en que se encuentra leyendo este libro, ve entrar a su casa un elefante o un cocodrilo, ¿no se le haría raro a usted? ¿Será usted un individuo tan inconsciente, que ni siquiera se le ocurra averiguar ese curioso adefesio? ¿Seguiría usted adormecido?

Si usted realmente es un individuo así de inconsciente, entonces no sirve para Iniciado; pues un discípulo de los Maestros, al ver una cosa tan rara como un elefante o un cocodrilo entrando a la casa, o un fallecido, o un misterioso artefacto, o simplemente cualquier cosa curiosa, lo primero que hace es preguntarse a sí mismo: ¿Dónde estoy yo? ¿Estoy yo en el mundo físico o en el mundo astral?

Naturalmente, el neófito debe saltar con la intención de volar, y es lógico que si flota, es porque se halla en el mundo astral, y entonces, lleno de gozo, despierta en ese mundo y se dirige, ya al “Salón de Niños”, o a la Iglesia Gnóstica, donde los Maestros lo enseñan y ayudan.

Muchas veces una bella puesta de sol, o el encuentro con un fallecido, o simplemente cualquier detallito insignificante, son suficientes para que el chela se haga a sí mismo esta pregunta: ¿Estaré en el plano físico o estaré en el plano astral?

Este ejercicio se llama discernimiento, y hay que habituarse a él, practicándolo durante la vigilia para que se grave en el subconsciente y actúe durante el sueño. Y así llega el instante en que el ser humano adquiere la conciencia continua, y entonces es ya un Iniciado de la Logia Blanca.

¿Están creyendo que “Maord Maorc” de tercer grado les va a servir de mucho? ¿Están creyendo estos magos negros de tercer grado que su palabrita de pase “arco” es una gran cosa?

Aquí me refiero a los discípulos de la AMORC, a quienes se les ha enseñado que con estas palabritas encuentran el camino de tal Iniciación. La Iniciación no es cuestión de cursos por correspondencia. Hay que despertar la conciencia y sujetarse a las pruebas iniciáticas.

La primera prueba que tiene que soportar el discípulo es la prueba del Guardián del Umbral. Ciertamente esta prueba es realmente horrible. El no preparado siente un terror indecible ante la larva del umbral. El Guardián del Umbral es la raíz misma de nuestro yo animal, cuyo nombre mántrico es Satán. Es –mejor dijéramos– el fondo interno de nuestro Satán. Es la personificación de nuestro pasado con todos sus horribles defectos.

Ese aspecto del umbral lo llevamos dentro de nosotros mismos, y en los mundos internos el discípulo ve todas las cosas a través de ese “yo animal”, es decir, ve todas las cosas teñidas con el colorido de su propia personalidad, y por lo tanto no ve las cosas tal cual son, sino teñidas con el colorido de su atmósfera personal. Pero una vez que el discípulo ya es capaz de viajar conscientemente en cuerpo astral, puede y debe invocar el espectro del umbral, y entonces ese ser que está adentro sale fuera y se presenta amenazadoramente ante el discípulo. Esto va precedido de una brisa de muerte. El discípulo se enfrenta valerosamente ante el espectro del umbral, y por medio del valor y de la fuerza terrible del amor, derrotará al monstruo, el cual huirá vencido.

Desde ese instante en adelante, el discípulo queda solo, iluminándose con su propia luz, pues la luz que antes lo iluminaba lo ha abandonado, y ahora tiene que iluminarse con su propio aceite espiritual. Antes lo iluminaba el espíritu de su raza, familia y nación; ahora estos espíritus lo han abandonado y el discípulo se hace más dueño de sí mismo, pero también ha adquirido más responsabilidad ante las leyes cósmicas.

Ese monstruo fue creado por el discípulo a través de sus innumerables reencarnaciones del pasado. Y ahora queda en la obligación de embellecerlo. El Guardián del Umbral se embellece poco a poco, conforme vamos embelleciendo nuestro “yo animal” o Satán.

Nuestro yo animal se nutre de nuestros propios defectos, y conforme le vamos quitando esos defectos que lo nutren, él se va empequeñeciendo y embelleciendo, y el Guardián del Umbral, que es el fondo interno de ese Satán, cual un espejo de ese yo animal, se va embelleciendo poco a poco, hasta convertirse en un niño lleno de radiante belleza.

Entonces ya nos habremos unido con el Íntimo, y ese Guardián del Umbral volverá nuevamente a unirse con nosotros, y se convertirá en un cuerpo de recuerdos.

El Guardián del Umbral del ángel Adonai tiene la apariencia de un niño de extraordinaria belleza.

Cuando el discípulo fracasa ante la terrible prueba, queda esclavo del terrible monstruo y entonces se demora terriblemente su progreso espiritual.

Pero, si lleno de valor pone en derrota al horrible monstruo, entonces resuena en el espacio un ruido metálico que hace estremecer el Universo. Y el discípulo es recibido en el “Salón de los Niños” por el Colegio de Iniciados, que con gran alegría y música deliciosa celebran fiesta al nuevo discípulo que ha puesto su pie firme en el sendero.

Desde ese instante en adelante el discípulo ve las cosas tal cual son, y no teñidas con el colorido de su propia personalidad. Se convierte en un investigador experimentado de los mundos suprasensibles.

Tiempo después surge la segunda prueba, llamada la prueba del Gran Guardián del Umbral mundial. Esta prueba es todavía más terrible que la primera, y el no preparado siente un terror indecible en presencia de este segundo Guardián. El discípulo debe invocar a este Guardián cuando ya se sienta debidamente preparado, para evitar un fracaso.

La presencia del gran Guardián del Umbral Mundial va precedida de una brisa helada, y es el viento característico de las evocaciones, tan conocido por los magos.

El discípulo se enfrenta valerosamente ante este Guardián y lo derrotará en nombre del Cristo.

Al retirarse el gran Guardián del Umbral Mundial, un sonido metálico resonará en el espacio, anunciando el triunfo de la prueba. Acto seguido será recibido en el “Salón de los Niños” el discípulo victorioso, al cual se le festejará el triunfo con música deliciosa.

después de esta prueba, el velo de Ahrimán quedará totalmente roto y el discípulo quedará convertido en un ciudadano del cosmos. Luego se dará cuenta exacta de quién es el gran Guardián del Umbral Mundial y entonces contemplará con asombro que tras ese monstruo se oculta Maitreya, cumpliendo con su deber de Guardián del Paraíso.

Ese luminoso ser sólo le permitirá morar al discípulo en el Nirvana cuando ya el discípulo se haya sacrificado totalmente por la humanidad.

El discípulo tendrá pues que apurar el cáliz del dolor hasta la última gota, para tener el derecho de morar en el Nirvana.

El discípulo tendrá que convertirse en un imitador del Cristo y dar su vida por la humanidad, sacrificarse como Él se sacrificó y amar a la humanidad como Él la amó.

El que después de esta prueba no se convierta en un imitador de Cristo, se convierte en un mago negro.

Claro que el discípulo podrá visitar en su cuerpo astral, o en su cuerpo físico o mental o causal o en cualquiera de sus siete vehículos, cualquiera de los siete salones del Nirvana, o aun el majestuoso templo del Anillo Prohibido; pero sólo puede quedarse a morar allí cuando ya se haya sacrificado por la humanidad totalmente.

Anotamos de paso que los señores teósofos, con su famoso “Mayabirrupa”, están totalmente equivocados al pretender que sólo con ese famoso “Mayabirrupa” se pueden visitar los distintos planos cósmicos.

El Íntimo es un rey y señor del Universo, y por lo tanto no está condicionado por ningún plano cósmico; él puede hacerse visible y tangible en cualquier plano cósmico, él tiene libre acceso a todos los departamentos del Reino, y aun con cuerpo físico se puede ir al Nirvana.

Se equivoca Max Heindel al sostener que sólo con el cuerpo del espíritu divino se puede viajar a través de los sistemas interplanetarios.

Yo me comprometo a llevar con su cuerpo astral, o con su cuerpo físico en estado de Jinas, a cualquier chela, ya al Nirvana o al Anillo Prohibido, o cualquier lejano planeta del Infinito.

El chela que quiera convencerse, invóqueme a mí, Aun Weor, desde mi templo llamado templo de Aun Weor, y lo llevaré a donde quiera, y en el cuerpo que quiera. Para ello no necesito de ningún “Mayabirrupa” teosófico.

Otro error gravísimo de Heindel es afirmar que sólo puede penetrar al interior de la tierra, es decir, hasta su mismo centro, aquel que haya llegado a la primera Iniciación de Misterios Mayores.

Yo, Aun Weor, me comprometo a llevar a cualquier simple chela hasta el templo que está situado en el corazón de la tierra, pues para ello existen ciertos caminos astrales que yo conozco muy bien.

Después de esta pequeña digresión, volvamos al tema del presente capítulo.

Una vez que el discípulo ha pasado las pruebas de los dos guardianes, tendrá que ser pasado por fuego. El discípulo tendrá que pasar la tercera prueba, llamada la prueba del “Salón de Fuego”. Este salón ígneo asustaría al no preparado, pero el discípulo debidamente preparado se sostendrá entre las llamas valerosamente, y luego será recibido en el “Salón de los Niños” donde se le hará gran fiesta.

Estas son las tres pruebas fundamentales para entrar en el sendero.

En el Salón de los Niños los Maestros asumen figura de niños para decir al discípulo que, hasta que no sea como niño, no podrá entrar en el reino de los cielos. Por ello es por lo que a los antiguos iniciados se les llamaba “niños”.

Los hermanos de la sociedad teosófica cometen un terrible y gravísimo error al despreciar al cuerpo astral, pues ese traje brillante es el cuerpo de las iniciaciones, y es nuestro Crestos por medio del cual logramos la alta Iniciación.

Dentro del cuerpo astral está encerrada la mente, la voluntad, la conciencia y la vida, como dentro de un estuche sagrado.

El hombre es séptuple, pero los gnósticos lo sintetizamos en una tremenda realidad de cuerpo, alma y espíritu.

La Iniciación no es cuestión de teorías ni de pagar cuotas, es sencillamente cuestión de practicar Magia Sexual y adiestrarse en el Astral.

El mago debe tener un Yo fuerte y poderoso y una robusta y poderosa personalidad, los impersonalismos teosóficos sólo conducen a la degeneración.

El Iniciado debe vivir siempre heroico y siempre victorioso, como los héroes de Rabelais, nada de debilidades. El Iniciado debe ser un superhombre omnipotente y divino.

El Iniciado debe ser humilde y sabio, el Iniciado debe ser totalmente practicista.

El Iniciado debe vivir siempre alerta y vigilante como el vigía en época de guerra.

El Iniciado, por donde quiera que pase, debe dejar centellas de luz y de alegría.

El evangelio de San Juan da extraordinaria importancia al Yo. Repite siete veces la palabra yo: ”yo soy el pan, yo soy la luz, yo soy el buen pastor, yo soy la puerta, yo soy la resurrección, yo soy el camino, la verdad y la vida, yo soy la vid”. Cada uno de estos siete “yo soy”, va precedido de un mantram oculto de gran poder.

Debemos cultivar nuestro yo, y tener una fuerte y robusta personalidad, pues ésta última viene a ser la vestidura de nuestro Yo.

El hombre debe tener las cuatro características de la esfinge:

1 Las garras del león –coraje y nobleza–.

2 La tenacidad del buey –representada por las patas del buey–.

3 Las alas del águila –éstas son las alas del espíritu–.

4 La inteligencia del hombre –representada por la cabeza de la esfinge-.

1 El hombre debe ser sereno ante los peores enemigos.

2 El hombre debe ser tenaz en sus propósitos y no desmayar ante los obstáculos e inconvenientes que se le presenten.

3 El hombre debe tener la majestad del águila para no sucumbir ante los peores fracasos.

4 El hombre debe desarrollar su inteligencia para saber adaptarse a todas las circunstancias de la vida sin dificultad ninguna.

Cuando ya el hombre ha desarrollado las cuatro características de la esfinge, entonces está preparado para pasar las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire. Por medio de estas cuatro pruebas se examina la moral del discípulo. Éste es, pues, un examen simbólico, que corresponde exactamente a la moral del discípulo.

El que no haya desarrollado la serenidad, no podrá pasar la prueba de fuego. El que sucumbe ante un fracaso económico, no podrá pasar la prueba del aire. El que no haya desarrollado el altruismo ni la adaptabilidad a la vida, no podrá pasar la prueba de agua. El que no ha aprendido a ser tenaz, tampoco podrá pasar la prueba de tierra.

La esfinge es el mismo hombre. El hombre debe tener las alas del águila, la inteligencia del hombre, las garras del león y la tenacidad del buey. Esas cuatro características de la esfinge le permiten al hombre pasar las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire.

El discípulo ya preparado pide las cuatro pruebas a los Maestros de la Logia Blanca, y ellos se las sueltan para que pruebe su moral. Puede que se las suelten todas de seguido, o puede que se las vayan soltando poco a poco, es decir, de una en una, en sucesivo orden.

El que no sabe ser sereno, no puede pasar la prueba de fuego, pues el discípulo, durante esa prueba, se ve perseguido, injuriado y sacrificado hasta el máximo. Y es lógico que si el discípulo se deja llevar de la ira, reaccionará en forma violenta contra sus enemigos, y el resultado de ello será el fracaso de la prueba. Y además que, sin haber desarrollado la serenidad, tendrá inevitablemente que horrorizarse ante el fuego. Por lo tanto es necesario haber aprendido a sobreponerse ante la cólera. El colérico no puede pasar la prueba de fuego.

El que llegue a temer al abismo no podrá pasar la prueba de aire. Es lógico que un individuo que todavía se deja llevar de la desesperación ante un fracaso económico o de cualquier otra naturaleza,fracasará ante la prueba de aire, temblará de horror, al verse lanzado al fondo de un abismo.

Aquel que no haya aprendido a ser altruista ni adaptarse ante las difíciles circunstancias de la existencia, se llenará de horror ante el peligro de perecer ahogado durante la prueba de agua.

Aquel que no haya aprendido a ser tenaz y a sacar provecho de los peores inconvenientes, temblará de horror cuando vea dos montañas gigantescas que se cierran sobre sí para aplastarlo.

Éstas son las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire.

Después de cada prueba, se recibe al discípulo en el Salón de los Niños, donde se le celebra al candidato el triunfo con música deliciosa, inefable.

En los antiguos tiempos, esas pruebas se pasaban en el mundo físico, y entonces muchos candidatos a la Iniciación perecieron trágicamente. Hoy, esas pruebas se pasan en el Astral, pero también en algunas ocasiones se pasan en el mundo físico.

Repito nuevamente que la vida es la escuela donde se adquieren las facultades necesarias para la Iniciación, pues la Iniciación es la vida misma.

Pero el examen es simbólico, y si el individuo está preparado pasa triunfante esas pruebas. Por medio de ellas se sabe si el individuo ya adquirió en la vida las facultades necesarias para el chelado o discipulado, o si aún le falta algo.

Cuando ya el discípulo ha pasado las cuatro pruebas de tierra, agua, aire y fuego, entonces tiene derecho a pedir a los Maestros la capa de discípulo aceptado de la Logia Blanca. Esta capa se la entregan los Maestros, y ella lo distingue entonces en medio del cosmos, como a un chela de la Logia Blanca.

El discípulo queda entonces bajo las órdenes de la Logia Blanca, y, si el discípulo desea progresar, debe obedecer y reverenciar a los Maestros. Más tarde llega el momento en que el discípulo ya está preparado para recibir la primera Iniciación de Misterios Menores.

Son nueve iniciaciones de Misterios Menores antes de llegar a la primera Iniciación de Misterios Mayores, en la cual se une el alma con el Íntimo. Cada Iniciación tiene sus grados, y cada grado tiene sus pruebas.

Hay siete santuarios de misterios, de los cuales la Rosacruz es uno de ellos (éstos santuarios son internos).

Existe también el santuario de misterios mayas, uno de cuyos templos está situado en la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia). A ella pertenece el indio Nalguí Ingula y muchos otros indios iniciados. Yo, Aun Weor, pertenezco al santuario de misterios egipcios. Y existe también el santuario de misterios orientales, es decir, el santuario de misterios del rayo oriental, el santuario de misterios de la Atlántida y el santuario de misterios lemur, etc., etc.

En la Rosacruz existen muchos individuos afiliados a las instituciones del mundo físico, instituciones falsas, casas de comercio –porque la auténtica Rosacruz está en el Astral, es interna–. Estas aulas físicas, conocidas como sociedades, son logias rosacruces, y sin embargo tales individuos realmente no son rosacruces, pues nadie sabe a qué rayo pertenece hasta tanto no sepan viajar conscientemente en cuerpo astral.

Precisamente cuando el discípulo recibe la capa de chela de la Logia Blanca, junto con la capa se le entrega una joya sagrada, que representa exactamente el rayo al cual él pertenece. Sólo entonces el discípulo viene a saber a qué rayo pertenece y cuál es su santuario. Y los grados iniciáticos se reciben en el santuario de misterios al cual pertenece, pero las iniciaciones se reciben en la Santa Iglesia Gnóstica.

Durante las nueve iniciaciones de misterios menores, al discípulo le tocará vivir toda la pasión de nuestro divino Maestro el Cristo. Una de las pruebas más difíciles es la llamada Prueba Direne, pues durante esa prueba el discípulo tendrá que probar su castidad hasta el maximum, en carne y hueso, y ante las tentaciones más terribles. Esta prueba se pasa en el plano físico.

Otra prueba también muy difícil de pasar es la llamada Prueba de Justicia, pues en ella le toca vivir como Cristo ante Pilatos y ante Caifás. El discípulo se verá acusado por sus mismos amigos más queridos y apreciados ante los jueces del tribunal de Justicia, y, si protesta, es porque todavía le falta prepararse.

Durante estas nueve iniciaciones, el discípulo tendrá que pasar terribles pruebas, y tendrá que representar el discípulo todo el drama del Gólgota, personalmente, pues el sendero del Gólgota es el sendero de la Iniciación.

Estrecha es la puerta y angosto es el camino que conduce a la vida, y muy pocos son los que lo hallan.

El sendero de la Iniciación es un sendero de espinas y dolor. El Iniciado tendrá que ser torturado, escupido y humillado. El Iniciado tendrá que ser azotado y tendrá también que besar el látigo del verdugo.

Aquel que odie a sus enemigos, aquel que no sea capaz de besar el látigo del verdugo, aquel que proteste ante sus acusadores y calumniadores, no podrá llegar a la alta Iniciación.

Para llegar a la alta Iniciación, hay que hacer carne y sangre en nosotros toda la doctrina del Maestro.

El orgulloso, el vanidoso, el fornicario, el ladrón, el adúltero, el hechicero, el criminal, el difamador, etc., no sirven para iniciados. Para la alta Iniciación tenemos que volvernos totalmente puros como niños.

¿Cómo puede llegar a la alta Iniciación, es decir, a la unión con el Íntimo, el avaro y el egoísta? ¿Cómo puede llegar a la alta Iniciación aquel que no venera a sus superiores? ¿Cómo puede llegar a la alta Iniciación aquel que no tiene ningún inconveniente en destruir los cuerpos de sus semejantes, es decir, el criminal? ¿Cómo puede llegar a la alta Iniciación aquel que no es capaz de hacer una obra de caridad a nadie?

No, querido lector, óigame bien. Si usted de veras quiere llegar a la alta Iniciación algún día, tiene que resolverse de veras a seguir resueltamente el sendero que el Cristo nos mostró.

No basta decir “Señor, Señor, yo te amo; Señor, Señor, yo te sigo”. No, querido lector, eso no es suficiente, hay que probar que somos realmente cristianos, y cristianos de verdad, no de nombre únicamente. Hay que hacer carne y sangre en nosotros toda la doctrina del Maestro.

Si usted, querido lector, es un hombre así de débil e incapaz, que no se siente resuelto a seguir el sendero del Cristo y hacer carne y sangre la doctrina del Maestro, entonces es mejor que no se dedique usted a estos estudios, porque lo más que conseguiría sería volverse un mago negro.

Estos estudios son para los que estén resueltos –y resueltos de verdad– a besar el látigo del verdugo y a sacrificarse por la humanidad.

Yo conozco individuos de grandes poderes, que son bandidos y criminales. Esos pobres seres son naturalmente magos negros.

Tres cosas son indispensables para la alta Iniciación: Santidad, Magia Sexual y adiestrarse en el Astral.

Después de pasar triunfantemente el discípulo la prueba llamada Direne, se entrega el candidato a un Maestro de la Logia Blanca, para que le ayude en el despertar del Kundalini y en la unión con el Íntimo. Esto es después de la novena Iniciación de Misterios Menores.

También, después de la novena Iniciación, se le van entregando los estigmas al candidato según sus merecimientos, y, como ya dijimos, cada uno de estos estigmas tiene sus pruebas, y el discípulo tendrá que pasar todas las pruebas de cada uno de los estigmas para ir recibiendo éstos, poco a poco.

Los estigmas le permitirán al hombre salir y entrar de su cuerpo físico en el cuerpo etérico cada vez que quiera, y en todo esto, el mantram INRI encierra un tremendo secreto que no puedo divulgar.

El hombre estuvo unido con su Íntimo cuando estaba en estado paradisíaco, pero desgraciadamente los luciferes nos hicieron perder el paraíso. Esos magos negros, llamados los luciferes, son la causa de tanto dolor. Ellos son los causantes de nuestra desgracia.

No me explico cómo hombres tan clarividentes como Steiner y Max Heindel, cometen el error tan grave de llegar a afirmar que, gracias a los luciferes, adquirimos nosotros independencia y sabiduría.

Cualquier clarividente que conferencie con Lucifer, el jefe de los luciferes, en el Astral, se convencerá del terrible error en que incurrieron Max Heindel y Steiner. Pues Lucifer es miembro activo de la Logia Negra, Lucifer es mago negro por doctrina y convicción religiosa. Lucifer es un cosmocrator, un demonio. Los ángeles le hubieran dado al hombre sabiduría, omnisciencia e independencia personal, sin que el hombre hubiera tenido que salir de la dicha del paraíso.

La humanidad afligida y trágica de la Tierra, lo que tuvo fue un gran fracaso evolutivo, planetario, causado por los luciferes. Y por ello fue por lo que a esta Tierra tuvo necesidad de venir el propio Logos Solar para salvar a la humanidad caída. La Tierra tuvo que recibir una ayuda extra. Esto fue un caso especial en nuestro planeta.

Pues cualquiera que viaje en cuerpo astral a Venus o a Mercurio o a Marte o a cualquier otro planeta de nuestro Sistema Solar, se quedará asombrado al contemplar allí humanidades que viven en estado paradisíaco, y que jamás han caído de ese bello estado.

A esos planetas no tuvo el Maestro necesidad de ir, pues esos planetas no han caído jamás en la desgracia en que nosotros caímos. Los ángeles quisieron hacer con la humanidad de la Tierra lo mismo que hicieron con Venus.

El hombre, antes hermafrodita, necesitaba construir un cerebro y garganta, y es lógico que para ello era necesario que retuviese un poco de su energía creadora, para emplearla en la construcción de esos órganos indispensables para su evolución, en tal forma que el hombre ya no pudo exteriorizar los dos polos para crear como antes, pues antes la reproducción se realizaba por medio de esporas (esto durante las épocas polar e hiperbórea), algo semejante a la reproducción de las plantas. Pero luego, al empezar la época lemúrica, fue necesario crearse el hombre un cerebro, y como ya no pudo exteriorizar sino un polo, es lógico que se hizo necesario la cooperación sexual para crear.

el plan de los ángeles era que una vez creado el cerebro y la laringe, el hombre volviera nuevamente a dirigir los dos polos de su energía creadora hacia arriba, tal como antes los tenía, y lo mismo que los ángeles. Es claro que entonces el hombre se hubiera convertido, como ellos, en dios creador, en un ser hermafrodita capaz de crear con la palabra y sin necesidad de pasar por los terribles sufrimientos por los cuales está pasando ahora.

El hombre no hubiera necesitado salir del paraíso. Al hombre lo sacaron del paraíso los magos negros, ellos lo arrojaron al dolor. Ahora no le queda al hombre más remedio que la Iniciación, para regresar al paraíso.

Quien visite la estrella Venus en cuerpo astral, se dará cuenta de que aquella humanidad venusina se sujetó totalmente al plan de los ángeles, y, sin necesidad de perder el estado paradisíaco, adquirió autoindependencia y sabiduría.

La humanidad de Venus sigue el sendero del Matrimonio Perfecto, y por lo tanto es totalmente feliz. Los venusinos ya pronto habrán llegado nuevamente al estado hermafrodita, y entonces se habrán elevado a la estatura de los ángeles.

Cuando el discípulo llega a la alta Iniciación, no necesita ya de matrimonio, pues ya se ha desposado con el Amado Eterno, con el Íntimo, y será un hermafrodita perfecto, un Maestro. Entonces se elevará hasta sentir todas las delicias del Amor sin contacto carnal. Entonces será un dios creador. Entonces vivirá en plenitud perfecta y habrá pasado más allá del estado humano.

Al llegar al Gólgota de la Iniciación, el cuerpo físico será consumido por el fuego sagrado, como un holocausto sagrado en el altar del Íntimo. Luego vendrá la desencarnación y resurrección, y entonces exclamará el Iniciado con voz potente consummatum est.

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Conclusión

He concluido el libro de «El Matrimonio Perfecto».

Jamás en la vida ningún Iniciado se había atrevido a descorrer el velo terrible del Sanctum Sanctorum ante la vista del profano.

Pero ha llegado la hora más grave de la historia, y no hay tiempo que perder. Se acerca la Edad de Acuario, y el hombre tendrá ya que decidirse por ser ángel o demonio, águila o reptil.

Yo, Aun Weor, soy tan sólo un instrumento de la Logia Blanca. Es la Logia Blanca quien me ha inspirado en este trabajo, y estoy seguro que si el discípulo estudia este libro y lo hace carne y sangre en sí mismo, llegará a la unión con el Íntimo, y se hará rey y sacerdote del Universo, según la orden de Melquisedec.

No basta leer este libro, hay necesidad de estudiarlo y meditarlo profundamente, hay necesidad de hacerlo carne y sangre de nuestra vida, hay necesidad de practicar estrictamente y al pie de la letra todas sus enseñanzas.

Este libro será para ciertos pseudoespiritualistas, dechados de pureza y sabiduría, algo inmoral, algo, si se quiere, perverso. Para otros que todavía no tienen madurez evolutiva, este libro será una tontería, una majadería y nada más.

Pero para el llamado, para el escogido, para el realmente preparado, este libro será algo sublime, grandioso, puro, ideal, ético y divino, porque él es la llave de todas las iniciaciones y la clave de todos los poderes.

En este libro se enseña e ilumina el sendero del hogar doméstico. Muchos libros se habían escrito sobre el sendero del místico y sobre el sendero del yogui, pero jamás en la vida se había escrito sobre el sendero del hogar doméstico.

Hay tres caminos que conducen al Íntimo: el sendero del místico, el sendero del yogui y el sendero del hogar doméstico. Yo en este libro sólo me ocupo de este último por ser el más práctico.

Todos vivimos en comunidad, y hacía falta un libro que nos mostrara el camino de la Iniciación dentro de la misma intimidad del hogar.

Muchos discípulos deseaban aislarse del mundo para entregarse a las prácticas de la Yoga, según los estudios de la teosofía oriental.

Otros desean seguir las vidas místicas de Tomás de Kempis y de Francisco de Asís, o de Antonio de Padua, para así llegar algún día a la unión con el Íntimo.

Pero ni unos ni otros han podido realizar esa anhelada aspiración divina, porque el medio ambiente con todos sus deberes y obligaciones, dentro de la vida agitada en que vivimos, les impedía totalmente aislarse del mundo para seguir el camino del místico perfecto, o del yogui ascético.

Faltaba, pues, un libro que le iluminara a la humanidad el sendero del hogar doméstico, faltaba un libro que nos enseñara a encontrar la Iniciación dentro de nuestra misma vida social, y en la misma intimidad del hogar, bajo el dulce alero de nuestra casa.

A mí me tocó cumplir esa misión, y he escrito este libro con el único anhelo de que cada cual encuentre el sendero de la Iniciación dentro del mismo medio o ambiente en que vive.

Yo conozco millares de teósofos, rosacruces y espiritualistas que anhelan llegar a la luz, pero que al fin y al cabo no son más que pobres teorizantes, que pagan cuotas, y leen libros sin realizar ningún progreso. Y es que la redención reside exclusivamente en el sabio manejo de nuestro poder creador.

Así puede un individuo envejecer estudiando teorías teosofísticas y escuchando conferencias rosacruces, con la seguridad absoluta de que no habrán dado un paso adelante dentro del sendero de la Iniciación. Porque mientras el hombre esté cohabitando como un animal, está perdiendo el tiempo miserablemente.

Si el estudiante de ocultismo quiere llegar de veras a la alta Iniciación, tiene que resolverse totalmente a seguir el sendero del místico, o el sendero de la Yoga o el del Matrimonio Perfecto. Estos son los tres únicos caminos que lo conducirán a la unión con el Íntimo.

Pero es imposible seguir totalmente el sendero del Yoga respirando el aire sucio de las ciudades. El que quiera de veras ser yogui, tiene que retirarse totalmente de toda urbe, deberá aislarse en los bosques más profundos para realizar con éxito sus ejercicios respiratorios, porque en una urbe no hace sino respirar átomos del enemigo secreto. Los mismos parques de las ciudades están llenos de átomos viciados de la ciudad. Y los ejercicios respiratorios de cuando en cuando en algún bosque, no sirven casi para nada. Así pues, que el que quiera vivir el sendero yogui, que se resuelva a vivir la vida de ermitaño en algún bosque lejano, porque en la ciudad es imposible.

Otros aman la mística, pero viven haciendo negocios y luchando por la existencia. ¿Cómo pueden ser así místicos perfectos?

Para ser realmente émulos de un Antonio de Padua o de un Francisco de Asís se necesita llevar la vida ascética que ellos llevaron, porque de lo contrario se está perdiendo el tiempo.

Así pues, ese sendero es casi imposible en estas ciudades y en estos tiempos en que vivimos.

Conozco una gran cantidad de teosofistas, espiritistas, rosacrucistas y místicos fornicarios, que dan vergüenza y sólo despiertan compasión, pues todos ellos dicen despreciar el mundo y sus vanidades, y sin embargo cohabitan como bestias, y sufren y lloran como los demás, pero no realizan ningún progreso, precisamente por falta de una orientación sexual.

Sé de muchos teosofistas que se horrorizan al solo escuchar la palabra sexo. Ellos están acostumbrados a pensar que el sexo es algo vulgar e indigno, y se sonrojan sus rostros con solo oírlo mencionar. Sin embargo, ellos mismos no tienen ningún inconveniente en entregarse a los placeres sexuales con la cónyuge, profanando así el sexo, que es la misma fuerza con que Dios hizo el mundo.

No se dan cuenta esos tales dechados de pureza de que el sexo es santo, que ellos viven por el sexo y que son hijos de la relación sexual de un hombre y de una mujer.

Si ellos tienen un cuerpo, se lo deben precisamente al sexo que ellos miran con horror y que les causa sonrojo.

Si ellos tienen un cuerpo físico que les permite hoy evolucionar y progresar, se lo deben precisamente a eso que tanto los avergüenza y que con tanto asco miran, esto es, al sexo.

El que se horroriza al oír hablar de Magia Sexual, es porque está sucio por dentro en su corazón. Pues, como bien dijo la maestra Blavatsky, cada cual mira a través de su propia atmósfera. Para el puro todo es puro, y para el impuro todo es impuro.

Sé de una gran cantidad de dechados de sabiduría que, al oír hablar de Magia Sexual, arguyen contra ella diciendo que ella es dañosa para la salud, que es imposible, etc. A ellos les diré que nosotros los gnósticos practicamos Magia Sexual diariamente, y que todos gozamos de espléndida salud, pues ningún gnóstico se ve enfermo.

Los gnósticos llegamos a una edad muy avanzada completamente jóvenes, pues el famoso elixir de larga vida es el semen, y por medio de la Magia Sexual el hombre se rejuvenece diariamente.

Claro que el discípulo habrá de acostumbrarse a la Magia Sexual poco a poco, y llegará el día en que su miembro viril se adaptará totalmente a esta nueva actividad sexual, y entonces esa práctica será su acto normal diario, y quedará después de ese acto totalmente satisfecho y lleno de vida y de alegría.

El individuo que esté enfermo de sus órganos sexuales deberá primero curarse, y luego sí podrá entregarse a la Magia Sexual.

Este libro viene, pues, a llenar una necesidad de la época, cual es iluminar el sendero del hogar doméstico, para que los seres humanos se acerquen a su Dios Interior sin necesidad de aislarse del mundo, ni de abandonar su hogar ni sus hijos.

Estoy, pues, satisfecho de mi obra, y aunque sé que los críticos se mofarán de ella, y los seudoespiritualistas la ridiculizarán, allá va mi libro al campo de batalla, pues yo sé muy bien que el tiempo hará justicia. Porque este libro será la base sobre la cual se cimentará la Edad de Acuario.

Ni Krishnamurti con todos sus nihilismos metafísicos, ni la teosofía moderna con todas sus teorías, podrán iluminar a la humanidad ni regenerarla, porque a la humanidad sólo la iluminará y regenerará el calor del sexo y la dicha del amor intenso y profundo, pues el ansia de “querer” es nuestra única felicidad. Por la puerta del sexo salimos del paraíso y por esa misma puerta tendremos que regresar al paraíso, pues hay una regla oculta que dice que por donde mismo salimos, por ahí mismo tenemos que volver a entrar.

Hanemman dice “similia similibus curantur“, esto es, lo símil con lo símil se cura.

Si el sexo nos sacó del paraíso, el sexo tendrá que regresarnos al paraíso.

Cultivemos en nuestros hogares la santidad del sexo. Amémonos los hombres y las mujeres con intensidad y sabiduría. Embellezcamos nuestra vida con la música, la alegría, el beso y el baile. Amemos el bien y lograremos el despertar del Kundalini y la unión con el Íntimo para siempre, y entonces, levantando nuestra copa, oremus.

Yo, Aun Weor, en nombre de la Logia Blanca, abro las puertas de la Santa Iglesia Gnóstica a la humanidad entera sin distinción de raza, credo, casta o color.

Cristo, el divino rabí de Galilea, jefe de nuestra Iglesia, dijo: “Pedid y se os dará, golpead y se os abrirá“.

Que la paz sea con la humanidad entera.

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Aun Weor

Fin de «El Matrimonio Perfecto o Puerta de Entrada a la Iniciación».


NOTAS

[1] Posteriormente, el Maestro Samael aclaró esta afirmación:

“Ahora debéis comprender, hermano mío, que la ilusión de la separatividad es una herejía y que la personalidad egoísta de aquellos que únicamente quieren ser ellos y nada más, es la peor de las herejías. Cuando Yo, Aun Weor, afirmo que debemos tener un Yo fuerte y potente y una robusta y poderosa personalidad, no me refiero a la personalidad egoísta, ni al yo animal... Me refiero únicamente al Yo Divino y a nuestra gigantesca personalidad formada por todos los seres del Infinito”. «Rosa Ígnea», cap. 36